Depósitos bancarios a plazo e interés fijo


Los Depósitos bancarios a plazo e interés fijo son los más habituales. Se fija un período y una cantidad. Acabado el tiempo, la cantidad será devuelta al propietario junto a unos intereses que serán fijados previamente en el contrato del producto financiero. Dichos intereses pueden devolverse de forma mensual, trimestral, anual, etc… Como ya hemos comentado, es posible rescindir el contrato para disponer de una cantidad o de la totalidad de la cantidad invertida, repercutiendo en los intereses que se devolvían.

El funcionamiento de un depósito a plazo fijo es muy sencillo. A cambio de dejar el dinero invertido por un tiempo establecido en el depósito contratado, la entidad financiera garantiza que se cobrará un interés estipulado desde el principio. Por ejemplo, un banco puede ofrecer un tipo de interés del 2% a cambio de dejar el dinero 24 meses en el depósito. Si el cliente desea sacar su dinero antes del vencimiento, puede hacerlo libremente, pero tiene una penalización, que puede llegar hasta el 100% de los intereses acumulados a la fecha. Eso sí, el capital está garantizado.

Merece la pena analizar tanto el tipo de interés como las penalizaciones. Por lo general, a mayor plazo contratado, mayor es el interés ofrecido por la entidad. Y cuando el plazo es de varios años, es muy probable que la penalización no borre todos los intereses generados durante el periodo. Pero eso depende mucho de un banco al otro, y por eso es tan importante preguntar por todas las condiciones.


 

Deja un comentario