Colchones


TIPOS DE COLCHONES

A continuación explicamos los tipos de colchón en base a su fabricación, materiales y propiedades:

COLCHÓN DE MUELLES ENSACADOS

Se trata de una estructura de muelles en la que cada muelle está encapsulado de manera independiente en una capa de tela. Esto permite que cada muelle actúe de manera independiente, permitiendo así libertad de movimientos, lo que lo convierte en una buena opción para colchones de matrimonio en los que existen diferencias notables de peso entre las dos personas. Se suelen aplicar sobre la carcasa de muelles ensacados diferentes capas de confort, normalmente de espuma HR, o viscoelástica. Una solución adaptable y transpirable.

COLCHÓN DE ESPUMA HR (HIGH RESILIENCE)

El núcleo está formado por un bloque de espuma de célula abierta, normalmente es un colchón muy adaptable y puede tener diferentes tipos de confort (firme, medio y suave). Se pueden aplicar también diferentes capas de confort y variedad de tejidos acolchados al núcleo. Un colchón de espuma HR no tiene por qué ser suave necesariamente.

COLCHÓN DE LÁTEX

Los núcleos de látex se obtienen de la resina de una variedad de árbol tropical, es un material natural e hipoalergénico, aunque también existen composiciones sintéticas. Al ser también un material elástico es recomendable para somieres articulados. El colchón de látex suele ser también bastante pesado, lo que dificulta su volteo. Ofrece una alta adaptación al contorno del cuerpo ofreciendo un soporte más firme que la viscoelástica.

COLCHÓN VISCOELÁSTICO

No existe un colchón que sea viscoelástico en su totalidad, necesitan siempre de un soporte que aporte firmeza, normalmente se hace uso de la viscoelástica en combinación con espumas HR. También conocido como “memory foam” es el material más adaptable, reacciona al calor corporal y reduce los puntos de presión en las zonas de más peso.

COLCHÓN DE MUELLE BONELL

Es el colchón de muelle más clásico, en su favor tiene un alto grado de transpirabilidad. También se juega en este tipo de estructuras con las capas de confort de diferentes materiales. Normalmente es un tipo de colchón económico.


ASPECTOS A TENER EN CUENTA PARA LA ELECCIÓN DEL COLCHÓN

A la hora de elegir el colchón que mejor se adapte a nuestras necesidades hemos de tener claro que no existe ningún material que sea el mejor indiscutiblemente, de hecho existen numerosas discrepancias entre especialistas, fabricantes y consumidores. La elección del colchón se trata de algo absolutamente subjetivo, es interesante tener en cuenta las recomendaciones pero a la hora de comprar lo importante es poder probar y tumbarse en el colchón durante unos diez minutos para hacerse una idea del confort del colchón en cuestión.

TRANSPIRABILIDAD

La circulación del aire es importante tanto para el confort como para la conservación de las propiedades del colchón. En este sentido los colchones de núcleo cerrado (látex, espuma HR, viscoelástica) son menos transpirables, a pesar de que hoy en día las estructuras de célula abierta permiten una mayor ventilación que antiguamente. En el colchón de muelles permite una mayor transpiración, ya sean muelles ensacados o el clásico Bonell.

TEMPERATURA

La temperatura del colchón va muy unida al concepto de transpiración, cuanto más transpirable es el colchón, mayor sensación de frescura. Para los más calurosos también existen colchones hoy en día que incorporan partículas de gel que hacen descender la temperatura del colchón.

ADAPTABILIDAD

Los términos más utilizados cuando hablamos de adaptabilidad son firmeza y suavidad. Hoy en día se combinan gran cantidad de materiales para hacer llegar estas sensaciones al consumidor, es decir, podemos encontrar en el mercado espumas muy firmes, y combinaciones de muelles con otros materiales que aportan una sensación de confort muy suave.

LA PRUEBA

Para probar el colchón en tienda es altamente recomendable llevar ropa cómoda y tomarse el tiempo que se necesite para valorar la sensación del colchón. De modo que no tiene que dar vergüenza el hecho de quitarse los zapatos y pasar unos minutos tumbado, especialmente en la postura en la que solemos dormir.


 

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