Fuentes de la vitamina D


Fuentes de la vitamina D

La vitamina D que precisa el organismo procede de dos rutas: la síntesis en la piel mediante la transformación del 7-dehidrocolesterol en presencia de luz solar y la ingesta de alimentos que la contienen. En la especie humana la mayor parte de la vitamina D procede de la síntesis cutánea y una porción menor depende de los alimentos, tanto los de origen animal que contienen colecalciferol (vitamina D3) como los de origen vegetal que contienen ergocalciferol (vitamina D2).

Alimentos que contienen Vitamina D

Entre los alimentos que de forma natural contienen cantidades importantes de vitamina D se encuentran el aceite de hígado de bacalao y los pescados azules como el atún, salmón, caballa y sardina. Cantidades menores aportan el hígado de ternera y la yema de huevo.​ Los hongos o setas contienen cantidades apreciables de vitamina D2, dependiendo de la especie se han encontrados valores que oscilan entre 1 y 2500 UI/100 g en peso fresco. En general los hongos silvestres tienen cantidades más altas que los cultivados, por ello muchos agricultores han incorporado la aplicación de radiación ultravioleta artificial durante la producción, con lo que han conseguido que el nivel de vitamina D en los champiñones cultivados sea similar o superior al de los silvestres.

En algunos países, alimentos como la leche, yogur, margarina, derivados grasos, cereales de desayuno y pan, son enriquecidos con vitamina D2 y/o vitamina D3, para minimizar el riesgo de deficiencia. Los alimentos enriquecidos representan la mayor fuente de vitamina D en la dieta, ya que son pocos los alimentos que la contienen naturalmente en cantidades significativas. Un vaso de leche enriquecida con vitamina D proporciona la cuarta parte de las necesidades diarias para un adulto.

*Yemas de huevo
*Leche enriquecida en vitamina D

*Sardinas en lata

Estos son algunos de los alimentos ricos en Vitamina D: Aceite de hígado de bacalao (10 000 UI/100 ml), Bonito, arenque y atún frescos (800 – 1000 UI/100 g), Caballa del atlántico fresca (360 UI/100 g), Boquerón, sardina y salmón frescos (280 – 320 UI/100 g), Conservas de atún, caballa, sardinas en aceite (220 – 330 UI/100 g), Langostino (720 UI/100 g), Hígado de pollo (80 UI/100 g), Hígado de ternera (15 – 50 UI/100 g9), Leche no enriquecida (3- 40 UI/100 g), Mantequilla no enriquecida ( 30 – 32 UI/100 g), Yogur no enriquecido (2.4 UI/100 g), Queso manchego viejo (80 UI/100 g), Queso de bola (7.2 UI/100 g), Champiñones expuestos 30 minutos al sol (400 UI/100 g)
Aportes dietéticos recomendados de Vitamina D según la edad
De 0-6 meses  400 UI día
De 6-12 meses  400 UI día
1-3 años  600 UI día
4-8 años  600 UI día
9-70 años  600 UI día
Mayores de 70 años  800 UI día

Vitamina D, piel y luz solar

*La exposición de la piel a la luz solar es un aspecto fundamental en la prevención del déficit de vitamina D, tal como ilustra este lienzo de Sorolla.

En la población general la piel es la principal fuente de vitamina D, estimándose que más del 95% de los depósitos corporales provienen de la síntesis cutánea durante la exposición a la luz solar. Un adulto con piel de color blanco cuando se expone a la luz del sol o a una lámpara de rayos ultravioleta produce 1 ng de vitamina D3 por cm² de piel. Estas cifras son menores en ancianos y en personas con piel de color oscuro.

Se estima que la exposición solar de 5-15 minutos/día en cara y brazos durante la primavera, verano y otoño es capaz de mantener los depósitos de la vitamina en niveles adecuados. La exposición prolongada o en grandes zonas del organismo no ha demostrado la producción en exceso de colecalciferol a niveles capaces de causar intoxicación. Esto es debido a que durante la exposición solar parte de la previtamina D3 se isomeriza a varios fotoproductos que tienen escasa actividad en el metabolismo calcio-fósforo.

El color de la epidermis dado por la melanina presente en los melanocitos es una forma de protección que filtra los excesos de radiación UV particularmente intensa en las zonas intertropicales, en donde por presión evolutiva hay un predominio natural de pigmentaciones oscuras de la piel. Sin embargo en las zonas comprendidas entre los trópicos y los círculos polares la radiación UV del Sol al ser más baja ha significado una presión evolutiva como para que surgieran grupos poblacionales (hace unos cuarenta mil años) con piel de color claro.


Fuente: Wikipedia 

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