Historia de Internet


Historia de Internet

Se afirma, con razón, que la principal causa de la expansión de Internet es la propia estructura de la red, planteada casi desde sus orígenes como una propuesta dinámica y abierta, que podía llegar a ser interminable. Corrían los años de la guerra fría cuando la corporación RAND, asesora del Pentágono estadounidense en materia de seguridad nacional, recibió a finales de los sesenta un encargo concreto: diseñar un proyecto que asegurase el mantenimiento de las comunicaciones entre las diversas agencias gubernamentales, en el caso de que un ataque nuclear dejase inutilizados los sistemas y servicios tradicionales de telecomunicaciones.

RAND propuso una red de ordenadores descentralizada, en la que cada nodo pudiese a la vez emitir y recibir mensajes. Como convincente argumento de venta de su proyecto, la corporación razonó que, se produjese o no en el futuro el temido conflicto nuclear, una red de ese tipo podría en tiempos de paz permitir a los científicos e investigadores en general compartir los escasos y caros recursos informáticos de la época. La primera red surgida de este esquema y controlada por el Pentágono se denominó Arpanet (Advanced Research Projects Agency), con cuatro nodos iniciales que en 1971 se habían convertido en quince y tan sólo un año más tarde en treinta y siete.

En 1977 Arpanet adoptó el protocolo de comunicaciones TCP/IP (que heredaría Internet), lo que facilitó la rápida aparición de otras redes. En la primera mitad de los ochenta los militares crearon Milnet para usos específicos de la defensa nacional, y dejaron por lo tanto de participar en Arpanet, lo que permitió a su vez el nacimiento de la más compleja CSNET (Computer Science Network). En 1986, la National Science Foundation, por su parte, auspició el nacimiento de una nueva red, NSFnet, destinada exclusivamente al intercambio de informaciones en el ámbito de la comunidad científica estadounidense, pero que sin embargo pronto desbordó estas fronteras nacionales y se convirtió en fuente de consulta e intercambio entre científicos europeos y norteamericanos.

Finalmente, en 1988, ante la creciente proliferación de redes especializadas, sus responsables decidieron interconectarlas, para ampliar y diversificar el servicio, y dieron el nombre de Internet a la «red de redes» resultante de esa inspirada fusión. Este desarrollo histórico, en sucesivas etapas operativas pero no planificadas por nadie, explica el carácter acéfalo de la red y su anarquía funcional. Sobre la marcha, y para que esa creativa estructura anárquica no se precipitase en el caos, hubo que ir inventando también diversas normas compartidas.


 

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