Medidas preventivas para la Covid-19


Medidas preventivas para la Covid-19

Medidas básicas

Las medidas básicas para prevenir la transmisión de la enfermedad incluyen: lavarse las manos con agua y jabón, llevar mascarillas, el distanciamiento social, no tocarse los ojos, la nariz ni la boca con las manos sin lavar, y toser y estornudar en un pañuelo desechable o en el pliegue del codo.​

Mascarillas

*Mascarillas con válvulas de salida. Esas válvulas expulsan el aire sin filtrar, pudiendo transmitir el virus.

Muchos países, gobiernos, y asociaciones como la CDC y la OMS, recomiendan usar mascarillas o coberturas faciales de tela quirúrgica, especialmente en lugares públicos donde haya mayor riesgo de transmisión y donde las medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener. Esta recomendación busca reducir la propagación de la enfermedad entre personas con síntomas y sin síntomas, y es complementaria a otras medidas preventivas como el distanciamiento social. Utilizar cubiertas faciales limita el volumen y la distancia de viaje de las gotitas que se dispersan al hablar, respirar y toser.

Las mascarillas se recomiendan, más a quienes puedan haber sido infectados, y a los cercanos a alguien que pueda tener la enfermedad. Y se recomienda a los profesionales de la salud que interactúan directamente con pacientes con COVID-19 que utilicen mascarillas que sean al menos tan protectoras como la mascarilla N95, o las certificadas por NIOSH u otro organismo equivalente, además de que usen otros complementos de protección personal.Cuando no se usa máscarilla, el CDC recomienda cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar, o con la parte interna del codo si no se dispone de pañuelo. Se recomienda la higiene adecuada de las manos después de toser o estornudar.Hay mascarillas que llevan alguna válvula de exhalación (es decir, de salida) para expulsar el aire de la respiración sin filtrar. Por ello, si su portador estuviese infectado (y puede estarlo sin saberlo), transmitiría el virus a través de la válvula, incluso estando la mascarilla certificada. Así que las mascarillas con válvula de salida no están recomendadas para controlar la pandemia.

Vacunas

*Proporción de personas que recibieron al menos una dosis de las vacunas contra la COVID-19.

*Una adulta mayor recibiendo una vacuna contra la COVID-19 en diciembre de 2020.

Las vacunas contra la COVID-19 comprende al conjunto de vacunas que tratan de prevenir la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2, virus responsable de la pandemia de enfermedad por coronavirus de 2019-2021.

Para febrero de 2021 diez vacunas han sido autorizadas para su uso público por al menos una autoridad reguladora competente. Además, hay unas 70 vacunas candidatas en investigación clínica, de las cuales 17 en ensayos de fase I, 23 en ensayos de fase I-II, 6 en ensayos de fase II y 20 en ensayos de fase III.​ Las vacunas contra la COVID-19, se pueden clasificar según el vector que utilizan para introducir el material del SARS-CoV-2. El vector puede ser una versión inactivada del propio coronavirus, otro virus (generalmente un adenovirus) al que se le ha insertado ARN del SARS-CoV-2, o bien ARN mensajero solo.

La vacunas que se encuentran en uso en la actualidad son las:

  • Vacunas de ARN mensajero: el tozinamerán de Pfizer-BioNTech y el elasomerán de Moderna.
  • Vacunas de coronavirus inactivado: BBIBP-CorV de Sinopharm, Covaxin de Bharat Biotech, CoronaVac de Sinovac Biotech y WIBP-CorV de Sinopharm.
  • Vacunas de otros vectores virales: Sputnik V del Instituto Gamaleya, Covishield/Vaxzevria de Oxford-AstraZeneca, Convidecia de CanSino Biologics y Ad26.COV2.S de Janssen-J&J.
  • Vacunas de subunidades o vacuna de antígenos peptídicos: EpiVacCorona del Instituto Vector, Abdala del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba y Soberana 02 del Instituto Finlay de Vacunas.

La eficacia más alta contra los síntomas obtenida hasta ahora por una vacuna contra la COVID-19 es del 95%, un valor similar a la inmunidad natural que se obtiene al infectarse con el SARS-CoV-2.​ Otras vacunas, sin embargo, presentan una eficacia menor, algunas de solo el 50%.​ Otra diferencia importante entre las diferentes vacunas es su temperatura de conservación. Mientras que las vacunas de adenovirus o coronavirus inactivados se conservan en refrigeradores, las de ARN mensajero requieren congeladores a -20 ºC (Moderna) o incluso a -80 ºC (Pfizer), lo cual complica su distribución.​ Debido a la capacidad de producción limitada de los fabricantes de vacunas, los Estados han tenido que implementar planes de distribución por etapas, que dan prioridad a la población de riesgo, como los ancianos, y a las personas con alto grado de exposición y transmisión, como los trabajadores sanitarios.

A fecha de diciembre de 2020, los Estados soberanos del mundo habían comprado por adelantado más de 10 mil millones de dosis de vacunas; de ellas, aproximadamente, la mitad habían sido adquiridas por países de ingresos altos que representaban el 14% de la población mundial.​ En el consejo del ADPIC, el acuerdo que regula la propiedad intelectual y patentes dentro de la OMC, la India y Sudáfrica presentaron en octubre de 2020 una propuesta para la suspensión temporal –mientras dure la pandemia– de los medicamentos, vacunas e instrumentación médica de uso en el tratamiento contra la COVID-19. A esta propuesta se opusieron principalmente los países ricos, entre ellos países miembros de la Unión Europea, los Estados Unidos, el Reino Unido y Brasil.​ En el mes de mayo de 2021, otros 60 países han copatrocinado la propuesta, que alcanza el apoyo de más de 100 países, y el 5 de mayo los Estados Unidos dieron la sorpresa al anunciar que apoyaba la propuesta de suspensión de patentes, si bien solo en relación con la vacunas.

Para el 9 de septiembre de 2021, se habían administrado 5 640 millones de dosis de las vacunas contra la COVID-19, distribuidas solamente entre el 41% de la población mundial.

Tras vacunarse

Cuando alguien ha sido vacunado contra la COVID (ha recibido todas las dosis necesarias de la vacuna, y ha pasado un tiempo establecido), todavía es posible transmitir la enfermedad, aunque las posibilidades quedan bastante reducidas.​ Además, las vacunas fallan en una pequeña proporción de la gente vacunada.Así que se recomienda que la población siga realizando resoluciones preventivas (lavarse las manos con jabón, ponerse mascarilla, mantener la distancia social, etc.) para evitar los contagios, especialmente hacia gente vulnerable. Las precauciones acabarían cuando los peligros de la pandemia estén oficialmente terminados.


Fuente: Wikipedia

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