¿Cuándo y cómo tomar aspirina?


Uso clínico de la aspirina

Se puede tomar aspirina cunado hay dolor leve y moderado de origen variados, como el dolor de cabeza, períodos menstruales, resfríos, dolor en los dientes y dolores musculares.

Sin embargo, no es efectiva para el dolor visceral severo. La aspirina y otros AINE (antiinflamatorios no esteroideos) se han combinado con analgésicos opioides para el tratamiento del dolor causado por el cáncer, donde los efectos antiinflamatorios actúan sinérgicamente con los opioides para aumentar la analgesia. La combinación de aspirina con oxicodona —una clase de analgésicos narcóticos— se usa para aliviar desde el dolor moderado al moderadamente intenso.

  • Enfermedad de Kawasaki, especialmente a dosis elevadas durante la fase febril.
  • Fiebre reumática, sobre todo la artritis reumatoide.
  • Enfermedades autoinmunes tipo lupus eritematoso.
  • Otros trastornos inflamatorios de las articulaciones.

Analgesia o antipiresis

Las dosis para alcanzar los efectos analgésicos o antipiréticos de la aspirina son menores de 0,6-0,65 gramos (600-650 miligramos), por vía oral. Dosis más elevadas pueden prolongar el efecto. La dosis habitual suele ser repetida cada 4 horas.

La dosis antiinflamatoria en niños es de 50 a 75 mg por cada kg de peso del niño cada día, dividida en varias dosis durante el día.

La dosis de entrada promedio para un adulto es de 45 mg/kg/día en dosis divididas.

Protección cardiovascular

La aspirina disminuye la incidencia de ataques isquémicos, la angina inestable, trombosis de una arteria coronaria con infarto agudo de miocardio y la trombosis secundaria a un baipás coronario con una dosis diaria propuesta (en 2020) de 75-162 mg.

Otros usos de la aspirina

Ciertos estudios epidemiológicos sugieren que el uso a largo plazo de la aspirina a bajas dosis se asocia con una reducción en la incidencia del cáncer colorrectal, así como el cáncer de pulmón,​ posiblemente por su asociación con efectos inhibitorios sobre la COX producida por adenocarcinomas,​ efectos supresores de prostaglandinas​ o incluso efectos directamente antimutagénicos.​También se ha estudiado el papel que juega la aspirina en reducir la incidencia de otras formas de cáncer. En varios estudios se demostró que la aspirina no reduce la aparición del cáncer de próstata. ​Sus efectos en la prevención del cáncer de páncreas son mixtos, un estudio de 2004 encontró un aumento estadísticamente importante en el riesgo de contraer cáncer pancreático en mujeres que tomaban aspirina,​ mientras que un metaanálisis de varios estudios publicado en 2006 no encontró evidencias concluyentes de que la aspirina u otros AINE (antiinflamatorios no esteroideos) estuvieran asociados a un riesgo aumentado de esta forma de cáncer. Es posible que la aspirina también tenga efectos positivos sobre el cáncer del tracto digestivo superior, pero las evidencias siguen aun siendo inconclusas.

Se ha hipotetizado que la aspirina es capaz de reducir la formación de cataratas en pacientes diabéticos, aunque en al menos un estudio se demostró que no es eficaz en esa acción.

Según científicos del Instituto de Neurociencia y Fisiología de la Universidad de Goteborg, en Suecia, una dosis diaria de aspirina puede ayudar a reducir el deterioro cerebral en personas de edad avanzada. No obstante Los expertos subrayan que «debido a los efectos secundarios peligrosos que puede tener la ‘Aspirina’, no se puede recomendar su uso masivo a fin de proteger la memoria».

Efectos adversos de la aspirina

A las dosis habituales, los efectos adversos más comunes de la aspirina son la irritación gástrica, náuseas, vómitos, úlcera gástrica o duodenal,​ mientras que la hepatotoxicidad, asma, cambios en la piel y nefrotoxicidad son menos frecuentes. Se ha documentado que ocurre adaptación de la mucosa en pacientes con úlceras asociadas a la administración de aspirina de modo que se ha demostrado el mejoramiento espontáneo con el tiempo sin descontinuar la toma de la aspirina.

Su ingesta abusiva produce nefritis, que son los procesos inflamatorios y/o disfuncionales del riñón y vasodilatación periférica por acción directa sobre el músculo liso. A dosis altas algunos pacientes han informado vómitos, acúfenos, disminución de la audición, delirio, psicosis, estupor y vértigo los cuales son reversibles al reducir la dosis. A dosis aún mayores de salicilatos aparece una respiración profusa y coma resultado de un efecto directo sobre el bulbo raquídeo.

A niveles tóxicos de salicilatos se presenta alcalosis respiratoria seguida de acidosis metabólica por acumulación del salicilato, depresión respiratoria, cardiotoxicidad e intolerancia a la glucosa. Dos gramos o aún menos de aspirina al día pueden aumentar los niveles de ácido úrico en sangre, mientras que las dosis que sobrepasan los 4 gramos diarios disminuyen los uratos. Igual que el resto de los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), la aspirina puede causar una elevación en las enzimas hepáticas, hepatitis, disfunción renal, sangrado y asma.

Sangrado

Algunas personas se ven menos afectadas que otras por el efecto antiagregante plaquetario de la aspirina. Un estudio ha sugerido que las mujeres son más resistentes a los efectos plaquetarios de la aspirina que los hombres​ y en otro estudio, cerca de un 30 % de los pacientes evaluados eran así de resistentes a la acción secundaria de la aspirina.

En ciertas ocasiones, puede aparecer un ligero sangrado gastrointestinal, por lo general causado por una gastritis erosiva que, con el tiempo, puede producir una deficiencia de hierro. En su forma comercial, no se debe administrar en niños menores de 12 años que padezcan gripe o varicela (por lo general se usa paracetamol en vez) y/o usar en conjunto con otros salicilatos, ya que puede conducir al Síndrome de Reye, enfermedad rara, pero muy grave. La administración de aspirina durante un cuadro de dengue no se recomienda por razón de un aumento en el riesgo de hemorragias.

La administración de aspirina en madres antes del parto puede causar trastornos hemostásicos en recién nacidos, incluyendo petequias, hematuria, cefalohematoma, hemorragia conjuntival y sangrado durante o después de una circuncisión. Por su parte, las madres pueden presentar con sangrado confinado al período intraparto o puerperio. Por ello, la administración de aspirina debe ser evitada durante el embarazo y si se sospecha que la madre ha tomado aspirina en los cinco días antes del parto, el recién nacido debe ser evaluado para descartar sangrados.

Respecto a otras reacciones adversas (RAM), y a modo de resumen, se incluye una tabla siguiendo los criterios de la CIOSM.

Reacciones adversas al ácido acetilsalicílico
Sistema implicado Grupo CIOSM. Tipo de reacción
Aparato digestivo Frecuentes Úlcera gástrica, úlcera duodenal, hemorragia gastrointestinal (melenas, hematemesis), dolor abdominal, dispepsia, náuseas, vómitos.
Poco frecuentes Hepatitis
Aparato respiratorio Frecuentes Espasmo bronquial paroxístico, disnea grave, rinitis.
Piel y tejido subcutáneo Frecuentes Urticaria, erupciones cutáneas, angioedema.
Poco frecuentes Sudoración
Sangre y sistema linfático Frecuentes Hipoprotrombinemia
Sistema nervioso Poco frecuentes Mareos, confusión, tinnitus, sordera
Genitourinario Raros Insuficiencia renal y nefritis intersticial aguda
Otros Poco frecuentes Síndrome de Reye, cefalea.
Raros Reacciones anafilácticas o anafilactoides

De forma global, puede afirmarse que entre el 5 % y el 7 % de los pacientes experimenta algún tipo de efecto adverso.

Sobredosis de aspirina

Tomar más de 150 mg/kg de aspirina puede provocar resultados graves e incluso mortales si no se recibe tratamiento. Para un adulto pequeño, eso equivale aproximadamente a tomar 20 tabletas que contienen 325 mg de aspirina. Los niños pueden resultar afectados con niveles mucho más bajos.

Los pacientes con una sobredosis accidental o intencional de aspirina son sometidos a un lavado gástrico con carbón activado y se instala una producción abundante de orina alcalina. De presentar trastornos como hipertermia o desequilibrios en los electrolitos, deben ser restablecidos. ​En las intoxicaciones severas, puede que sea necesaria la hemodiálisis o, rara vez, la ventilación asistida. A menudo se emplean infusiones de bicarbonato de sodio para alcalinizar la orina conllevando a un aumento en el salicilato excretado fuera del cuerpo.

Contraindicaciones de la aspirina

La acción antiplaquetaria de la aspirina hace que esté contraindicada en pacientes con hemofilia. ​Aunque en el pasado no se recomendaba el uso de la aspirina durante el embarazo, la aspirina puede tener utilidad en el tratamiento de la preeclampsia e incluso en la eclampsia.

La aspirina no debe administrarse en personas con antecedentes alérgicos al ibuprofeno o al naproxeno,​ o quienes sean de alguna forma intolerantes a los salicilatos​ o a los AINE (antiinflamatorios no esteroideos) y se debe ejercer moderación en la prescripción de aspirina a pacientes asmáticos o con broncoespasmo inducida por los AINE. Por motivo de su acción sobre la mucosa estomacal, se recomienda que los pacientes con enfermedad renal, úlceras pépticas, diabetes, gota o gastritis consulten con un profesional de la salud antes de tomar aspirina. ​Aún en la ausencia de estas enfermedades, siempre existe el riesgo de sangrado gastrointestinal cuando se combina la aspirina con el licor o la warfarina.

Se ha demostrado que la aspirina puede causar anemia hemolítica en pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD), en especial a grandes dosis y dependiente de la severidad de la enfermedad.

Presentaciones  y dosis de aspirina

Respecto a las dosis, habitualmente las más bajas (300 mg o menos) se suelen utilizar como antiagregante plaquetario, ya que su uso en niños se ha restringido mucho. Las más elevadas se utilizan buscando el efecto analgésico/antipirético o el antirreumático. Respecto a las presentaciones se puede decir que prácticamente se han estudiado todas las posibles formas galénicas para el uso clínico del ácido acetilsalicílico. Las que a continuación se describen son las más comúnmente utilizadas:

  • Comprimidos de 25 mg, 100 mg, 125 mg, 250 mg, 300 mg, 500 mg, 650 mg
  • Comprimidos masticables de 500 mg
  • Comprimidos efervescentes de 500 mg
  • Comprimidos recubiertos de 100 mg y 300 mg
  • Granulado efervescente, sobres de 500 mg
  • Cápsulas (asociado a otros fármacos) para presentación retardada
  • También podemos encontrarlo en dosificaciones inusuales, como la de 267 mg, asociado a otras sustancias.

Igualmente, existen multitud de presentaciones con otros fármacos asociados, habitualmente para el tratamiento de procesos catarrales. Es el caso de las asociaciones con fenilefrina, clorfenamina, cafeína, vitamina C (ácido ascórbico levógiro) o sustancias del complejo vitamínico B. Otras veces se asocia a otros fármacos para aumentar su efecto antiagregante (dipiridamol), o analgésico (paracetamol).

Respecto a los excipientes habituales se da una situación parecida. Tanto la forma galénica como las características organolépticas del fármaco obligan al uso de determinado tipos de excipientes. Sin embargo, el gran número de laboratorios que lo fabrican como fármaco genérico hace que los excipientes que podamos encontrarnos sean sumamente variables. No obstante a continuación se listan los que se suelen incluir en la forma comercial Aspirina (probablemente la más vendida en el mundo) y algunos de los más usuales en las formas genéricas:

  • Colorantes:
    • amarillo anaranjado S (E-110).
    • colorante amarillo de quinoleína (E-104).
  • Conservantes y antioxidantes:
    • ácido sórbico (E-200),
    • Citratos: ácido cítrico anhidro (E-330), citrato de sodio (E-331).
  • Estabilizantes y emulgentes:
    • Celulosa en polvo (E-460 II).
    • Estearato de calcio (E-470 A).
  • Reguladores del pH y antiaglutinantes:
    • Carbonatos: carbonato de sodio (E-500), Hidrogenocarbonato de sodio (E-500 I), carbonato de magnesio pesado (E-504).
  • Otros:
    • Edulcorantes, como el aspartamo (E-951), el manitol (E-421) o el almidón de maíz (gelificante y espesante).
    • Aromatizantes muy variables, entre ellos el aroma de zumo de mandarina, aroma de naranja o aroma seco especial,
    • Carmelosa de sodio, celulosa microcristalina.
    • Los comprimidos recubiertos suelen llevar en la capa externa copolímero de ácido metacrílico tipo C, dodecilsulfato de sodio (E-514), polisorbato 80, talco o citrato de trietilo (E-1505).

Sustitutos de la aspirina

Debido a los efectos secundarios menores de la aspirina, y a que algunas personas son alérgicas a ella, se pueden utilizar varias sustancias como sustitutas.

El más común es el paracetamol, denominado acetaminofén en EE. UU., que reduce la fiebre y alivia el dolor de manera muy semejante a la aspirina, aunque no tiene actividad antiinflamatoria. El uso excesivo de paracetamol puede ocasionar daño renal y hepático.

Un segundo sustituto común es el ibuprofeno, que funciona como la aspirina para reducir dolor, fiebre e inflamación.

Otra adición a la familia de los sucedáneos de la aspirina que se venden sin receta es el naproxeno. Su principal ventaja es su efecto duradero. Mientras que casi todos los analgésicos requieren dosis cada 4-6 horas, una sola tableta de naproxeno dura 8-12 horas.


​Fuente: Wikipedia

Deja un comentario