Música de Star Wars
Las películas de Star Wars poseen un conjunto de temas musicales con motivos orquestados y un toque de calidad consistente que difícilmente pueden hallarse en conjunto en otras series cinematográficas. Su estructura, conformada por varios motivos individuales, y su composición únicas constituyen una herramienta de estudio, de forma equiparable a la banda sonora de El Señor de los Anillos, de Howard Shore.
Spielberg le sugirió a Lucas contratar al compositor John Williams, con quien había colaborado previamente en Tiburón y por el cual se hizo acreedor a un primer premio Óscar. Lucas sentía que la película debía describir mundos inéditos en el plano visual, aunque en el aspecto musical su enfoque era brindar a la audiencia una conexión emocional con la historia. En marzo de 1977, Williams comenzó a dirigir a la Orquesta Sinfónica de Londres para grabar la música de Star Wars durante un período de veinte días y ocho sesiones en los estudios Anvil, en Denham, Inglaterra. La orquestación recayó en Herbert W. Spencer, frecuente socio de Williams, que también se encargó de la misma función en los siguientes dos filmes de Star Wars.
En 2005, el American Film Institute reconoció a la banda sonora de Episodio IV como la música cinematográfica más memorable de todos los tiempos. Asimismo, Williams obtuvo tres premios Grammy en febrero de 1978, además de su tercer premio Óscar en su trayectoria como compositor tan solo un mes después, el 3 de abril, ambos por la creación del material musical de la película. Cabe señalar que el tema principal fue inspirado en la composición de Kings Row (1942), creada por Erich Wolfgang Korngold, mientras que la pista «Dune Sea of Tatooine» fue trazada a partir del movimiento llamado Le Sacrifice del ballet La consagración de la primavera escrito por el compositor ruso Igor Stravinsky en 1913. Para Filmtracks, «Ninguna composición orquestal ha tenido mayor influencia en la historia del cine y en sus elementos musicales que la original Star Wars». Para El Imperio contraataca, Williams fue nuevamente convocado para grabar la banda sonora, y este recurrió una vez más a la Orquesta Sinfónica de Londres. La banda sonora del Episodio II quedó concluida después de un total de 18 sesiones de grabación en los mismos estudios Anvil, un proceso que duró únicamente tres días de diciembre de 1979, aunado a seis días más en enero de 1980. Finalmente, al igual que en sus predecesoras, Williams recurrió a la Sinfónica de Londres para grabar el material musical de Return of the Jedi, el cual se grabó en los estudios Abbey Road, y fue distribuida por la discográfica RSO Records. Cabe señalar que en 2004 la empresa Sony Classical compró los derechos de distribución de las bandas sonoras de la trilogía original de Star Wars —lo anterior se debió, principalmente, a que ya contaba para entonces con los derechos de comercialización de la música relativa a la trilogía de precuelas—. De acuerdo al sitio web Filmtracks: «Williams mantuvo un nivel de calidad sobresaliente para El Retorno del Jedi que muchos considerarían incluso mejor que las bandas sonoras de cualquiera de las precuelas que le siguen […] logró desafiar los avances tecnológicos de su época».
La segunda trilogía definió un nuevo estilo de redacción de las letras, que se tornó extraordinariamente complejo para Williams. Las bandas sonoras de las siguientes dos películas tomarían varios elementos prestados de las composiciones incorporadas en el conjunto de La Amenaza Fantasma. Según Amazon.com, Episodio I «la película más anticipada de los años 1990, regresa a los orígenes de Star Wars […] La sorpresa más ambiciosa del compositor es la bienvenida adición de elementos corales fuertes, los cuales usa tanto de forma majestuosa como amenazadora». Siendo considerada como una de las bandas sonoras con mayor expectativa en la historia de Hollywood, fue lanzada al mercado incluso dos semanas antes de que se estrenará la película en salas de cine, ocasionando una fuerte demanda en Internet, que acabó con las descargas ilícitas de algunos fragmentos del álbum. Para Filmtracks, «uno de los pocos defectos en este recopilatorio es que su música para la invasión del ejército droide, así como algunas de las piezas de cuerda más bajas, se asemeja bastante a la de Indiana Jones y la última cruzada».
Por otra parte, la banda sonora de El ataque de los clones «continuó con las altas expectativas impuestas por sus predecesoras, logrando con éxito incorporar algunos nuevos temas musicales al mismo tiempo que lleva la fábula galáctica al punto de partida». En las propias palabras de Williams: «La Amenaza Fantasma sirvió como una reintroducción, o un regreso, a Star Wars después de 22 años […] Pensé que sería una transición complicada, pero en realidad fue más bien como ir en bicicleta. Parte de esa banda sonora, y de esta también [la de Episodio II], es musicalmente incestuosa, en comparación con los temas anteriores, y eso nos ayuda a volver de vuelta a la imaginación de Lucas».
La banda sonora de La venganza de los Sith se grabó en un plazo de cinco días en los estudios Abbey Road, y contó de nuevo con la participación de la Orquesta Sinfónica de Londres y el conjunto London Voices. El proceso de grabación comenzó el 3 de febrero de 2005; una mañana entera fue dedicada específicamente a la grabación vocal. De acuerdo a Amazon.com, «debido a que esta música acompaña a la más emocionante película de Star Wars, esta es más divertida, maligna, así como más malévola y desigual».195 Mientras tanto, Filmtracks opinó que, para John Williams, con el lanzamiento de la banda sonora de Episodio III, «su carrera se elevó al estrellato, pues sus temas para las películas persisten en las vidas incluso de aquellos que no han visto una cinta de Star Wars en los cines en veinte años». En términos generales, de acuerdo al mismo sitio web: «Una vez que La Amenaza Fantasma revivió la saga en 1999, Williams hizo un esfuerzo concertado para continuar con la exposición de sus ideas […] a pesar de que hubo fuertes críticas en su época contra La Amenaza Fantasma por su aparente debilidad [… Fue] entonces cuando apareció El Ataque de los Clones, donde más allá de crear tres o cuatro temas principales, motivos o ritmos, condensó todos ellos en el tema ‘Across the Stars’, una pieza extremadamente poderosa y efectiva». Finalmente, en palabras del propio Williams: «En La venganza de los Sith, hay tres o cuatro piezas de nuevo material […] Un par de ellos consisten en lamentaciones, y acompañan precisamente algunas de las escenas más oscuras del filme. Y hay también una especie de pieza divertida, que incluye mucha música de percusión, para el personaje de Grievous».
De acuerdo al sitio web oficial, «al final, solamente tres de los cuatro previos lanzamientos de Star Wars pueden ser asociados con la evolución de la película original de Lucas: la primera banda sonora de la 20th Century Fox de 1977; el compilatorio musical de la primera trilogía de Star Wars lanzado en 1993 y el lanzamiento de BMG en 1997, con las versiones remasterizadas y expandidas de la primera película de la serie».
Fuente: Wikipedia