Los tipos de hipotecas más importantes


Los tipos de hipotecas más importantes: ¿qué hipoteca te interesa?

Hipotecas basadas en el tipo de interés

Existen las hipotecas a tipo fijo. En estas el tipo no varía durante el plazo pactado. Son ideales si deseas cuotas constantes durante todo el periodo que dure el préstamo. Es la mejor alternativa, si el interés es atractivo, para vincularnos con la entidad a décadas vista.

Otras son de tipo variable. En este caso, te interesará si deseas cuotas constantes cada vez que revises el préstamo, cambiando el tipo de referencia cada vez que se revisen los tipos de interés.

En cuanto a las de tipo mixto, son aquellas que combinan ambas opciones. El tipo de interés varía en función de un indicador de referencia (como el Euríbor) y el interés pactado.

Tipos de hipotecas según la cuota

Las más habituales tienen cuota constante durante la revisión del tipo de interés. La cuota puede recalcularse cada año o cada seis meses, siempre basándose en la evolución del referencial más el diferencial.

La cuota está compuesta por intereses y amortización, que va reduciendo el capital pendiente. Los intereses son más altos en la primera etapa del préstamo.

Las hipotecas de cuota blindada son de tipo variable, aunque mantengan la cuota constante durante el préstamo variando el plazo. Si el tipo de interés sube, no lo hace la mensualidad, sino que aumenta el plazo. Y lo mismo al contrario.

Las de cuota final son aquellas en las que un porcentaje de deuda se paga en última cuota (sobre el 30 %). Se pagan muchos intereses, puesto que durante todo el préstamo se aplican sobre la cuota final que no se amortiza.

Otro tipo son las interest only, altamente usadas por extranjeros, en las que no se amortiza capital durante el préstamo y únicamente se pagan intereses. Como ejemplo se podría citar un alquiler con los beneficios y riesgos de ser propietario (en cuanto a precios de subida o bajada de precio de la vivienda). Al finalizar el préstamo, la deuda es la misma que antes de su contratación, eso sí, pagando el cliente el total a la entidad o vendiendo antes de que eso se produzca.

Las hipotecas de cuota creciente son aquellas en las que las cuotas crecen un porcentaje fijo cada año. Te interesa esta modalidad si deseas pagar menos que en una cuota constante, pero has de saber que se llega a un punto en el que la cuota crece cada año.

Hipotecas según el cliente objetivo

Entre ellas están las destinadas a jóvenes. La financiación puede ser más ventajosa para clientes menores de 30 o 35 años, dependiendo de la competencia.

También existen los préstamos para personas extranjeras que cuentan con segunda residencia. Ya que el cliente no vive en España, conceder este tipo de hipoteca es más complicado. Suelen exigir la aportación de ahorros para llegar a cubrir gastos y la mitad del precio del inmueble.


 

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