Problemas de Estados Unidos contra Huawei


Problemas de Estados Unidos contra Huawei

El 1 de diciembre de 2018 fue detenida en Canadá Meng Wanzhou, CFO de Huawei e hija del fundador de la compañía, a raíz de acusación de Estados Unidos hacia la compañía de violar las sanciones a Irán respecto al embargo sobre las relaciones comerciales con este país. El gobierno chino tiene un gran implicación con sus empresas y por tanto, protestó por la detención de la directora de finanzas de Huawei mientras que Estados Unidos pedía su extradición. El 13 de diciembre salió en libertad bajo fianza tras pagar 10 millones de dólares canadienses y ser privada de su pasaporte y la posibilidad de salir del país.

El 28 de enero de 2019, el Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos Kirstjen Nielsen, interino Fiscal General Matthew Whitaker, Secretario de Comercio Wilbur Ross, Director del FBI Christopher A. Wray y los fiscales federales anuncian 23 cargos criminales (incluyendo fraude bancario y financiero, lavado de dinero, conspiración para defraudar a los Estados Unidos, el robo de tecnología de secreto comercial, otorgó bonificaciones a los trabajadores que robaron información confidencial de compañías de todo el mundo, fraude por correo electrónico y obstrucción de la justicia) y sanciones contra Huawei, su CFO Meng Wanzhou, Huawei Device USA Inc. y la subsidiaria iraní Skycom de Huawei. El Departamento también presentó una solicitud formal de extradición para Meng ante las autoridades canadienses ese mismo día.​

El 15 de mayo de 2019 Donald Trump firmó una orden ejecutiva declarando una emergencia nacional  prohibiendo el uso de equipos de comunicación extranjeros que se consideren peligrosos para la seguridad nacional, junto con una lista negra de compañías a las que se les prohibía operar en Estados Unidos entre las que estaba Huawei. A partir de entonces, las empresas que quisieran comerciar con Huawei necesitaban la aprobación del gobierno para ello.

La razón por la cual Huawei fue incluida en esta lista es debido a las acusaciones de espionaje industrial y de instalación de puertas traseras en dispositivos Huawei que habrían permitido al gobierno Chino recopilar información de alto valor y sensibilidad. Estados Unidos instaba a otros países a que no comprasen equipamiento de Huawei para las nuevas redes de 5G, incluso amenazando a los países europeos de que Estados Unidos “no podría asegurar la defensa del Oeste si nuestros aliados crecen dependiendo del Este”.

Una de las principales preocupaciones respecto Huawei que llevaron a esta decisión tiene relación con las antenas de telefonía móvil, de las cuales Huawei es uno de los principales proveedores para la infraestructura de red junto con Ericsson y Qualcomm. Pese a que nunca ha habido evidencias claras de la existencia de “backdoors” en esta torres, no es algo completamente necesario de demostrar ya que de alguna forma u otra, Huawei tiene la capacidad necesaria de desplegar software en estas torres, lo que implica una conexión con la sede de la empresa en China. Si estas torres se desplegasen en territorio estadounidense, las empresas de inteligencia estadounidense consideran que implicaría un gran riesgo de que agencias de vigilancia chinas utilizasen esta conexión para introducir malware en la red, con o sin ayuda de Huawei.

A esto hay que sumarle el hecho de que existe una ley de 2017 la cual obliga a Huawei y otras compañías a cooperar con agencias de inteligencias del gobierno chino en caso de necesidad. La ley de inteligencia nacional dicta que “cualquier organización o ciudadano deberá apoyar, ayudar y cooperar con el trabajo de inteligencia del estado de acuerdo con la ley” (capítulo 1, artículo 7 ​). Otra ley promulgada en 2014 sobre el contraespionaje dice: “cuando los órganos de seguridad del estado investigan para enterarse de conductas de espionaje o para reunir evidencia relevante, las organizaciones e individuos relevantes deben proporcionar la verdad y no deben negarse”. Esto implica que pese a las declaraciones de Huawei negando que la compañía vaya a entregar datos sobre el tráfico de red que maneje al gobierno chino, no parece que en el caso de que las agencias de inteligencia lo requieran, esta pueda oponerse a hacerlo, según expertos fuera del país. Declaraciones de un portavoz del gobierno chino remarcaban también el artículo 8 de la ley de 2017 (capítulo 1, artículo 8​) en el cual se menciona que todos los trabajos de las agencias de inteligencia “han de ser acordes con la ley, respetando y protegiendo los derechos humanos y los intereses y derechos de individuos y organizaciones”, ocasión que aprovecharon para criticar la doble moral de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en referencia a la inacción respecto a la inferencia del gobierno estadounidense en las relaciones comerciales de Huawei con las empresas de Estados Unidos.

El domingo 19 de mayo de 2019, la empresa estadounidense Google suspendió relaciones comerciales con Huawei, luego de que el gobierno la incluyera dentro de «la lista negra comercial». Esto genera que ya no se brinden productos de software ni hardware y que en nuevos artículos no se brinde el soporte de Play Store ni actualizaciones.

Intel y Qualcomm se sumaron al corte de las relaciones comerciales con Huawei. Huawei se había estado preparando por si ocurría algo así ya que la compañía había almacenado suministros de los componentes más cruciales suficiente para cubrir alrededor de 12 meses de producción y al menos 3 meses de otros componentes no tan relevantes. Dentro de este plan de preparación frente a los posibles escenarios adversos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, también se incluía el objetivo de desarrollar sus propios componentes semiconductores y su propio sistema operativo.

El 21 de mayo se anunció una tregua de 90 días la cual sería revisada el 19 de agosto de 2019 permitiendo a las empresas estadounidenses el comercio con las compañías incluidas en la lista mencionada de productos que no supongan un “peligro de seguridad nacional” permitiendo así comerciar a la compañía china con operadoras de redes rurales estadounidenses y una serie de licencias específicas que se irían emitiendo a lo largo de la tregua.

El 29 de junio de 2019 Donald Trump, anuncia la suspensión del veto hacia la empresa, por lo que las empresas estadounidenses podrán seguir colaborando con Huawei.

La tregua respecto a Huawei se prorrogó 90 días más el 19 de agosto y, el pasado 18 de noviembre, fue prorrogada de nuevo hasta febrero.


Fuente: Wikipedia 

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