Software de creatividad


Software de creatividad

A este grupo, denominado a veces software multimedia, pertenecen numerosos programas orientados al diseño y a la producción de gráficos, audio y vídeo digital. Si bien algunas de las aplicaciones de las que hablaremos a continuación son de uso frecuente en distintos ámbitos profesionales, la existencia de versiones domésticas de dichos programas o la posibilidad de trabajar con esas mismas aplicaciones a nivel de usuario las convierten en perfectos complementos para convertir nuestra computadora en un potente terminal de creatividad. Y es que la manipulación computacional de imágenes, sonidos o vídeos nos da la posibilidad de convertirnos, por unas horas, en montadores de cine, fotógrafos o figuras del rock.

La mejora sustancial en el hardware de los equipos domésticos ha reducido la distancia entre las supercomputadoras y los equipos comerciales, lo que ha permitido a los diseñadores de programas de creatividad poner a disposición de usuarios medios aplicaciones de enorme potencia. Esto hace que, por ejemplo, un director de cine novel pueda, por medio de una cámara digital y un programa de edición de vídeo, montar sus propias filmaciones con una calidad prácticamente profesional.

Retoque de imágenes y diseño gráfico

Los programas de retoque fotográfico nos permiten trabajar sobre fotografías almacenadas en nuestra computadora, ya sean provenientes de una cámara digital, de una foto en papel escaneada o de una página de Internet. Adobe Photoshop es la suite gráfica más utilizada en todo el mundo, no sólo en los ámbitos profesionales del diseño y el retoque fotográfico, sino probablemente también a nivel de usuario. A ello contribuye la que es sin duda una de sus principales prestaciones: la simpleza aparente de su entorno, en el cual todas las herramientas son accesibles a través de un par de pulsaciones con el ratón.

La barra de menús de Adobe Photoshop incorpora por un lado la serie de funciones generales esperables en cualquier programa, como las contenidas en el menú Archivo, que nos permite la gestión de documentos, o las del menú Editar, que habilita el recorte, copiado y pegado de zonas de una imagen o bien de imágenes completas. De las opciones específicas cabe destacar el completo inventario de filtros para el retoque gráfico accesibles a través del menú Filtro, o el control que podemos ejercer sobre las capas que conforman el documento en curso por medio del menú Capas.

En el área de trabajo pueden mantenerse abiertas en diversas ventanas varias imágenes a la vez, y también crear una imagen en blanco o lienzo sobre el que pueden dibujarse o pegarse elementos externos en distintas capas. El cuadro de Herramientas, ubicado por defecto a la izquierda de la pantalla, contiene accesos rápidos a las herramientas de uso más frecuente destinadas a la selección, coloreado y edición de imágenes, e incorpora cuadros de color frontal y de fondo y herramientas básicas de visualización. Los iconos que cuentan con un pequeño triángulo en su esquina inferior derecha ofrecen, al mantener sobre ellos la pulsación del ratón durante unos segundos, menús desplegables ocultos. La paleta de opciones, sensible a la herramienta que estemos utilizando en un momento determinado, se sitúa bajo los menús, mientras que los paneles flotantes de la derecha agrupan herramientas destinadas a procesos avanzados tales como el tratado de la imagen por capas.

La amplia gama de productos de la compañía Adobe tiene en Illustrator otra de sus aplicaciones más capaces, siendo éste un completo programa para la creación de dibujos y gráficos. Si bien se trata de un programa eminentemente profesional por la complejidad de su manejo, sus parámetros más elementales permiten a usuarios medios la confección de gráficos sencillos. La aplicación de diseño gráfico vectorial CorelDRAW, similar a Illustrator, es también muy utilizada por los profesionales del diseño.

Edición de audio

No son muchos los usuarios que se aventuran por el campo de la edición de audio y vídeo; la mayoría actúan como simples consumidores, limitando sus actividades a descargar canciones o películas por Internet, escuchar música en línea mediante programas como Spotify o ver vídeos en Youtube. Por lo que respecta al audio, programas como Sound Forge o Adobe Audition (antes Cool Edit) nos permiten ejercer un control total sobre nuestras muestras de audio, a las cuales podemos aplicar un sinfín de filtros o bien manipularlas como si de cadenas de texto se tratara.

Éstos y otros muchos programas pueden manejar diversas clases de archivos sonoros; para introducirse en este mundo, resulta recomendable conocer algunas características de los principales formatos. El formato MIDI (siglas de Musical Instruments Digital Interfaces) se caracteriza por su sistema de codificación, compuesto por una serie de instrucciones que se suceden a lo largo del tiempo dando paso a los instrumentos, modulándolos o haciéndoles tocar una determinada nota, por poner algunos ejemplos. Un secuenciador se encarga de enviar estas instrucciones a los distintos dispositivos a través de dieciséis canales de transmisión de datos, cada uno de los cuales está destinado, por lo general, a un instrumento.

Los archivos de sonido digital en formato WAV, por lo general de 16 bits y calidad homologable a la de un CD de audio, son de tamaño considerable; por esta razón están contraindicados para la transmisión de música a través de Internet. El formato MP3, traslación al ámbito del audio del formato gráfico JPG, permite un alto grado de compresión de las muestras de audio sin una excesiva pérdida de calidad. El escaso peso de los archivos encriptados en este formato (hasta diez veces inferior a muestras igual de extensas en WAV) lo convierte en el medio idóneo de difusión de archivos de sonido por Internet.

El enorme abanico de herramientas de retoque que ofrece y su compatibilidad con la práctica totalidad de tarjetas de sonido disponibles en el mercado convierten a Sound Forge, software creado por la compañía Sonic Foundry, en uno de los programas más utilizados y mejor valorados para tratamiento de muestras de audio por computadora. Sound Forge ofrece multitud de opciones de edición de muestras, desde las convencionales cortar, copiar y pegar hasta calados, superposiciones o fundidos, además de incorporar cientos de efectos especiales aplicables en tiempo real. Otras prestaciones son la posibilidad de coordinar el desarrollo de un archivo de vídeo con el de una pista de audio o el almacenaje de muestras en formato Real Audio o Windows Media, ideales para ofrecer contenidos en streaming a través de Internet.

En 2003, la compañía Adobe adquirió el otro gran clásico de la edición de audio, Cool Edit, que pasó entonces a llamarse Adobe Audition. Las últimas versiones de este completo y altamente intuitivo programa de retoque de audio, que con su arquitectura de 64 bits aprovechan al máximo las prestaciones de las avanzadas CPU’s disponibles en el mercado, se utilizan con asiduidad en el ámbito de la producción y post producción de audio a nivel de usuario. Si bien su compatibilidad con los distintos formatos de audio de uso común es inferior a la de Sound Forge, ofrece interesantes prestaciones que contrarrestan este handicap, tales como la posibilidad de visualizar un archivo de audio en forma de espectrograma, la opción de retocar este mismo espectrograma o la más convencional visualización en forma de onda operando directamente sobre la misma con el ratón.

Edición de vídeo digital

A diferencia del ámbito del retoque fotográfico, y como ocurre con las aplicaciones de edición de audio, la manipulación de vídeo asistida por computadora no cuenta con referencias indiscutibles a nivel de software, y son muchos los programas que pugnan por liderar esta categoría. De nuevo Adobe es la empresa que se encuentra tras dos de los más firmes candidatos a encabezar este ranking: Adobe Premiere y Adobe After Effects.

Adobe Premiere es un programa destinado propiamente a la edición profesional de vídeo digital, si bien permite la manipulación de metraje analógico en caso de disponer el usuario del hardware necesario. Por sus estrictos requisitos de sistema (las últimas versiones suelen necesitar más memoria RAM de la que los equipos convencionales llevan de serie) y por su complicado manejo, no es una aplicación adecuada para usuarios domésticos. Aunque no se trata propiamente de una herramienta de edición de vídeo, Adobe After Effects sí que es un complemento ideal para aplicaciones de este tipo, al permitir la creación e inclusión de efectos visuales o animaciones en montajes de vídeo digital. Si bien los requisitos de sistema son igualmente considerables, After Effects es una herramienta más enfocada al usuario medio en comparación a Premiere.

En general, todos los editores son capaces de manejar una amplia variedad de formatos. Entre los más empleados figuran el formato MPEG (Motion Picture Expert Group, grupo de expertos en imágenes en movimiento), un sistema de compresión de audio y vídeo que reduce de forma sustancial el peso en memoria de las secuencias de vídeo. Existen dentro del mismo varios estándares con distintos anchos de banda destinados al muestreo de vídeos de diferentes resoluciones. El formato AVI (Audio Video Interleaved, audio y vídeo entrelazados) diseñado para el muestreo de vídeos de dimensiones reducidas, mientras que QuickTime (la extensión de sus archivos es MOV) es un formato multiplataforma (PC-Mac) que puede ofrecer vídeos de gran calidad.


 

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