Sistemas operativos domésticos


Sistemas operativos domésticos

Por número de usuarios, el rey de los sistemas operativos sigue siendo Windows, que ha mantenido su posición dominante en las últimas décadas; es difícil determinarlo con exactitud, pero se estima que más del noventa por ciento de los ordenadores de sobremesa y portátiles funcionan con el sistema operativo de Microsoft. El porcentaje restante se reparte principalmente entre el macOS (Macintosh Operating System), que viene instalado de serie en los portátiles y ordenadores de Apple (MacBook e iMac), y las múltiples distribuciones basadas en el sistema operativo GNU/Linux (Ubuntu, Debian o Fedora, entre otras muchas).

Windows

El casi monopolio que ostenta Microsoft en el área de los sistemas operativos se remonta a los tiempos del MS-DOS: a principios de los 80, la informática de consumo vivió su gran eclosión con la fabricación a gran escala de los «clónicos», ordenadores de bajo coste compatibles con el PC (Personal Computer) que IBM lanzó en 1981. IBM había encargado a Microsoft, una minúscula empresa de software fundada por Bill Gates, el diseño de un sistema operativo para su PC. El joven Bill Gates cumplió el encargo entregando a IBM el sistema operativo MS-DOS, que se instaló en los nuevos PCs de IBM, pero tuvo el acierto de reservarse la titularidad del sistema y el derecho a venderlo por separado.


*El MS-DOS sobre un PC de IBM

Como los clónicos imitaban la arquitectura de los PCs de IBM, el MS-DOS funcionaba perfectamente en ellos; de ahí que, cuando el mercado de la informática personal se inundó de clónicos, el MS-DOS se convirtió de la noche a la mañana en el sistema operativo más utilizado. En pocos años, la combinación PC compatible de bajo coste más sistema operativo MS-DOS copó el mercado y se erigió en estándar, dejando a Microsoft en una posición de abrumadora hegemonía. Puesto que el resto de aplicaciones, como ya se ha indicado, se diseñan para funcionar sobre un determinado sistema operativo, las empresas de software se lanzaron a la producción de programas para MS-DOS, con lo que no lograron sino consolidar la posición de Microsoft, que podía jactarse, con razón, de que sobre su sistema operativo funcionaban todos los programas existentes, los suyos y los de la competencia.

La aparición en 1984 del Macintosh, que incluía por primera vez en el entorno de la informática personal un sistema operativo con una amigable e intuitiva interfaz gráfica, no representó en un primer momento una amenaza por el elevado precio del ordenador de Apple en comparación con los clónicos, pero espoleó sin duda el desarrollo de Windows. En sus primeras versiones (la más popular fue Windows 3.1, lanzada en 1992), Windows parecía más una interfaz gráfica para el MS-DOS que un sistema operativo, pero igualmente gozó de gran aceptación por parte de los usuarios.


*Windows 3.1 (1992)

En este sentido, Windows 95 (1995) fue propiamente el primer sistema operativo de la serie, aun cuando cabe advertir que en algunos aspectos se fundaba todavía en el viejo MS-DOS, manteniendo en modo oculto algunas de sus limitaciones. Por ejemplo, se anunció como gran novedad la supresión de la limitación a ocho caracteres en el nombre de los archivos. Ciertamente, al crear un documento se le podía poner un nombre largo y descriptivo, gracias al cual, al volver sobre él, se recordaba perfectamente su objeto y contenido; pero, internamente, el sistema de archivos seguía guardándolo con una abreviatura de ocho caracteres.

Hubo que esperar a Windows XP (2001), que adoptó el núcleo y el eficiente sistema de archivos de Windows NT (desarrollado paralelamente), para disponer de un sistema operativo verdaderamente acorde con los tiempos. Los principales elementos de la interfaz de Windows 95 (el escritorio, los iconos, las ventanas, el menú desplegable del botón «Inicio» con acceso a todos los programas, la barra de tareas, el área del reloj) se mantuvieron sin demasiados cambios en las sucesivas versiones. Con Windows 8 (2012), no obstante, se produjo un vuelco espectacular; el escritorio se rediseñó en la dirección tomada por las interfaces táctiles, con no poco disgusto para los que prefieren las interfaces clásicas de sobremesa.

macOS

El sistema operativo macOS, sobre el que funcionan los portátiles y ordenadores de Apple (MacBook e iMac), ha experimentado diversas mutaciones tanto en su denominación como en su diseño interno. En el ámbito de la informática doméstica, como ya se ha indicado, el sistema operativo del Macintosh (1984), llamado simplemente System, fue pionero en el uso de una interfaz gráfica con ratón.


*Steve Jobs, John Sculley y Stephen Wozniak en la presentación del Macintosh (San Francisco, 1984)

Su evolución padeció las vicisitudes de la empresa; tras una década de crisis, y con el regreso de Steve Jobs al frente de la compañía, el llamado Mac OS clásico fue substituido por el Mac Os X (2001), un robusto sistema operativo estilo Unix basado en el que Jobs había desarrollado durante su etapa en NeXT Computer. Para armonizar su nombre con el de los restantes sistemas de la casa (iOS, tvOS, watchOS), en 2016 pasó a llamarse macOS.

La fortuna de las sucesivas versiones de este sistema operativo ha sido la de los productos de Apple en que vienen instalados. Desde finales de los 90, tras el regreso de Jobs, la multinacional retomó el rumbo de acelerada innovación tecnológica que siempre la había caracterizado, sin amilanarse ni ante los costes de desarrollo ni ante el precio final del producto. Podría pensarse que los ordenadores de Apple, siempre punteros en tecnología y diseño pero mucho más caros que los de la competencia, se dirigen a sectores con alto poder adquisitivo, pero la realidad es que la empresa ha logrado aglutinar en torno al prestigio de su marca a una variada legión de incondicionales que esperan ansiosamente cada nuevo lanzamiento.

GNU/Linux

Los sistemas GNU/Linux son el resultado final de una iniciativa liderada por el estadounidense Richard Stallman, que en 1985 efectuó un llamamiento entre la comunidad de programadores para desarrollar conjuntamente un sistema operativo al estilo de Unix de carácter libre, es decir, no sometido a los derechos de copyright ni a las leyes sobre la propiedad intelectual de que se valen las multinacionales para proteger sus intereses y mantener oculto el código fuente. Hacia 1991 se había creado ya la mayor parte de los componentes del nuevo sistema, pero la comunidad encontraba dificultades insuperables para desarrollar un núcleo estable.


*Richard Stallman impulsó el desarrollo de un sistema operativo libre

Ese mismo año un solo programador, el finlandés Linus Torvalds, logró completar un núcleo al que llamó Linux, acrónimo de su nombre y Unix. A partir de ese momento, con la integración de los componentes GNU y el núcleo Linux, fue posible disponer de un sistema operativo completo bajo una licencia «copyleft» que otorgaba al usuario acceso al código fuente y total libertad de uso y modificación, con la salvedad de que toda modificación debía publicarse bajo la misma licencia, asegurando así la condición de software libre de las versiones derivadas.

Ciertamente la instalación de las primeras distribuciones de GNU/Linux, aparecidas en 1992, sólo estaba al alcance de usuarios expertos, y hasta finales de los 90 Linux pareció un universo esotérico poblado de pintorescos geeks. Pero la posterior evolución del sistema, perfeccionado por una entregada comunidad de programadores, facilitó las cosas hasta el punto de que actualmente las distribuciones más difundidas, como Ubuntu, son de tan fácil instalación y manejo como Windows e incluso más atractivas a nivel gráfico, posibilitando además la descarga e instalación de todos los programas que puedan necesitarse. Ni los anteriores problemas de compatibilidad con otros sistemas ni la falta de aplicaciones pueden ya servir de excusa para no dar el paso.


 

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