Otro tipo de carnes


Otro tipo de carnes

En diferentes culturas el tipo de consumo de carne varía mucho, el concepto habitual es relativo y está relacionado con las costumbres culinarias del lugar, la disponibilidad del animal, las tradiciones sociológicas, etc. En la cocina occidental no se realizan ciertas preparaciones por ser «poco habituales» o por ser una práctica ya abandonada, o muy localizada de ciertas áreas:

  • Carnes de liebres y conejos. Suelen ser animales que tradicionalmente se han considerado de caza, su alta tasa de reproducción les convierte en una especie idónea para su ganadería. Se trata de una carne baja en grasas (menos del 4 %) y alta en contenido proteico (más del 20 %). Las piezas suelen tener entre los 2,5 kg de peso. Pese a ser mamíferos se le considera como carne blanca, teniendo un aspecto muy similar a la carne de pollo.
  • Carne de caballo. Es consumida frecuentemente en algunos países de Europa, como Alemania y el oeste de Francia y en algunos lugares de Asia, a pesar de que haya sido rechazada en algunas partes (tanto la carne como su leche).​ La carne de sus equivalentes son el burro y la mula. Los antiguos griegos la ofrecían como sacrificio a Poseidón. El consumo de carne de caballo se denomina hipofagia.
  • Carne de perro. Existe en la cocina coreana y china. En algunos lugares de Asia se consume de forma tradicional desde muy antiguo con fines medicinales, donde se cree que previene la impotencia además de proporcionar «calor» a los cinco órganos vitales.​ Se llegó a consumir en diferentes partes como en el México prehispánico, ya que los aztecas consumían el «itzcuintli» o perro pelón mexicano.
  • Carne de gato. No es extraño verlo en mercados chinos para ser cocinado. Aunque en España es rechazado para su consumo por ser animal de compañía, se ha llegado a consumir en épocas de escasez, al igual que la carne de perro (es el origen de la expresión dar gato por liebre).
  • Carne de avestruz. Aunque originario de la cocina australiana, es cada vez más popular en Europa, y hoy día las granjas de avestruces o los ganaderos que complementan su granja con estos animales son cada vez más frecuentes, siendo habitual encontrarlas en las ferias de ganado.
  • Carne procedente de anfibios y reptiles. Es una carne blanca muy apreciada en gran parte de Asia. En Europa tiene tradición el consumo de la carne de rana, sin embargo cayó en desuso. Desde hace varias décadas ha vuelto a consumirse tímidamente, mayormente en un aperitivo llamado ancas de rana. Respecto a los reptiles, en América es muy común el consumo de carne de tortuga, iguana y serpiente. También se consume la carne del caimán de anteojos en Venezuela (donde se lo conoce como babo), especialmente durante la Semana Mayor.
  • Carne de insectos. La entomofagia no es considerada en la mayoría de los países occidentales, pero poco a poco va ganando consumidores adeptos pudiendo llegar a ser fuente importante de proteínas en la dieta occidental. No obstante, en Colombia y Venezuela es común consumir hormigas de la especie Atta laevigata ya sea como aperitivo o como parte de una salsa picante llamada catara.
  • Carne de camello. Es muy empleada en ciertos lugares de África (Oriental y septentrional) así como en algunos países de Medio Oriente, donde es apreciada también su leche. El sacrificio de un dromedario adulto puede proporcionar entre 500 y 600 kg de carne neta con un contenido bajo de grasas que puede llegar a un 5 %.​ Esta carne es evitada por los cristianos coptos de Egipto. Dentro de la misma especie se encuentra la Llama en una preparación en forma de carne seca denominada charqui (una especie de cecina que se hace también con la carne de otros animales) y se puede elaborar entre 10 y 15 kg por cada llama.
  • Carne de ballena. El consumo de la carne de estos grandes mamíferos (llegan a pesar 150 toneladas) está muy regulado y prohibido en algunos países, a pesar de ello se consume en algunos lugares donde su carne forma parte de las recetas más tradicionales. ​Su carne es muy similar a la carne del vacuno, pero con un mayor contenido graso, el color de la carne depende de la edad del espécimen y puede variar entre rojo a rojo oscuro. Esta carne tiene periodos de conservación muy cortos y tiende a ponerse rancia muy rápido.
  • Carne de cuy. El consumo de esta especie, también conocida como cuyo, cuye, cobaya o conejillo de indias, es común en países andinos de América del Sur como Perú, Bolivia o Ecuador. Su carne posee un alto valor nutritivo: poca grasa y mucha proteína.
  • Canibalismo. Consumo de carne humana. Fue una práctica realizada en las culturas antiguas, siendo con el tiempo rechazada, abandonada y finalmente, restringida por el ámbito penal y perseguida por las sociedades modernas. Surge con mayor frecuencia en periodos de hambruna como una forma de desesperación. Es más común en tribus africanas, caribeñas o de las islas del Pacífico como parte de sus rituales.

Fuente: Wikipedia

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