Consejos de la Vitamina C


Consejos de la Vitamina C

El uso de vitamina C en animales ha demostrado su utilidad en la prevención, acortamiento y alivio de diversas infecciones. Un efecto similar se ha visto en seres humanos, especialmente en el acortamiento y alivio del resfriado común en personas que realizan actividad física regular. También se ha comprobado su efecto beneficioso en la evolución de la neumonía. Sin embargo, no se han establecido la dosis ni la posología necesarias para lograr estos efectos.

Quienes defienden el suministro de altas dosis de vitamina C sostienen que la causa primaria de las enfermedades vasculares es la deficiencia de esta vitamina, lo que debilita la pared arterial de colágeno. Secundariamente en las fisuras resultantes de ese debilitamiento se forma la placa arterial de lipoproteína(a) como mecanismo de reparación. El engrosamiento de las placas causa a largo plazo un estrechamiento arterial y trombosis.

Esta teoría basa su credibilidad en el hecho de que los animales que sintetizan vitamina C no presentan lipoproteína(a) en sangre ni tampoco sufren la enfermedad coronaria. Únicamente las pocas especies que no producen vitamina C, entre ellas algunos primates y el hombre, presentan estos trastornos. Este importante hecho no es tenido en cuenta por los detractores de suministrar altas dosis de vitamina C para prevenir las enfermedades cardiovasculares.

En modelos animales intoxicados con plomo, la vitamina C ha demostrado “efectos protectores” sobre las anormalidades musculares y nerviosas inducidas por la intoxicación con plomo. En fumadores, los niveles sanguíneos de plomo disminuyen un 81 % en promedio, cuando son suplementados con 1000 mg de vitamina C, mientras que 200 mg son inefectivos, sugiriendo que la vitamina C en suplementos puede ser una económica y conveniente ventaja para reducir niveles de plomo en sangre. La revista de la Asociación Americana Médica publicó un estudio en el que concluyó, basado en el análisis de los niveles de plomo sanguíneo en sujetos del estudio NHANES III (Third National Health Examination Survey), que la relación independiente e inversa entre los niveles de plomo y vitamina C en plasma, de ser causal, podría tener implicaciones públicas en salud para el control de la intoxicación por plomo.

La vitamina C ha limitado su popularidad como tratamiento para los síntomas generados por el autismo. Un estudio en 1993, de 18 niños con autismo encontró la disminución de algunos síntomas posteriormente al tratamiento con vitamina C.

Ensayos clínicos pequeños han encontrado que la vitamina C podría mejorar la cuenta, motilidad y morfología del esperma en hombres infértiles. Así como mejorar las funciones inmunes relacionadas con la prevención y tratamiento de enfermedades asociadas a la edad.

Un estudio preliminar publicado en los Anuales de Cirugía de los EE. UU. encontró que la administración y suplementación con antioxidante usando α-tocoferol y ácido ascórbico reduce la incidencia de falla orgánica y acorta la estadía en UCI en este cohorte de pacientes quirúrgicos críticamente enfermos.

Según un estudio de la Universidad de Soochow (China), podría existir una asociación menor, pero aun así algo significativa, entre vitamina C y un menor riesgo de embolia. Además, el ácido dehidroascórbico, la principal forma de la vitamina C oxidada en el cuerpo, ha demostrado reducir las deficiencias neurológicas y la mortalidad causadas como consecuencia de accidentes cerebrovasculares, debido a su habilidad para cruzar la barrera hematoencefálica, mientras que la vitamina C o el S-ascorbato no logra atravesar esta barrera. En un estudio publicado por el Proceedings of the National Academy of Sciences en el 2001, los autores concluyeron que “una estrategia farmacológica que incremente los niveles cerebrales de ascorbato en accidentados cerebrovasculares tiene un potencial enorme, cosa que se deduce de la oportuna investigación básica realizada y el resultado relevante en humanos con accidentes cerebrovasculares tratados con esta terapia».

  • En relación al cáncer

Los suplementos de vitamina C pueden interactuar con algunos medicamentos utilizados en el tratamiento contra el cáncer, reduciendo su efectividad.

Un experimento del doctor Arthur Robinson sugirió que altas dosis de vitamina C, recibidas de manera artificial, podrían hacer que las largas exposiciones a la luz solar intensa fuesen más peligrosas de lo normal, incrementando así la posibilidad de desarrollar cáncer de piel.

En enero del 2007, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó un ensayo de toxicidad fase I para determinar dosis seguras de vitamina C intravenosa, como posible tratamiento para el cáncer en quienes se han agotado otros tratamientos y opciones convencionales.

En febrero de 2007, un estudio no controlado de 39 pacientes con cáncer terminal, mostró que sobre cuestionarios subjetivos, los pacientes reportaron una mejoría en salud, síntomas del cáncer y funciones diarias después de la administración de altas dosis de vitamina C intravenosa. Los autores concluyeron que, «aunque existe todavía la controversia en relación a los efectos anticancerosos de la vitamina C, el uso de la misma es considerado una terapia segura y efectiva para mejorar la calidad de vida de pacientes con cáncer terminal».

En agosto del 2008, un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences por Mark Levine y colaboradores del Instituto Nacional de Diabetes y enfermedades del Riñón, encontraron que la inyección directa de altas dosis de vitamina C reduce el peso y crecimiento del tumor en 50 % en modelos de ratones con cáncer de ovario, cerebro y pancreático.

Otra indicación no menos importante es el consumo por encima de la normalidad a efecto de su excreción en la orina y acidificarla, por el carácter ácido de esta vitamina. Con ello se pretende facilitar la eliminación en la orina y urea de compuestos más solubles en soluciones ácidas.[cita requerida]

En 2013 la revista Cochrane publicó que no se han hallado pruebas que relacionen el hecho de complementar la dieta con vitamina C con la reducción de desarrollar cáncer de pulmón ya sea en personas con buena salud o en personas de alto riesgo (fumadores y los que han sido expuestos al amianto). Sin embargo, otro estudio realizado en 2014 concluyó que el consumo de vitamina C podría proteger del riesgo a desarrollar cáncer de pulmón.

Requisitos diarios

El ser humano parece ser extremadamente eficiente en la reutilización de la vitamina C, por lo que sus requisitos son 50 veces menores que en el resto de los primates. Al ser una vitamina hidrosoluble, su eliminación por el riñón por diuresis es extremadamente eficaz, por lo que los excesos se pueden eliminar en menos de cuatro horas. Sin embargo, hay una cierta transformación de ácido ascórbico a ácido oxálico y su sal oxalato de calcio, que es bastante insoluble y puede crear cálculos renales. Así 3 g de ascorbato ingeridos aparecen en la orina como ascorbato (90 %), dehidroascorbato (6 %) y metabolitos diversos como 31 mg de oxalato. Todo ello hace que haya muy poco consenso en cuál es la cantidad mínima y la cantidad máxima. Prueba de ello damos las siguientes referencias:

  • 40 miligramos por día: Food Standards Agency del Reino Unido.
  • 45 miligramos por día: la Organización Mundial de la Salud.
  • 60–95 miligramos por día: Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Según este organismo no se deben exceder los 2000 mg por día.
  • 400 miligramos por día (mínimo): Instituto Linus Pauling.
  • 1 g por día: profesor Roc Ordman, para la investigación de los radicales libres.
  • 3 gramos por día (hasta 30 g para enfermos): Fundación para la vitamina C.
  • 6–12 gramos por día: Thomas E. Levy, Colorado Integrative Medical Centre.
  • 6–18 gramos por día: dosis que ingería Linus Pauling.
  • 3–200 gramos por día: Robert Cathcart va subiendo la dosis hasta que aparece una diarrea. Entonces, recomienda la dosis más elevada que no cause diarrea al paciente.

Alimentos que contienen Vitamina C

*Aunque existen otros alimentos, más ricos en vitamina C (véase la tabla anexa), los cítricos son una importante fuente natural de esta vitamina.

Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C. En el siguiente listado aparecen aquellos con mayor concentración de vitamina C.​

Concentración de Vitamina C (mg/100 g)

Gubinge, Muranga o Ciruela kakadu: 3100, Camu camu: 2800, Escaramujo: 2000, Acerola: 1600, Guayaba: 300, Grosella negra o zarzaparrilla negra: 200, Pimiento rojo (ají o chile): 190, Perejil: 130.

Kiwi: 90, Uva: 90, Brécol (brócoli): 80, Grosella: 80, Col de Brusela: 80, Caqui: 60, Papaya: 60, Fresa: 60, Naranja: 50, Limón: 40

Melón: 40, Coliflor: 40, Piña: 40, Menta piperita: 31.8, Pomelo: 30, Frambuesa: 30, Mandarina: 30, Espinacas: 30, Col cruda: 30, Mango: 28, Lima: 20


Fuente: Wikipedia​

David
Author: David

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