Visitar Barcelona: Qué ver y hacer


Patrimonio histórico-artístico de Barcelona

Barcelona ofrece al visitante la posibilidad de recorrer a pie desde las ruinas romanas y la ciudad medieval hasta los barrios del modernismo catalán, con sus edificios característicos, sus manzanas cuadradas de cantos seccionados, sus calles arboladas y sus anchas avenidas. La ciudad antigua es prácticamente llana, mientras que los barrios nuevos, a medida que se acercan a la cordillera litoral, adquieren más pendiente.

El centro histórico y Las Ramblas de Barcelona

La plaza de Cataluña, nexo de unión entre la ciudad vieja y el Distrito del Ensanche.

Uno de los lugares de mayor atractivo y concurrencia son Las Ramblas, paseo situado entre la plaza de Cataluña, centro de la ciudad, y el puerto antiguo. Allí se encuentran kioscos de prensa, de flores, actores callejeros, cafeterías, restaurantes y comercios. Cerca del puerto acostumbran a instalarse mercadillos, así como pintores y dibujantes de todo género, destacando la zona por su índole artística y cosmopolita. Paseando por Las Ramblas pueden admirarse varios edificios de interés, como el Palacio de la Virreina, el mercado de La Boquería y el famoso teatro Gran Teatro del Liceo, en el que se representan óperas y ballets. Una calle lateral de pocos metros de longitud, conduce a la plaza Real, espacio público abierto rodeado de edificios con porches que albergan cervecerías y restaurantes, y en la que se reúnen los fines de semana los coleccionistas de sellos y de monedas.

La Rambla

El paseo de Las Ramblas termina junto al puerto antiguo, donde la estatua de Cristóbal Colón señala hacia el mar. A dos pasos se encuentra el Museo Marítimo, dedicado sobre todo a la historia naval en el Mediterráneo, y en el que se exhibe la reproducción a escala real de una antigua galera de combate. El museo está ubicado en los astilleros de la Edad Media, donde se construían los barcos que navegaban por todo el Mediterráneo. El puerto antiguo ofrece otros atractivos, como un centro de ocio, con comercios, restaurantes, y como centro documental, con un acuario de la fauna marina mediterránea.

En el centro histórico, muy cerca de Las Ramblas, destaca la catedral de Barcelona, la plaza de San Jaime, que acoge los edificios de la Generalidad de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona, y las callejuelas tanto del barrio gótico como del Arrabal y del Borne.

También destaca la posibilidad de apreciar las murallas medievales al lado de las Atarazanas, en el Paralelo, las murallas romanas y la entrada del acueducto en la calle subteniente Navarro, junto a la vía Layetana, o la antigua puerta junto a la catedral; siendo «Barcino», Barcelona, una de las ciudades provinciales mejor amuralladas del Imperio romano. También destacan las fortalezas medievales del castillo Fortí o del castillo de Montjuic; aunque la antigua ciudadela y murallas defensivas construidas en 1714 y que rodeaban la ciudad fueron derribadas en el siglo XIX para permitir la expansión urbana. Aun así, todavía quedan los edificios de la iglesia y el arsenal, que alberga el Parlamento de Cataluña.

Arte público de Barcelona

Paseo en Barcelona

Las Ramblas en Barcelona España, una larga calle que es considerada «paseo».

Plaza de Toros

La Arena de Barcelona, también llamada Plaza de Toros.

Fuente de Canaletes

La fuente de Caneletes donde debes beber para pedir un deseo, ubicada en las Ramblas, Barcelona.

Café L'Opera

Café L’Opera ubicado en las Ramblas.

Dentro de la hermosa Ciudad de Barcelona, hay distintos lugares donde los turistas pueden ir a conocer su historia a través de distintos monumentos arquitectónicos, así como las hermosas calles. Entre estos están la Arena de Barcelona, el Mercado La Boquería, caminar por las Ramblas donde es una vista hermosa además de que múltiples puestos se encuentran ubicados ahí. Además, ahí mismo en las Ramblas, se encuentra el «Café de L’Opera de Barcelona» donde se venden deliciosos baguettes y tapas. También se puede encontrar «La fuente de Canaletes» una muy famosa fuente donde se rumora que debes beber de ella y pedir un deseo.

Monumento a Colón (1888), plaza del Portal de la Paz, uno de los monumentos más emblemáticos de Barcelona.

El conjunto de monumentos y esculturas al aire libre de Barcelona constituye una excelente muestra de arte público que otorga a la capital catalana, en conjunción con otros elementos como su arquitectura, su red de museos o su conjunto de parques y jardines, un inconfundible sello artístico, ya que la ciudad condal siempre ha apostado por el arte y la cultura como una de sus principales características identitarias.

El acervo de arte público de la ciudad es extenso, si bien la mayoría de monumentos y estatuaria situada en lugares públicos procede del siglo XIX en adelante. El primer monumento situado en la vía pública de forma expresa y por encargo municipal que se conserva es el Monumento a Santa Eulalia, en la plaza del Pedró, originaria de 1673. Sin embargo, hasta el siglo XIX no hubo mayores muestras de relevancia, en parte porque la ciudad estaba encorsetada por sus murallas de origen medieval, al tener la ciudad la consideración de plaza militar, por lo que no había mucho espacio disponible para grandes monumentos.​ La situación cambió con el derribo de las murallas y la donación a la ciudad de la Fortaleza de la Ciudadela, lo que propició la expansión de la ciudad por la llanura contigua, hecho que se plasmó en el proyecto de Ensanche elaborado por Ildefonso Cerdá, que supuso la mayor ampliación territorial de la ciudad.

Dragón del parque Güell (1900-1903), de Antoni Gaudí, otro de los símbolos de la ciudad.

A finales del siglo XIX se celebró un evento que supuso un gran impacto tanto económico y social como urbanístico, artístico y cultural para la ciudad, la Exposición Universal de 1888. La estatuaria realizada para la Exposición fue la aportación más importante al arte público de la ciudad en toda su historia, y supuso el banco de pruebas de un nuevo estilo artístico, el modernismo, que hasta principios del siglo XX fue el que imperó a nivel arquitectónico y artístico en la ciudad, y convirtió a la Barcelona modernista, junto con la gótica, en el estilo más definitorio de la ciudad condal.​ Gracias a la Exposición quedaron monumentos como el Arco de Triunfo, la Cascada del Parque de la Ciudadela o el Monumento a Colón.

El siglo XX fue el que más número de obras vio colocadas en las vías públicas de la ciudad. El estilo artístico imperante en las primeras décadas del siglo fue el novecentismo, hasta que en los años 1920 y 1930 se fueron introduciendo las corrientes vanguardistas internacionales. Durante los primeros años de la dictadura franquista se produjo un retorno a estilos academicistas, pero más adelante se apostó de nuevo por la innovación y, especialmente con la llegada de la democracia, el ambiente artístico se introdujo de lleno en los estilos de moda a nivel internacional.114​ Entre las primeras obras del siglo destacan: Desconsuelo (1903), de Josep Llimona, en el Parque de la Ciudadela; el grupo escultórico La canción popular (1909), en el Palacio de la Música Catalana; el Monumento al Doctor Robert (1910), de Josep Llimona, en la plaza de Tetuán; y el Monumento a Mosén Jacint Verdaguer (1924), en la plaza homónima, de Joan Borrell i Nicolau.

La diosa (1928), de Josep Clarà, plaza de Cataluña.

En 1929 se celebró en Montjuic otra Exposición Internacional, que dejó numerosos edificios e instalaciones, algunos de los cuales se han convertido en emblemas de la ciudad, como el Palacio Nacional, la Fuente Mágica, el Teatro Griego, el Pueblo Español y el Estadio Olímpico, así como la fuente monumental de la plaza de España, las cuatro columnas de Josep Puig i Cadafalch y diversas esculturas colocadas por toda la montaña de Montjuic. También se efectuaron diversas actuaciones por toda la ciudad, la más importante de las cuales fue en la plaza de Cataluña, donde se colocó un total de 28 estatuas de diversos autores.

Durante los años de la Segunda República y la Guerra Civil no se realizaron excesivos monumentos, debido a la inestabilidad política y la convulsa situación del país, pero quedaron obras como La República (Homenaje a Pi i Margall) (1934), de Josep Viladomat; o el homenaje a Francesc Layret, de Frederic Marès.

Mujer y pájaro, de Joan Miró, parque de Joan Miró.

Durante la etapa franquista hubo una gran proliferación de monumentos, ya que la dictadura utilizó el arte como medio propagandístico de su ideario.​ Se crearon obras como el Monumento a los Caídos en la avenida Diagonal, de Josep Clarà; la estatua ecuestre del General Franco, en el Castillo de Montjuic, obra de Josep Viladomat; o el Monumento a José Antonio Primo de Rivera, en la calle Infanta Carlota —actual avenida Josep Tarradellas—. Un cambio de rumbo se produjo en 1957, cuando se instaló en el paseo del Valle de Hebrón una obra titulada Forma 212, de Josep Maria Subirachs, que fue la primera obra abstracta situada en un espacio público de la ciudad. Ese año coincidió con la llegada a la alcaldía de José María de Porcioles, quien se mantuvo en el cargo hasta 1973, y cuyo mandato se caracterizó por un mayor aperturismo, en una etapa conocida como «porciolismo».​ Esta etapa se caracterizó por una gran profusión de estatuaria pública, aunque por lo general partiendo de iniciativas particulares, y procurando evitar cualquier connotación política. Eran obras de diferente sello estilístico, sin ninguna planificación general, que fueron surgiendo de forma espontánea y con cierta improvisación.

Con la llegada de la democracia se inició un nuevo período en la estatuaria pública de la ciudad. A nivel estilístico, se hizo una clara apuesta por el arte contemporáneo y por la incorporación de obras de artistas de renombre de todo el mundo. En esos años se instalaron obras como: el Monumento a Pau Casals (1982), de Josep Viladomat y Apel·les Fenosa; el Homenaje a Picasso (1983), de Antoni Tàpies; Mujer y pájaro (1983), de Joan Miró; Elogio del agua (1987), de Eduardo Chillida; el Jardín de Esculturas de Montjuic (1990); y el Monumento a Francesc Macià (1991), obra de Josep Maria Subirachs.

En 1992 se celebraron los XXV Juegos Olímpicos, que también dejaron numerosas obras en la ciudad, principalmente en la montaña de Montjuic, donde se remodeló el Estadio Olímpico y se construyó el Palacio Sant Jordi, pero también en las villas olímpicas del Pueblo Nuevo y el Valle de Hebrón. En los años siguientes continuó a buen ritmo la colocación de obras de arte en espacios públicos, con obras como: Cabeza de Barcelona (1992), de Roy Lichtenstein; Barcino (1994), de Joan Brossa; Personaje (1997), de Joan Miró; y La ola (1998), de Jorge Oteiza.

Por último, en el siglo XXI continuó un cierto eclecticismo derivado de las tendencias postmodernas iniciadas en los años 1980, que ha deparado obras de diverso signo y estilo para la ciudad. Uno de los eventos más destacados del nuevo milenio fue la celebración del Fórum Universal de las Culturas de 2004, que permitió nuevos cambios urbanísticos en la ciudad, especialmente en la zona del Besós y de Diagonal Mar.​ Algunas de las obras incorporadas al acervo público en el nuevo siglo fueron: Árboles gemelos (2001), de Arata Isozaki; Tall Irregular Progression. A las víctimas del terrorismo (2003), de Sol LeWitt; El Canal de Suez (2009), de Albert Viaplana; A los castellers (2012), de Antoni Llena.

Patrimonio de la Humanidad

En Barcelona hay varios puntos de interés declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El séptimo elemento del Lugar Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí» es la Cripta de la Colonia Güell, que se encuentra en Santa Coloma de Cervelló.

La Monumental de Barcelona

Exterior de la plaza de toros Monumental

La plaza de toros Monumental de Barcelona fue inaugurada en 1914 con el nombre de «El Sport» y rebautizada en 1916 con el nombre de «Monumental». Está situada en la confluencia de la Gran Vía y la calle Marina, en el distrito del Ensanche de Barcelona. Con un aforo de 19.582 localidades, tras el cierre de las plazas del Torín y las Arenas, era la única donde se realizaban festejos taurinos en Barcelona, hasta la prohibición aprobada en el Parlamento de Cataluña. En el interior de la misma se halla el Museo Taurino de Barcelona, donde se exponen trajes de famosos toreros, cabezas de toros célebres, documentos históricos y demás objetos relacionados con la tauromaquia.

Cultura de Barcelona

Idiomas

Actualmente en el área metropolitana de Barcelona, debido a la gran inmigración recibida durante los últimos 20 años de todas las partes del mundo, se hablan gran cantidad de lenguas. Algunos estudios hablan de más de 200 lenguas diferentes, pero la inmensa mayoría de la población habla castellano y catalán. Según las encuestas, en Cataluña saben hablar correctamente en castellano un 99,7 % de los residentes y en catalán un 78,3 %. En cuanto a la escritura, en castellano es del 95,6 % y en catalán del 61,8 %.

El dialecto o variante del catalán que se habla en esta zona es el Catalán central, el cual se caracteriza por el uso de:

  • Artículos definidos: ellaelsles. Personales: enna, ella.
  • Verbos incoativos con incremento en –eix.
  • Palabras propias: ànecsorraocell, etc.
  • Sistema vocálico tónico de siete sonidos y átono de tres.
  • Ioditzación.
  • Plurales en -s.
  • Acentos: à, è, é, í, ò, ó, ú.

Museos de Barcelona

Museo Nacional de Arte de Cataluña

En Barcelona existen numerosos museos y fundaciones que tienes que visitar, como el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, el Museo de la Música o el Museo del Chocolate.

Los más importantes han sido los dedicados a artistas concretos, como la fundación Joan Miró, la fundación Antoni Tàpies, o el museo Picasso, gracias a sus fondos propios conseguidos con donaciones y compras de las obras de estos autores, aunque el más concurrido sin duda es el museo del Fútbol Club Barcelona, situado en el Camp Nou. También nos encontramos con Museo Can Framis, Museo de Pintura Contemporánea de Barcelona, museo de la Fundación Vila Casas​ También existen importantes museos creados por las administraciones, como el MACBA y el Museo de Historia de Barcelona, o por la sociedad civil, como el CosmoCaixa, el CaixaForum, el Museo de la Pedrera, sufragados por la obra social de las cajas de ahorros.

Con la llegada del siglo XXI, los tres niveles de la administración han empezado una política de unificación de pequeños museos y colecciones para crear museos de mayor envergadura, con mayores fondos y con más atractivo. El más claro ejemplo de esta política hasta la fecha es el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), fruto de la fusión entre el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte de Cataluña y otros fondos de la Biblioteca General de Historia del Arte, así como fondos de numismática, grabados y fotografía, dando fruto al museo con la mejor colección de arte románico de Europa.

El siguiente museo fruto de esta política y que no puedes perderte es el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona que había sido fundado en 1882​ pero que fue reorganizado en 2011 con la unificación de hasta cinco instituciones: cuatro instituciones anteriormente ya existentes además de un nuevo museo, desde 2011 el principal espacio de exposición permanente de la institución. Este museo de exposición permanente está instalado en el Edificio Fórum, en el extremo oriental de la Diagonal. En tanto que nuevo espacio del Museo de Historia Natural, el Edificio Forum recibió primeramente el nombre de Museu Blau (literalmente «Museo Azul») pero desde 2017 se le retiró el término Museu Blau para hacerle adoptar el nombre de la institución en su conjunto («Museo de Ciencias Naturales de Barcelona»). Las otras cuatro sedes del Museo son la sede original, es decir el Museo Martorell, que albergó el Museo de Geología de 1924 a 2010, el antiguo Museo de Zoología (abierto de 1920 a 2010 en el Castillo de los Tres Dragones y desde 2011 transformado en el Laboratori de Natura, literalmente el «Laboratorio de Naturaleza»), el Jardín Botánico Histórico de Barcelona (fundado en 1930), y el Jardín Botánico de Barcelona (fundado en 1999).

Otro proyecto interesante para visitar es el Disseny Hub Barcelona, conocido por el acrónimo DHUB, es un nuevo centro del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) dedicado a promover el conocimiento, la comprensión y el buen uso del mundo del diseño, y fruto de unir las exposiciones permanentes del Museo Textil y de la Indumentaria y la del Museo de las Artes Decorativas, además de otras colecciones de diseño industrial. Mientras se completa la construcción de su sede definitiva en la plaza de las Glorias Catalanas, se puede visitar en sus dos sedes temporales, el Palacio del Marqués de Lió, donde tienen lugar las actividades y exposiciones temporales, y el Palacio de Pedralbes, donde hay una exposición permanente de sus fondos.

El último proyecto consiste en unificar el Museo de Historia de Cataluña, el Museo Etnológico y el Museo de Arqueología de Cataluña, creando el llamado Museo Nacional de Sociedad, pero este proyecto carece aún de acuerdo y sede definitivos.

Teatros y cines de Barcelona

En Barcelona también hay una gran oferta para ir al teatro y al cine.

Teatro Nacional de Cataluña.

La avenida del Paralelo destaca por la gran concentración de teatros que tiene, aunque hoy en día, tras el cierre de El Molino y otros recintos, su atractivo es menor que hace un par de décadas. Los teatros más prestigiosos de la ciudad son actualmente el Gran Teatro del Liceo, especializado en óperas, el Teatro Nacional de Cataluña, con tres salas en las que se representa a los grandes clásicos, y el Teatre Lliure, con propuestas más vanguardistas. En los distritos de Ensanche y Ciutat Vella hay una gran cantidad de recintos, como el Teatro Condal, Teatro Poliorama, Teatro Romea, el Teatro Victoria o el Mercado de las Flores, que ofrecen espectáculos musicales, comedias y propuestas más experimentales.

La ciudad también ofrece distintas salas y multisalas que ofrecen proyecciones cinematográficas de diferentes estilos: comerciales, películas en versión original, cine de autor, cine europeo… En este sentido destacan la Filmoteca de Cataluña y cines como el Verdi, en Gracia.

Música en directo

Aumentando la cantidad y variedad de sus propuestas en lo que se refiere al repertorio de conciertos y espectáculos, la Barcelona del siglo XXI ha manifestado una clara voluntad de alcanzar el nivel de actividad musical de las más prestigiosas ciudades europeas. La música sinfónica tiene su lugar en el Palacio de la Música Catalana, situado junto a la Vía Layetana, que también ofrece actuaciones de cantautores, y en el Auditorio, sede oficial de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC). La ópera se sitúa en el Gran Teatro del Liceo, situado en la parte baja de Las Ramblas.

En los distritos del Ensanche y, sobre todo, Ciutat Vella, hay gran cantidad de locales donde se ofrecen actuaciones de conjuntos de jazz ante un público reducido. También hay salas de aforo mediano, como el Luz de Gas, el Razzmatazz, Jamboree de la plaza Real o la Sala Bikini, que cada semana programan actuaciones de conjuntos y artistas de pop y rock. Con respecto al hip hop español, Barcelona cuenta con una sólida escena de este género con artistas como Mucho Muchacho, Sr. Zambrana, Falsalarma, ZPU o Masstone entre otros, además de haber dado fruto a los grupos ya desaparecidos Magnatizz y 7 Notas 7 Colores. Por último, con respecto a la música electrónica, Barcelona es el centro neurálgico español de este género tras Ibiza junto a Andalucía y Gijón, destacando especialmente en house, dance, trance, progressive, mákina (dando lugar al referente Pont Aeri, y junto a ella en Mataró a Chasis) y tomando forma la escena chill out a partir de la residencia de Café del Mar.

Interior del Gran Teatro del Liceo

El antiguo Palacio de los Deportes se ha reconvertido en el Barcelona Teatre Musical, una gran sala de actuaciones donde suele haber programadas actuaciones de artistas. Los meses de verano suelen realizarse grandes conciertos. Artistas como Green Day, Bruce Springsteen, los Rolling Stones o U2 hacen sus conciertos en el Palacio Sant Jordi, con aforo para 18 000 espectadores. Los grandes estadios, el Camp Nou (con aforo para 100 000 espectadores) y el Estadio Olímpico Lluís Companys (60 000), también se abren a la música con motivo de grandes eventos.

Barcelona es escenario de importantes festivales en el mundo de la música. Destacan, el Festival primavera Sound, de pop-rock, que se celebra en el mes de mayo durante tres días, el Sónar festival, en junio, que reúne a las mejores propuestas mundiales de la música electrónica y multimedia, y el Festival Grec, mucho más ecléctico, que durante el mes de julio ofrece variadas propuestas en diferentes escenarios de la ciudad. Por último, a finales de septiembre, con motivo de las Fiestas de la Merced, la fiesta mayor de Barcelona, la ciudad ofrece durante tres días distintos conciertos gratuitos, y al aire libre, en diversos espacio públicos de Barcelona. Se trata de la fiesta más multitudinaria de todas las que se celebran en Barcelona.

Tradiciones religiosas que puedes ver en Barcelona

Barcelona ha mantenido buena parte de sus tradiciones religiosas, todas heredadas de fiestas populares. Como todas las ciudades del Mediterráneo occidental las fiestas seguían el calendario agrícola y eran vinculadas a imágenes, representaciones y celebraciones católicas. Tan solo desde hace un par de décadas ha comenzado un proceso de laicidad de las fiestas populares. Una lista de las más conocidas y que aún mantienen su vigencia religiosa son:

  • La procesión a Sant Medir. Esta procesión se realiza todos los años en el Barrio de Gracia, el 3 de marzo día de San Medir. Varias carrozas y personas a caballo recorren las calles de la antigua villa de Gracia repartiendo caramelos a todos los niños que van a su encuentro. La tradición cuenta que la peregrinación se inició en 1830 cuando Josep Vidal i Granés hizo una promesa a San Medir: le prometió ir en peregrinaje todos los años a la ermita de Sant Medir repartiendo caramelos a todos los niños que encontrara en su camino si curaba de su enfermedad. Desde aquel momento el aumento progresivo de peregrinos ha crecido y es una tradición instalada que todos los niños acudan a recoger caramelos. Actualmente son 26 collas, grupos que realizan la romería y pertenecen a diferentes barrios de la ciudad: La Bordeta, Gracia, Sarrià, San Gervasio. Esta tradición forma parte del Patrimonio festivo de Cataluña​ y recibió la cruz de Sant Jordi por parte de la Generalidad de Cataluña el año 2002.

Vida nocturna de Barcelona, no te la pierdas

Barcelona se ha convertido en un centro de referencia de la vida nocturna en España. Actualmente, las dos zonas de público alternativo y más autóctono de bares y discotecas de Barcelona se reparten entre el barrio de Gracia, en la parte alta de la ciudad, y el barrio de Pueblo Nuevo, en la antigua zona industrial de Barcelona, al norte de la zona olímpica, con un público bastante joven y algunos de los clubes más grandes de la ciudad ubicados en naves industriales reformadas.[cita requerida] Las zonas de público más selecto se encuentran en Sant Gervasi y Tibidabo.[cita requerida]

Una de las principales zonas es el casco antiguo, repartido entre el barrio de El Raval, a un lado de las Ramblas, y el Barrio Gótico, al otro lado. Hay una gran cantidad y variedad de bares con un público formado por turistas, extranjeros residentes y una minoría de barceloneses. El Ensanche, especialmente entre las calles Valencia, Gran Vía, paseo de Gracia y Muntaner, es otra de las zonas con mayor cantidad de restaurantes y locales musicales. Desde los años 1980 han proliferado en esta zona los locales de ambiente gay, hecho por el cual se ha llegado a consolidar entre los más jóvenes la denominación de una parte del Ensanche (Eixample) como «Gaixample».[cita requerida] Las zonas más comerciales de ocio se encuentran en torno al Pueblo Español, situado en Montjuic, en el complejo Maremagnum, situado al final de las Ramblas, y en el Puerto Olímpico.

Eventos deportivos que se celebran en Barcelona

La Milla Sagrada Familia tiene lugar en un circuito urbano alrededor del Templo de la Sagrada Familia.

La ciudad está dotada de una red de completos polideportivos municipales que, sumados a los centros privados, facilitan la práctica del ejercicio físico, esto junto con el clima y la especial relación de la ciudad con el mar, hace de Barcelona una de las ciudades europeas con más practicantes de deporte.

Por otra parte, la ciudad ofrece la posibilidad de participar en una gran cantidad de competiciones deportivas en la calle. Las más populares son la Carrera de El Corte Inglés (con una media de 60 000 participantes anuales), la Cursa de la Mercè, la Carrera de Bomberos, la Carrera Jean Bouin, la Maratón de Barcelona, la Milla Sagrada Familia, la San Silvestre Barcelonesa, la Fiesta de la Bicicleta, la Travesía del Puerto de Navidad, o la Fiesta de los patines. Además, en los meses de verano se organizan diversas competiciones deportivas en las playas de la Ciudad.

La orografía de la ciudad, su clima, y la política municipal de crear carriles bici y el bicing ha hecho proliferar el uso de la bicicleta como vehículo de transporte. También es común el uso de patines sobre ruedas, especialmente en la zona de la Villa Olímpica y Ciutat Vella, dónde también hay diferentes «skateparks».


Fuente: Wikipedia

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