¿Qué es la aspirina?


¿Qué es la aspirina?

La aspirina es un medicamento ampliamente utilizado que pertenece a la clase de los antiinflamatorios no esteroides (AINE). Su nombre químico es ácido acetilsalicílico. La aspirina se utiliza principalmente como analgésico (alivia el dolor), antipirético (reduce la fiebre), antiinflamatorio (reduce la inflamación) y antiagregante plaquetario (previene la formación de coágulos sanguíneos).

La aspirina se desarrolló originalmente a partir de la corteza de sauce, que había sido utilizada durante siglos en varias culturas como remedio para el dolor y la fiebre. Sin embargo, la forma moderna de aspirina fue sintetizada en laboratorios farmacéuticos a finales del siglo XIX. Fue desarrollada para ser una versión más suave y tolerable del ácido salicílico, un compuesto presente en la corteza de sauce.

La aspirina funciona inhibiendo la enzima ciclooxigenasa (COX), que está involucrada en la producción de prostaglandinas, sustancias químicas que causan inflamación, dolor y fiebre en el cuerpo. Al inhibir la COX y reducir la producción de prostaglandinas, la aspirina alivia los síntomas de dolor, fiebre e inflamación.

Además, la aspirina tiene propiedades antiagregantes plaquetarias, lo que significa que ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos al reducir la agregación de plaquetas en la sangre. Esto hace que la aspirina sea valiosa en la prevención de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Siempre es importante utilizar la aspirina según las indicaciones de un médico o profesional de la salud, ya que puede tener efectos secundarios y contraindicaciones, especialmente en personas con condiciones médicas preexistentes o que toman otros medicamentos.

La aspirina es el nombre comercial del ácido acetilsalicílico o AAS (C9H8O4).

Es un fármaco de la familia de los salicilatos.

Se utiliza como medicamento para tratar el dolor (analgésico), la fiebre (antipirético) y la inflamación (antiinflamatorio), debido a su efecto inhibitorio, no selectivo, de la ciclooxigenasa.

Se utiliza también para tratar inflamaciones específicas tales como la enfermedad de Kawasaki, la pericarditis o la fiebre reumática. La administración de aspirina poco después de un ataque al corazón disminuye el riesgo de muerte y su uso a largo plazo ayuda a prevenir ataques cardíacos,​ accidentes cerebrovasculares y coágulos de sangre en personas con alto nivel de riesgo. Puede disminuir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, en especial el cáncer colorrectal. En el tratamiento del dolor o la fiebre, sus efectos comienzan de forma típica a los treinta minutos.​ El ácido acetilsalicílico es el antiinflamatorio no esteroideo (AINE) por excelencia y funciona de forma similar a otros AINE, aunque bloquea el normal funcionamiento de las plaquetas1​ (antiagregante plaquetario).

Entre los efectos secundarios comunes se encuentra la dispepsia y entre los efectos secundarios más importantes la úlcera péptica, la perforación del estómago y el empeoramiento del asma. El riesgo de hemorragia aumenta en personas mayores, consumidores de alcohol, de otros antiinflamatorios no esteroideos o de anticoagulantes. La aspirina no está recomendada en mujeres que se encuentren en la última fase del embarazo. En general, tampoco está recomendada en niños con infecciones, debido al riesgo de sufrir el síndrome de Reye,​ y en dosis altas puede provocar tinnitus (zumbido en los oídos).

El ácido salicílico, presente en las hojas del sauce (Salix), ha sido utilizado por la humanidad desde hace por lo menos 2400 años.​ El ácido acetilsalicílico fue sintetizado por primera vez por el químico francés Charles Frédéric Gerhardt en 1853, al combinar el salicilato de sodio con cloruro de acetilo. En la segunda mitad del siglo XIX otros químicos describieron su estructura química e idearon métodos más eficientes para su síntesis. En 1897, los científicos de Bayer comenzaron a estudiar la aspirina como un posible reemplazo menos irritante que los medicamentos de salicilato comunes. Aunque antes de 1899, Bayer había llamado al fármaco «Aspirina» y la comercializaba bajo esa marca en todo el mundo,​ los derechos de la empresa sobre la marca se perdieron o vendieron en muchos países. Su popularidad creció durante la primera mitad del siglo XX, lo que condujo a una fuerte competencia entre distintas marcas y productos cuyo principio activo era el ácido acetilsalicílico.

La aspirina es uno de los medicamentos más utilizados en el mundo, con un consumo estimado en 40 000 toneladas anuales, o lo que es lo mismo, entre 50 000 y 120 000 millones de pastillas.​ Está en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, donde se clasifican los medicamentos básicos que todo sistema de salud debería tener.​ La aspirina también está disponible como medicamento genérico y el coste al por mayor en los países desarrollados en 2014 era de entre 0,002 y 0,025 dólares (USD) por dosis. En el caso de Estados Unidos, en 2015 un mes de medicación tenía un coste de media menor a 25 dólares (USD).


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