Origen e historia del Museo del Lowvre


Origen e historia del Museo del Lowvre

El edificio antes de la creación del museo

El edificio que alberga el museo desde su fundación es el castillo del Louvre, luego reconvertido en palacio real. Su origen se remonta al siglo XII, y fue objeto de ampliaciones renacentistas y otras más tardías. En este edificio acumuló el rey Carlos V (1338-1380) sus colecciones artísticas. Ya en el siglo XVI, los monarcas Francisco I y Enrique II planearon reformas para hacer de él una verdadera residencia real renacentista.

Los monarcas franceses mostraron, ya desde el siglo XIV, afición por adquirir obras de arte, debiendo destacarse la labor de Francisco I, quien protegió al italiano Leonardo da Vinci en sus últimos años. Sin embargo, fue la reina consorte Catalina de Médici la que esbozó el proyecto que hizo del Louvre el gran palacio que es actualmente, labores que continuó Enrique IV después de las guerras de religión.

La construcción del Palacio de Versalles, agilizada bajo el reinado de Luis XIV, hizo que el Louvre quedara desocupado por la familia real a finales del siglo XVII,​ y por ello se instalaron en él, ya en el siglo XVIII, la Academia Francesa y después las restantes academias. Allí se celebraron exposiciones anuales de la Real Academia de Pintura y Escultura. Con todo, la colección real era relativamente pequeña hasta que Luis XIV adquirió las colecciones del banquero Jabach y del cardenal Mazarino. Luis XV adquirió la colección del príncipe de Carignan, y Luis XVI, cuadros de las escuelas flamenca y neerlandesa.

En 1774, el Conde de Billarderie d’Angiviller es nombrado Director de Edificios del reino e inicia realmente la investigación y planificación del Museo en la Gran Galería del Louvre, que a la postre sería inaugurado tras la caída del «viejo régimen», en 1793. D’Angiviller retomó la política de adquisiciones olvidada desde el reinado de Luis XIV y buscó llenar los huecos que poseía la colección para dar una idea más completa de las diversas escuelas de pintura representadas en ella.

En 1784, el pintor Hubert Robert es nombrado conservador del futuro museo, comenzado el traslado de obras propiedad del reino desde los palacios de Versalles y de Luxemburgo y creando expectación entre la población de París por tener acceso a las obras.

La Revolución francesa y el periodo napoleónico

Tras la Revolución francesa iniciada en 1789, que implicó la abolición de la monarquía, el Palacio del Louvre fue destinado (por decreto de mayo de 1791) a funciones artísticas y científicas, concentrándose en él al año siguiente las colecciones de la corona. Parte del Louvre se abrió por primera vez al público como museo el 8 de noviembre de 1793. Esta solución se impuso, habida cuenta de que estaba ocupado por las academias y porque, ya en 1778, se había elaborado el proyecto de utilizar su Gran Galería como pinacoteca. Lo novedoso de la medida fue que se nacionalizaban bienes de propiedad real, y que el acceso era libre pues no se limitaba al público culto ni se regulaba mediante visitas concertadas.

La revolución significó la obtención de obras de arte para el estado por diversos caminos: la supresión de las órdenes monásticas, la desafectación de las iglesias y el abandono de bienes por la nobleza huida. Sin embargo, con el inicio de la revolución, d’Angiviller no pudo ver concretado su proyecto pero se le reconoce como el primer gran impulsor de este recinto cultural que durante la década de 1780 generó textos como el del Abad Thierry quien en su Etat actuel de Paris (Estado actual de París) urgía a completar este gran «monumento, tan ardientemente deseado por los amantes de las artes» y que haría que la capital francesa lograra la supremacía en temas de arte por encima de Roma.

En julio de 1793 es creado por decreto el Muséum Central des Arts, y agosto del mismo año se inaugura, simbólicamente, la Grande Galerie du Louvre, ya que se tuvo que cerrar inmediatamente para realizar reparaciones, reabriendo sus puertas el 18 de noviembre. De los 10 días que duraba la semana durante este periodo post-revolucionario (decade), el público solo podía visitar el espacio 3 días: 5 eran exclusivos para los copistas y dos más para la limpieza. En abril de 1794, la galería vuelve a cerrar para trabajos de mantenimiento, reabriendo parcialmente al público en abril de 1799 y totalmente hasta julio de 1801.

En 1803, cuando Napoleón Bonaparte era todavía cónsul, el recinto cambió su nombre por Museo Napoleón. Aunque ya existía desde antes una política de apropiarse obras de arte de otros países durante las campañas militares desde el periodo de la Primera República y la Convención Nacional, el nombre del que sería el primer emperador de Francia se vincularía de manera importante con esta práctica. Las guerras napoleónicas significaron un notable incremento de las colecciones del Louvre, pues los ejércitos requisaron obras en los distintos países invadidos. Algunas de estas obras tuvieron que devolverse al caer el régimen napoleónico, pero algunas muy importantes quedaron en el Louvre, como Las bodas de Caná de Veronés.​ En 1801 la firma del Concordato obligó a devolver a las iglesias obras religiosas. Otras aportaciones de Napoleón I al Louvre fueron la finalización del emblemático «Cour Carrée» (Patio Cuadrado) y el inicio del proyecto largamente planeado de juntar el Louvre con las Tullerías.

Desde el Segundo Imperio hasta finales del siglo XX

El fondo de pintura medieval italiana creció sustancialmente gracias a que Napoleón III compró la Colección Campana, propiedad del financiero italiano del mismo apellido. Parte de ella se halla depositada en el Petit Palais de Aviñón.

El edificio del Louvre estuvo unido al palacio de las Tullerías (Palacio de las Tejeras) formando un solo conjunto hasta 1870, cuando este último fue destruido en los hechos de la Comuna de París tras la guerra franco-prusiana. Los tesoros artísticos de las Tullerías se perdieron en el incendio del palacio, cuyas ruinas fueron demolidas; desde entonces, el Louvre domina el gran parque abierto en dicho solar.

Bajo la ocupación de Francia por las Fuerzas del Eje, varias obras del museo fueron escondidas a lo largo del territorio francés. A partir de 1938, tras la anexión de Austria y la crisis de los Sudetes por parte de la Alemania nazi, las autoridades francesas emprendieron la evacuación a Chambord de las obras más preciadas, incluida La Gioconda. Tras los acuerdos de Múnich las obras volvieron al Louvre. Sin embargo, el verdadero traslado comenzó en agosto de 1939, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.

El museo, cuyas salas y pasillos marcan un recorrido de varios kilómetros, fue sometido a una modernización en la década de 1980, por iniciativa del presidente François Mitterrand.​ El elemento más visible del proyecto, conocido como « Le Grand Louvre »,​ fue la pirámide de cristal diseñada por el arquitecto Ieoh Ming Pei e inaugurada en 1989 para centralizar el acceso de los visitantes, que descienden por ella a un recibidor subterráneo por el que se accede a las diversas salas del museo.​ A pesar de tal modernización, varios sectores del Louvre seguían ocupados por organismos públicos, y solo en fecha reciente se han desalojado y adaptado como salas de exposición.

La colección se incrementó mediante donaciones de coleccionistas privados, así como por una política de adquisiciones que se ha centrado especialmente en la escuela francesa, que estaba representada de manera incompleta de acuerdo al gusto de los sucesivos reyes. Muchas obras medievales, del rococó y del romanticismo llegaron poco antes de 1900. Entre las donaciones, caben destacar dos legados: el del coleccionista Louis La Caze, que aportó en 1869 la Betsabé de Rembrandt y El patizambo de José de Ribera, y en 1935 el legado del barón Edmond de Rothschild (1845-1934), con más de 40.000 grabados, casi 3000 dibujos y 500 libros ilustrados.

Siglo XXI

En marzo de 2004 se anunció la apertura de una nueva sala dedicada al arte islámico: para su diseño se convocó un concurso internacional en 2005 y se inauguró en 2008, con una inversión de 50 millones de euros. Sin embargo, el despliegue de las colecciones islámicas prosiguió con una ampliación mayor, subterránea, inaugurada en 2012 y que se corona por una cubierta en forma de alfombra voladora. Estas salas contaron con el patrocinio de países y magnates islámicos, deseosos de favorecer la difusión de su cultura en Europa.

A pesar de las múltiples ampliaciones y reformas, el Louvre mantiene almacenada parte de sus colecciones, lo que explica la apertura de una segunda sede en Lens, cerca de la frontera con Bélgica. Esta ciudad se hallaba económicamente deprimida por una crisis industrial, y la apertura del Musée Louvre-Lens en diciembre de 2012, con unas 600 obras, le ha asegurado un estimable flujo turístico, al menos inicialmente: 900.000 visitas en su primer año de funcionamiento. Por su parte, la Unión Europea, fue el segundo mayor financiador del proyecto, con una participación de 37 millones de euros (24,7% del monto total).

Adicionalmente, en Liévin, una población cercana a Lens, se está construyendo un gran almacén para el Louvre parisino; una vez inaugurado en 2019 dará una ubicación más segura a miles de piezas que en París corren cierto riesgo por los ocasionales desbordamientos del río Sena. Este peligro quedó patente en junio de 2016, cuando una crecida del Sena obligó a mover miles de piezas desde los sótanos a plantas superiores.

Así mismo, el Louvre ha accedido a dar su nombre a una segunda delegación, ésta en el extranjero: el museo Louvre Abu Dabi en Emiratos Árabes Unidos. A cambio de una suma cercana a US$1300 millones, la institución ha suscrito un acuerdo de treinta años de duración, según el cual aportará su nombre, obras de arte y asesoramiento a un museo de nueva construcción diseñado por Jean Nouvel. Este acuerdo permitirá exhibir obras que permanecían almacenadas, además de captar fondos para el mantenimiento del edificio del Louvre y para la recuperación de una parte de su Pabellón de Flora.

Gracias al atractivo de sus ricas colecciones y al turismo que fluye anualmente por París, el Louvre se mantiene entre los museos más visitados del mundo; a lo largo de 2018 recibió 10 200 000 visitas.


​Fuente: Wikipedia

David
Author: David

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