Usos forestales no maderables de los anacardos 


Usos forestales no maderables de los anacardos 

Entre los usos medicinales que presenta el Anacardium occidentale en Colombia, la comunidad andoque macera e ingiere el extracto de la raíz, lo cual les sirve como antidiarreico. En la comunidad miraña raspan la corteza y la preparan en infusión de uso antidiarreico; también preparan una infusión azucarada con la prefoliación de las hojas, lo cual les sirve como expectorante. La comunidad tikuna toma la decocción de la corteza a manera de anticonceptivo cada mes, durante la menstruación.

En otras regiones de Colombia, como en los llanos orientales y en gran parte de la cuenca del Orinoco, que es compartida con Venezuela, se encontró que a partir del fruto preparan un vino de propiedades antidisentéricas, también usan el epicarpio y la semilla del fruto como vesicante dermatológico. En la cuenca del Orinoco también se halló que en algunas regiones toman la infusión de las hojas contra la hipertensión; asimismo, de las semillas extraen un aceite que sirve para eliminar barros, mezquinos, lunares, callos, verrugas. En algunas regiones de Brasil mascan la hoja para conservar la dentadura.

Como alimento, las comunidades indígenas colombianas como Miraña, Muinane, Andoque, Tukano, Huitoto y Yukuna, consumen el fruto fresco o la semilla tostada. Lo mismo sucede en El Salvador, en Centro América, donde su semilla tostada es comercializada y el seudofruto congelado se come en época calurosa. En los llanos orientales de Colombia a partir del seudofruto preparan helados y mermeladas.

En algunas regiones de Brasil extraen un aceite comestible de la semilla por métodos de presión. Como uso artesanal, la comunidad indígena Warrau de la cuenca del Orinoco obtiene una resina a partir de la maceración de ramas y hojas con la que preservan la madera de la pudrición y el ataque del comején.

En la cuenca del Orinoco y en los llanos orientales de Colombia, se encontró que a partir de la extracción del jugo del epicarpio y la semilla hacen una tinta indeleble; también elaboran un jabón artesanal a partir de la ceniza de la madera (leña); además, extraen taninos de la corteza y las hojas para curtir el cuero.

En Cuba, Costa Rica y Panamá se consumen ambas partes: seudo frutos y frutos o semillas conocidas como «pepitas» de marañón. Con la fruta carnosa se puede hacer refrescos, que se toman fríos, y mermeladas a las cuales se les agregan semilla asadas trituradas o dulces. Se cree adicionalmente que consumir el seudofruto fresco ayuda a la curación de la garganta irritada.


Fuente: Wikipedia 

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