Nacimiento del Banco de España


Nacimiento del Banco de España

Tras la Revolución de 1854, la legislación bancaria de 1856, de inspiración netamente liberal, permitió, entre otras modificaciones, que el Banco de San Fernando pasara a llamarse Banco de España, cuyo primer gobernador siguió siendo el del Banco de San Fernando, Ramón Santillán. A pesar de la denominación de Banco de España, esta institución solo operaba entonces en Madrid, Valencia y Alicante, ciudades en que abrió sucursales en 1858. Otras diecinueve localidades españolas, entre ellas los principales centros industriales y mercantiles, como Barcelona, Bilbao, Málaga, Sevilla, Zaragoza, Valladolid o Santander, contaron con sus propios bancos de emisión y descuentos dentro del período 1856-1874.

El 19 de marzo de 1874 las acuciantes y forzosas necesidades financieras causadas por la tercera guerra carlista y por la guerra de los Diez Años, simultánea a la anterior, obligaron al entonces ministro de Hacienda en el Gobierno de la Primera República, José Echegaray, decretar la fusión de todos los bancos emisores locales con el Banco de España. No obstante, a estos últimos se les dejaba la opción de continuar con su actividad comercial y crediticia, aunque sin facultad de emitir billetes, cuyo monopolio en todo el territorio de la nación, correspondería, en adelante, al Banco de España.​ A dicha posibilidad solo se acogieron los Bancos de Barcelona, Bilbao, Reus, Santander y Tarragona. A cambio del privilegio emisor, el Banco de España concedió un crédito de 150 millones de pesetas.

A partir de entonces, el Banco de España estableció una densa red de sucursales en toda la nación, comenzando por los antiguos de bancos emisores absorbidos. A finales del siglo XIX, había más de cincuenta sucursales del banco en todas las capitales de provincia y ciudades de importancia mercantil. Es preciso subrayar que, en esta época, el Banco de España –que seguía siendo una sociedad por acciones de propiedad privada, aunque el gobernador y los subgobernadores eran nombrados y aprobados respectivamente por el Gobierno- simultaneaba la emisión de billetes y el crédito al tesoro público con actividades de préstamos y descuentos con particulares a través de sus oficinas en las diferentes ciudades españolas. Con la Ley de Ordenación Bancaria de 1921, el Banco de España se consagró como banco de bancos, o banco central, desarrollando –de acuerdo con el Gobierno- nuevos instrumentos de política monetaria. Tras la guerra civil española, el Banco de España perdió competencias y autonomía a favor del Ministerio de Hacienda. Entre dichos cambios los más importantes fueron:

  • Con las reservas españolas (2202 millones de pesetas-oro) situadas en el Banco de España en Madrid se pagaron al contado a Francia (616 millones) y a Rusia (1586 millones) a fin de obtener armas para el bando republicano, mientras que la España sublevada se financiaba armamentísticamente principalmente a través de créditos internacionales (aunque podemos citar los ~700 millones de dólares-oro que se pagaron a Alemania o las 5500 libras esterlinas-oro que se pagaron a Italia). El petróleo vino de los Estados Unidos en beneficio de los sublevados, mientras que Rusia y México mandaron al bando republicano. Finalmente, en septiembre de 1936 los sublevados crearon su propio Banco de España con sede en Burgos.
  • En 1939 se creó el Instituto Español de Moneda Extranjera, que tuvo a su cargo, en exclusiva, las competencias de la definición del tipo de cambio oficial de la peseta y el cambio de moneda extranjera por española, y viceversa, dentro del territorio nacional.
  • A partir de la Ley de Ordenación Bancaria de 1946, la política monetaria pasó a ser competencia del Gobierno, a quien correspondería, entre otras funciones, la fijación de tipos de interés y descuento, tanto en operaciones de activo como de pasivo, para toda la banca española.
  • Asimismo aumentó el número de consejeros del Banco de España nombrados por el Estado, que pasó de tres –como estaba vigente desde 1931- a cinco. También se dispuso el recorte de dividendos, a favor del Estado.
  • En ese mismo año, el Banco de España perdió la facultad de elegir los fabricantes de billetes, de los que se haría cargo, en adelante, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

El Banco de España siguió su andadura, aún como entidad privada, en el contexto de esta política autárquica, hasta 1962, en que una nueva Ley de Bases de Ordenación del Crédito y la Banca, más acorde en su contenido con la liberalización experimentada por la economía española, a raíz del Plan de Estabilización de 1959, devolvió algunas de sus competencias al Banco de España. Dentro de estos cambios se produjo la nacionalización del Banco de España y el cese de su actividad de banca privada.

De aquí pasamos a otras fechas clave en la historia del banco:

  • 1980: Ley de Órganos Rectores del Banco de España.
  • 1994: Ley de Autonomía, siguiendo las directrices del Tratado de Maastricht.

Estas dos leyes han otorgado al banco una gran libertad y flexibilidad gubernamental, sobre todo en lo referente a la política monetaria. En la actualidad el Banco de España está integrado en el Sistema Europeo de Bancos Centrales (desde 1998).


Fuente: Wikipedia

David
Author: David

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