Prevención del déficit de vitamina D en adultos y ancianos


Prevención del déficit de vitamina D en adultos y ancianos

Las personas mayores de 50 años son las que tienen mayor riesgo de presentar un déficit de vitamina D. La capacidad de la piel para sintetizar vitamina D3, decrece con la edad. Los riñones son los encargados de transformar la vitamina D en su forma activa (calcitriol); por ello, en caso de insuficiencia renal puede ser necesario un aporte medicinal de calcitriol.

Los requerimientos de vitamina D se incrementan con la edad, mientras que la capacidad para convertir 7-dehidrocolesterol a provitamina D3 disminuye.​ Además, la capacidad renal para convertir calcidiol en calcitriol también disminuye con la edad, lo que indica la necesidad de incrementar la suplementación en ancianos. Con base a esto, un consenso concluyó que para prevenir de forma óptima las fracturas osteoporóticas se recomiendan concentraciones de calcidiol en sangre mayores de 30 ng/ml, lo cual es equivalente a 75 nmol/L.

Los individuos obesos pueden tener niveles disminuidos de vitamina D en sangre, probablemente por una biodisponibilidad reducida, por lo que pueden estar en riesgo de déficit. En algunos pacientes a quienes se les ha extraído la glándula paratiroides o que sufren hipoparatiroidismo, se recomienda administrar dosis terapéuticas de vitamina D para mantener adecuados los niveles sanguíneos de calcio.​ Pacientes con enfermedad hepática crónica o malabsorción intestinal, también pueden requerir dosis altas de vitamina D.

El uso de protectores solares con factor de protección (SPF) de 8, inhibe más del 95% de producción de la vitamina D en la piel, por lo que existe riesgo de déficit.


Fuente: Wikipedia 

David
Author: David

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