Partes de la factura de la luz


Partes de la factura de la luz

El precio final que paga el consumidor se divide entre la potencia contratada y el consumo. Se le añade el IVA, el impuesto eléctrico y el alquiler del contador.

A menudo se alude a que las eléctricas complican la presentación de los ya complicados esquemas de la factura de la luz para confundir al usuario.​ Solo el 11% de los usuarios dice entender completamente la factura de la luz.​ El concepto más importante a tener en cuenta es el precio del kWh: «en caso de tener los suministros mal contratados, puede suponer un antes y un después, cantidad que suele ser mayor en colectivos en situación de vulnerabilidad, ya que pueden ser beneficiarios del bono social», señala Daniel Álvarez, técnico de la Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan.​ «Ningún año la oferta del mercado libre ha sido más barata que la del mercado regulado, pese a los presuntos descuentos ofertados por las eléctricas, por lo que estar en el mercado regulado es la vía más sencilla para ahorrar, aunque no siempre la más ética o ecológica», resaltan.

Potencia contratada

Por un lado, se aplica un precio fijo en relación a la potencia contratada por el cliente. La inmensa mayoría de los hogares tiene menos de 10 kW.

El nivel de tensión y la discriminación horaria caracterizan la estructura de tarifas de acceso a redes de los distintos suministros: tarifas de acceso en uno, dos y tres periodos tarifarios en baja tensión (menos de 1 kV), tres y seis periodos tarifarios en media tensión (de 1 a 30 kV), y seis periodos tarifarios en alta tensión (más de 30 kV). 

Los costes de acceso se cobran según un sistema binómico. La potencia contratada por el consumidor (kW) se multiplica por un cierto coeficiente (€/kWh), y la energía consumida (kWh) por otro coeficiente (€/kWh). Para los costes de suministro (principalmente transporte y distribución), la metodología es establecida por el regulador sectorial (la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencencia, CNMC) y resulta en una parte de la tarifa dominada por el término de potencia (€/kW). Para los costes de política (principalmente la remuneración específica) es el Ministerio de Industria quien establece la tarifa, resultando en una parte de la tarifa dominada por el término de energía (€/kWh).

Los costes se cargan a los consumidores de una forma muy heterógenea. Así, los grandes consumidores electrointensivos hacen frente a unos peajes muy reducidos (del menos de 1 c€/kWh) en comparación con los clientes domésticos (del orden de 10 c€/kWh). Existen también términos específicos para consumidores autoproductores.

Consumo

El precio que cobra la compañía eléctrica por el kWh será el que más influenciará el precio final de la factura y dependerá fundamentalmente de si el cliente se encuentra en el mercado libre o en el mercado regulado. Los precios en el mercado libre por lo general son siempre bastante más altos. La CNMC pone a disposición de los clientes un comparador de precios.

El precio el kWh se subasta entre las compañías productoras de electricidad a través del operador del mercado OMIE (Operador del Mercado Ibérico Español), responsable de la gestión económica del sistema.​ Hay dos tipos de subasta: diaria y trimestral. En la subasta trimestral además de las eléctricas, participan agentes financieros, como los bancos, banca comercial, o banca de inversión, los cuales negocian con el precio de la electricidad, y actúan de intermediarios entre las compañías eléctricas y el Estado. Según Jorge Morales de Labra, director de GeoAtlanter, esto implica un sobrecoste de 500 millones de euros anuales (dividido entre 20 millones de consumidores son 25€ por consumidor).

Costes incluidos en los anteriores

Producción de la electricidad (% desconocido)

Según Jorge Morales de Labra, director de GeoAtlanter, el coste real de la producción de electricidad es desconocido porque las empresas productoras de electricidad se niegan a someterse a auditorías públicas de costes. Este precio está fuertemente influido por la climatología. Por ejemplo, en verano, hay menor disponibilidad de agua y viento, por lo que el sistema depende más de fuentes de energía de combustibles fósiles, que son más caras y deben pagar derechos de emisión de gases de efecto invernadero. Existe además una fuerte dependencia del gas en verano fruto de la ausencia de un fuerte desarrollo de la energía solar, con países como Alemania superando a España, aun teniendo menos horas de exposición solar. En otoño y primavera, con la llegada de borrascas que traen lluvia y viento, se produce más energía eólica e hidroeléctrica, por lo que el precio baja. El precio de la producción también se ve influido por decisiones geopolíticas a nivel mundial que alteran el precio del petróleo o del gas, materias primas de producción de la electricidad en buena parte de las centrales eléctricas.

Márgenes de beneficio (% desconocido)

Además, existen críticas por la falta de competencia, con acusaciones de oligopolio hacia las 4 principales empresas eléctricas. El Informe sobre el sector energético español, del 7 de marzo de 2012, elaborado por la Comisión Nacional de Energía detalla:

Con respecto al nivel de competitividad del sistema, en España los precios finales, especialmente de electricidad, que tienen un impacto directo en la competitividad industrial, se situaron en 2011 en el rango elevado de la Unión Europea. Por su parte, los precios finales para los consumidores doméstico-residenciales, especialmente de electricidad, registran puestos entre los más elevados del ranking europeo
Informe sobre el sector energético español, del 7 de marzo de 2012, CNE – Comisión Nacional de Energía

Beneficios caídos del cielo (% desconocido)

Dentro de los márgenes de beneficio de las compañías eléctricas, que se desconoce, se les paga a estas compañías los «beneficios caídos del cielo», ya que al existir en la actualidad un mercado mayorista marginalista, se paga la electricidad de fuentes baratas al precio de las fuentes más caras.

Intermediarios (% desconocido)

En la subasta trimestral del mercado mayorista, además de las eléctricas, participan agentes financieros, como los bancos, banca comercial, o banca de inversión, los cuales negocian con el precio de la electricidad, y actúan de intermediarios entre las compañías eléctricas y el Estado. Según Jorge Morales de Labra, director de GeoAtlanter, esto implica un sobrecoste de 500 millones de euros anuales (dividido entre 20 millones de consumidores son 25€ por consumidor).

Ayudas a los productores de energía eléctrica en régimen especial (renovables o cogeneración de alta eficiencia) (aprox. 17%)

El principal concepto de coste son los subsidios a los generadores renovables y la cogeneración, que desde la aprobación de la ley del Sector Eléctrico 24/2013 figuran generalmente como «retribución específica», y con anterioridad como «primas». En 2013 ascendieron a 9842 millones de euros. Representa en torno a un 17% de la factura y es el concepto más polémico, pues muchos no entienden por qué este gasto lo deben pagar los consumidores, aunque las energías renovables, al ser más baratas, contribuyen a frenar la subida del precio final.​

Peajes de distribución y mantenimiento de redes de distribución (aprox. 10%)

El siguiente concepto de coste es el de los costes de distribución, 5070 millones de euros, que van dirigidos a mantener las redes de circulación de la electricidad en pueblos y ciudades, así como la instalación y lectura de contadores, su mantenimiento y actualización periódicos. Representa en torno a un 10% de la factura.

Peajes de transporte y mantenimiento de redes de transporte (aprox. 3%)

Los costes de transporte suponen 1597 millones de euros. Van dirigidos a mantener los 43 000 km de líneas de alta tensión de Red Eléctrica de España que se encargan de transportar la electricidad, así como las más de 5000 subestaciones que velan por que la electricidad llegue a los consumidores a la tensión adecuada. Representa en torno a un 3% de la factura.

Déficit de tarifa (aprox. 5%)

Durante años, ante la subida del precio de la factura de la luz y el creciente enfado de los consumidores, los reponsables políticos comenzaron a aplicar una congelación del precio al margen de la subida de los costes declarados de la energía, que se transformó en «deuda», e intereses, de los consumidores con las empresas productoras de electricidad. Se critica que fue una decisión populista que solo consiguió poner un parche coyuntural al problema estructural de la subida del precio de la luz, creando un problema mayor, pues los consumidores acabarían pagando más caro después lo que no pagaron entonces. La anualidad del déficit de tarifa son 2668 millones de euros, consecuencia de la mala gestión política. Representa en torno a un 5% de la factura.

Solidaridad interterritorial con Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla (aprox. 4%)

La compensación extrapeninsular son 903 millones de euros, lo que se paga a Endesa como solidaridad interterritorial para que la electricidad llegue a las islas Canarias, las islas Baleares, Ceuta y Melilla al mismo precio que el resto de España y sus habitantes no sufran un precio excesivo. Representa en torno al 4% de la factura de la luz.

Impuestos (aprox. 14%)

La electricidad se grava con el impuesto eléctrico, del 5,1127%, y el IVA, que históricamente se ha aplicado el tipo normal, en 2021 del 21%, aunque desde verano de 2021, tras una escalada histórica del precio del kWh, el gobierno presidido por Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español y Podemos, bajó el IVA aplicado del 21% al tipo reducido, del 10%, hasta final de año.

El porcentaje de la factura dedicados a impuestos en verano de 2021 es del 15,1127%. Anteriormente, con el IVA del 21%, era del 26,1127%. El IVA se aplica sobre el total de la factura, incluidos la potencia contratada, el consumo y el alquiler del contador, mientras que el impuesto eléctrico se aplica solamente sobre la potencia contratada y el consumo.

Alquiler del contador (aprox. 1%)

En 2007 se aprobó la Orden IET/290/2012, de 16 de febrero, por la que se revisan las tarifas eléctricas a partir del 1 de enero de 2008 en lo relativo al plan de sustitución de contadores.​ Esto implicaba que todos los contadores de medida en suministros de energía eléctrica con una potencia contratada de hasta 15 kW deberían ser sustituidos por nuevos equipos que permitiesen la discriminación horaria y la telegestión antes del 31 de diciembre de 2018. En 2020 casi el 100% de los clientes ya contaba con uno. El alquiler de estos equipos suele representar algo más del 1% de la factura de la electricidad de un hogar medio.​ El CUPS de Endesa empieza por ES0023, Iberdrola por ES0021, Naturgy por ES0022 y EDP por ES0026.

Otros

  • Los pagos a la industria electrointensiva en concepto de interrumpibilidad suponen 749 millones de euros.
  • La moratoria nuclear suponía 75 millones de euros, consecuencia de la decisión política de parar la construcción de centrales nucleares. Saldado completamente en 2015.
  • Finalmente, existen otros conceptos de mucha menor entidad hasta alcanzar un total de 216 057 millones de euros.

Fuente: Wikipedia

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