Gastronomía de Sevilla


La gastronomía sevillana está muy condicionada por el clima imperante en la ciudad, de tal modo que existe una gastronomía típica del invierno y otra muy diferenciada adaptada a los calores y altas temperaturas del verano. La gastronomía sevillana se caracteriza por su sencillez y frugalidad, no está basada en una complicada elaboración sino en el sabio aderezo de productos de la dieta mediterránea.

Para sofocar las altas temperaturas veraniegas destacan principalmente el gazpacho andaluz, la ensaladilla rusa, diversos tipos de platos fríos denominados salpicón y ensaladas variadas.​ El pescao frito es un plato que consiste en freír un variado de pescado enharinado en abundante aceite de oliva que se consume durante todo el año. Asimismo, es muy común degustar una amplia gama de chacina, principalmente, jamón serrano, así como distintos tipos de queso; aunque no menos común es degustar el ya tradicional serranito, un bocadillo andaluz con orígenes sevillanos.

En los meses invernales es típico de la gastronomía autóctona el cocido andaluz compuesto por garbanzos y «pringá» (distintos embutidos, carne y tocino), las espinacas con garbanzos, la cola de toro, característica en la época de corridas de toros, el menudo o callos, los huevos «a la flamenca», las «papas aliñás» (patatas cocidas aliñadas con distintos condimentos) y la sopa de picadillo.

Entre las bebidas más típicas destaca el «tinto de verano» (vino tinto con gaseosa), la cerveza y en la feria, el vino fino de jerez y la manzanilla de Sanlúcar.

Al igual que en toda Andalucía, destacan las tapas. La lista de tapas es muy extensa, ya que en su elaboración intervienen la imaginación y creatividad de cada profesional de la hostelería sevillana. La cultura del tapeo va desde la muestra de guisos y platos calientes pasando por fritos, arroces y guisos, hasta la más ligera de las tapas frías, aliños y chacinas, así como las aceitunas sevillanas en sus variedades encurtidas o aliñadas: gordales, manzanillas, machacadas, entre otras.

Entre los dulces típicos tradicionales sevillanos que forman parte de la repostería andaluza, destacan la torta de aceite, las tortas de polvorón, los pestiños, el alfajor, las yemas de San Leandro y el tocino de cielo. Durante la Cuaresma y Semana Santa son muy comunes las torrijas, dulces elaborados tanto de manera casera como en repostería, bares y restaurantes.


Fuente: Wikipedia

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