Efectos adversos de la aspirina


Efectos adversos de la aspirina

La aspirina es un medicamento ampliamente utilizado y efectivo, pero como con cualquier medicamento, también puede tener efectos adversos en algunas personas. Aquí hay una lista de posibles efectos adversos asociados con el uso de aspirina:

  1. Irritación gástrica y úlceras: La aspirina puede irritar el revestimiento del estómago y causar úlceras gástricas o duodenales. Esto es más probable si se toma en dosis altas o de forma prolongada. Algunas personas son más susceptibles a estas reacciones, especialmente aquellas con antecedentes de problemas gastrointestinales.
  2. Sangrado gastrointestinal: La aspirina tiene efectos anticoagulantes y antiplaquetarios, lo que significa que reduce la capacidad de coagulación de la sangre. Esto puede aumentar el riesgo de sangrado, especialmente en el tracto gastrointestinal. Las úlceras estomacales y el sangrado gastrointestinal pueden ser graves y requieren atención médica.
  3. Reacciones alérgicas: Al igual que con cualquier medicamento, algunas personas pueden ser alérgicas a la aspirina y experimentar reacciones alérgicas, que pueden variar desde leves, como erupciones cutáneas, hasta graves, como dificultad para respirar y anafilaxia.
  4. Síndrome de Reye: La aspirina no se recomienda en niños y adolescentes con síntomas de infecciones virales, como la gripe o la varicela, debido al riesgo de desarrollar el síndrome de Reye, una enfermedad rara pero grave que afecta el cerebro y el hígado.
  5. Afectación renal: El uso prolongado de aspirina en dosis altas puede afectar la función renal y causar problemas como insuficiencia renal.
  6. Asma y problemas respiratorios: Algunas personas con asma o enfermedades respiratorias pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas debido a la aspirina. Esto se conoce como síndrome de intolerancia a la aspirina y se cree que está relacionado con la liberación de sustancias que causan la constricción de las vías respiratorias.
  7. Síndrome de aspirina en niños: En casos raros, la aspirina se ha asociado con el desarrollo del síndrome de Reye en niños, que puede causar daño cerebral y hepático grave.
  8. Interacciones medicamentosas: La aspirina puede interactuar con otros medicamentos, lo que puede afectar su eficacia o aumentar el riesgo de efectos secundarios. Por ejemplo, puede interactuar con anticoagulantes, antiinflamatorios, medicamentos para la diabetes y otros.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas pueden tomar aspirina de manera segura bajo la supervisión de un médico y siguiendo las indicaciones adecuadas. Sin embargo, debido a la posibilidad de efectos adversos, es esencial hablar con un profesional de la salud antes de comenzar a tomar aspirina, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes o estás tomando otros medicamentos.

A las dosis habituales, los efectos adversos más comunes de la aspirina son la irritación gástrica, náuseas, vómitos, úlcera gástrica o duodenal,​ mientras que la hepatotoxicidad, asma, cambios en la piel y nefrotoxicidad son menos frecuentes. Se ha documentado que ocurre adaptación de la mucosa en pacientes con úlceras asociadas a la administración de aspirina de modo que se ha demostrado el mejoramiento espontáneo con el tiempo sin descontinuar la toma de la aspirina.

Su ingesta abusiva produce nefritis, que son los procesos inflamatorios y/o disfuncionales del riñón y vasodilatación periférica por acción directa sobre el músculo liso. A dosis altas algunos pacientes han informado vómitos, acúfenos, disminución de la audición, delirio, psicosis, estupor y vértigo los cuales son reversibles al reducir la dosis. A dosis aún mayores de salicilatos aparece una respiración profusa y coma resultado de un efecto directo sobre el bulbo raquídeo.

A niveles tóxicos de salicilatos se presenta alcalosis respiratoria seguida de acidosis metabólica por acumulación del salicilato, depresión respiratoria, cardiotoxicidad e intolerancia a la glucosa. Dos gramos o aún menos de aspirina al día pueden aumentar los niveles de ácido úrico en sangre, mientras que las dosis que sobrepasan los 4 gramos diarios disminuyen los uratos. Igual que el resto de los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), la aspirina puede causar una elevación en las enzimas hepáticas, hepatitis, disfunción renal, sangrado y asma.

Sangrado

Algunas personas se ven menos afectadas que otras por el efecto antiagregante plaquetario de la aspirina. Un estudio ha sugerido que las mujeres son más resistentes a los efectos plaquetarios de la aspirina que los hombres​ y en otro estudio, cerca de un 30 % de los pacientes evaluados eran así de resistentes a la acción secundaria de la aspirina.

En ciertas ocasiones, puede aparecer un ligero sangrado gastrointestinal, por lo general causado por una gastritis erosiva que, con el tiempo, puede producir una deficiencia de hierro. En su forma comercial, no se debe administrar en niños menores de 12 años que padezcan gripe o varicela (por lo general se usa paracetamol en vez) y/o usar en conjunto con otros salicilatos, ya que puede conducir al Síndrome de Reye, enfermedad rara, pero muy grave. La administración de aspirina durante un cuadro de dengue no se recomienda por razón de un aumento en el riesgo de hemorragias.

La administración de aspirina en madres antes del parto puede causar trastornos hemostásicos en recién nacidos, incluyendo petequias, hematuria, cefalohematoma, hemorragia conjuntival y sangrado durante o después de una circuncisión. Por su parte, las madres pueden presentar con sangrado confinado al período intraparto o puerperio. Por ello, la administración de aspirina debe ser evitada durante el embarazo y si se sospecha que la madre ha tomado aspirina en los cinco días antes del parto, el recién nacido debe ser evaluado para descartar sangrados.

Respecto a otras reacciones adversas (RAM), y a modo de resumen, se incluye una tabla siguiendo los criterios de la CIOSM.

Reacciones adversas al ácido acetilsalicílico
Sistema implicado Grupo CIOSM. Tipo de reacción
Aparato digestivo Frecuentes Úlcera gástrica, úlcera duodenal, hemorragia gastrointestinal (melenas, hematemesis), dolor abdominal, dispepsia, náuseas, vómitos.
Poco frecuentes Hepatitis
Aparato respiratorio Frecuentes Espasmo bronquial paroxístico, disnea grave, rinitis.
Piel y tejido subcutáneo Frecuentes Urticaria, erupciones cutáneas, angioedema.
Poco frecuentes Sudoración
Sangre y sistema linfático Frecuentes Hipoprotrombinemia
Sistema nervioso Poco frecuentes Mareos, confusión, tinnitus, sordera
Genitourinario Raros Insuficiencia renal y nefritis intersticial aguda
Otros Poco frecuentes Síndrome de Reye, cefalea.
Raros Reacciones anafilácticas o anafilactoides

De forma global, puede afirmarse que entre el 5 % y el 7 % de los pacientes experimenta algún tipo de efecto adverso.


 

Deja un comentario