La cerveza en el «Nuevo Mundo»


La cerveza en el «Nuevo Mundo»

En la América precolombina el maíz es el cereal popular y se elaboraba una bebida fermentada similar a la cerveza. De la popularidad de esta bebida dan testimonios varias crónicas de conquistadores españoles indicando su importancia social, como lo eran las cervezas de tipo ale en Europa.​ El maíz es un cereal que proviene originariamente de ciertas zonas de Mesoamérica, en su historia se dispersó hacía el resto del continente americano, donde se fueron generando diferentes variedades con adaptación a los ambientes climáticos. La fermentación de cereales como el maíz (Zea mays L.) proporciona una bebida fermentada: la chicha. La popularidad de esta bebida en la época precolombina era tal que era empleada como alimento diario así como empleada en los rituales religiosos. Este cereal tenía su presencia en la región andina y la bebida fermentada que se asociaba generalmente con el imperio inca. Los incas empleaban a los familiares en su elaboración, para luego ser servida en las festividades. En muchas ocasiones la chicha era un medio para obtener mano de obra. Los agricultores dependían de los chicheros para la obtención de la bebida, debido en parte a empleaban también los frutos de algarroba (Prosopis sp.) y de molle (Schinus sp.). Otras bebidas fermentadas en la América precolombina kaschiri (cerveza cassava) se consume en la zona de Brasil, el tesguino un fermentación del maíz es consumido en México.

Desde que los conquistadores españoles colonizaron América del Sur y los británicos colonizaran América del Norte ninguna de las bebidas procedentes de los indígenas llegó a producirse en gran escala. La excepción fue el pulque (fermentación del agave o maguey, especialmente el maguey pulquero –Agave salmiana-) que formó parte de la bebida de las comunidades de clase baja en México hasta la década de los años cuarenta. El continente americano consume en el siglo XX las cervezas de tipo lager descubiertas en el siglo XV en el norte de Europa, cervezas de tipo pilsener que proliferaron a comienzos del siglo en todo el mundo, en este caso en detrimento del consumo de las bebidas autóctonas. A pesar de expandirse su consumo, la cerveza comenzó a tener diversos competidores en otras bebidas emergentes como fue el café, té, chocolate (inicialmente era una bebida).

Cerveza en la colonización de América

Durante el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 y posterior colonización europea de América, la cebada y el trigo fueron introducidos en los cultivos locales. De la misma forma, se introdujo la fermentación de estos cereales, en contraposición con las fermentaciones autóctonas del maíz. Fueron precisamente las colonias británicas del norte las primeras en elaborar cerveza de cebada y trigo. Los colonizadores españoles, más interesados en el cultivo de la vid, en tierras de California, estaban más preocupados en el desarrollo del vino que de la cerveza. La vid es una planta compleja que necesita varios años antes de poder aclimatarse al nuevo clima y poder recolectar uvas. Sin embargo, la cebada necesita solo medio año para ser cultivada y unos meses para elaborar la cerveza. Algunos de los colonos que acompañaban a Hernán Cortés, y en 1540 en la ciudad de México se instaló una de las primeras cervecerías que elaboraban su bebida con la cebada, pero la elevada imposición de tasas y la preferencia por la bebida local, denominada pulque, acabaron por hacerlo poco rentable.​ Las primeras cerveceras que lograron funcionar con éxito fueron en las colonias de Jamestown (Virginia) debido a la compañía inglesa London Company se convierten en los primeros importadores de cerveza en el nuevo mundo en 1607.

Evolución en América hasta el siglo XIX

Las zonas de América colonizadas por europeos provenientes del norte de Europa (donde el consumo de cerveza era más popular en el siglo XVI desarrollaban una industria cervecera. Las zonas donde se instalaban europeos del sur, de la zona del mediterráneo, la cultura del vino era más frecuente (generalmente españoles y portugueses). De esta forma se crearon entre los colonos dos vertientes en el consumo de bebidas alcohólicas fermentadas.

Las primeras cerveceras norteamericanas fueron instaladas por peregrinos británicos y neerlandeses en Virginia y Nueva Ámsterdam. Estas primeras cervezas eran ale y no contenían lúpulo. Ya en el siglo XVII se incluyó el lúpulo: al gusto europeo. Entre el final de la guerra civil norteamericana y la proclamación de la Ley Seca en 1917 la industria cervecera norteamericana crece a gran ritmo, siendo una de las más prometedoras. Durante los primeros treinta años de este periodo inicial, la producción creció. Estas compañías participaron en las innovaciones tecnológicas que se produjeron en las factorías cerveceras mundiales durante el periodo de final del siglo XIX.​ La demanda creció debido a la aparición masiva de locales: Saloons y tabernas, donde servir cerveza a creciente población de colonos europeos. Las principales ciudades cerveceras en el siglo XVIII fueron Nueva York y Filadelfia. Una de las primeras cerveceras norteamericanas es Yuengling, fundada en 1829 en Pottsville, Pensilvania por el cervecero inmigrante alemán David Gottlob Jüngling.​ El emigrante alemán Emil Clemens Horst cultivó lúpulo en diversos campos de San Francisco, y a comienzos del siglo XX revolucionó las técnicas de cultivo realizando varias patentes.

La industria de cada una de las nuevas ciudades ofrecía una gran cantidad de cerveza barata a los colonos, compitiendo con otras bebidas emergentes: el ron, el bourbon. La bebida se asociaba a los inmigrantes alemanes, la mayoría de las industrias cerveceras pertenecían a familias alemanas. Surgen las imposiciones de tasas a las bebidas alcohólicas, esto afectó al consumo de cerveza. A raíz de ello surgen asociaciones cerveceras, como en 1862 la United States Brewers’ Association, en respuesta a las leyes impositivas federales. La Ley Seca en 1917 afectó a las compañías cerveceras norteamericanas, causando una disminución drástica de la demanda. Esta situación afectó a las compañías cerveceras de México que, en el otro lado de la frontera, aumentaron su producción y transporte clandestino.

Durante la segunda guerra mundial, en el territorio de Estados Unidos, la cerveza se identificó con la Alemania nazi, razón esta por la que su consumo descendió en todo el territorio.


​Fuente: Wikipedia

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