El mercado eléctrico mayorista de España


El mercado eléctrico mayorista de España

A efectos prácticos, España y Portugal son considerados como una isla respecto a la producción y distribución de la electricidad, pues existen pocas conexiones con Centroeuropa y el sur de África. El Mercado Ibérico de la Electricidad está constituido por productores de electricidad que venden la energía eléctrica a las empresas que luego la venderán a los consumidores finales. Los paquetes negociados son extremadamente variados, incluyendo ventas de energía con entrega durante todas las horas de un trimestre, cerradas con medio año de antelación, hasta transacciones de energía con entrega a una hora específica, cerradas con pocas horas de antelación.

Estos mercados pueden ser bilaterales (donde los vendedores y los compradores negocian directamente entre ellos) u organizados (donde estos negocian a través de una sociedad, de forma similar a una bolsa de valores). Son particularmente relevantes las transacciones organizadas en torno al OMIE (Operador del Mercado Ibérico Español),​ donde se negocian productos de corto plazo (para el día siguiente y durante el mismo día de negociación), y al OMIP (Operador del Mercado Ibérico Portugués),​ donde se negocian productos de más largo plazo. El ámbito geográfico de todos estos mercados es la península ibérica, al estar España y Portugal integradas en el mismo mercado eléctrico mayorista, conocido como MIBEL (Mercado Ibérico de la Electricidad).

De entre todas las operaciones organizadas destaca el mercado diario, o del día antes, conocido como «pool», gestionado por el OMIE. Su precio es el «precio de mercado». Su importancia deriva de su elevada liquidez, ya que existen un conjunto de obligaciones e incentivos que motivan que la práctica totalidad de los productores presenten ofertas en este mercado. En dicho mercado diario los agentes presentan ofertas de venta de electricidad o de compra (la demanda o el bombeo) para cada una de las 24 horas del día siguiente. Cada oferta debe consistir en, al menos, una cantidad (MWh) y un precio (€/MWh). Cada «unidad de oferta» (que coinciden con centrales de producción en el caso de grandes instalaciones) puede presentar hasta 25 ofertas para cada hora. Entonces se fija un «precio de mercado» que garantiza que todas las ofertas de venta aceptadas tengan un precio igual o inferior, todas las ofertas de compra aceptadas tengan un precio igual o superior, y la cantidad total aceptada de compra sea igual a la cantidad total aceptada de demanda. Adicionalmente, se respetan una serie de «condiciones complejas» que permiten evitar, por ejemplo, que las centrales de producción no se vean sometidas a picos de subida o bajada de producción físicamente imposibles. Todas las ventas o compras de energía se pagan, para cada hora, al mismo precio, lo que provoca que todas las fuentes de energía se paguen al precio de la fuente más cara, incluidas las renovables, como la eólica o la hidroeléctrica, que son mucho más baratas al utilizar recursos naturales. Dicho sistema es por ello llamado «marginalista» y es el que se encuentra en vigor en la práctica totalidad de los sistemas liberalizados.

Una razón para este hecho es que los mercados marginalistas inducen a que los generadores oferten su coste marginal de producción. En el caso de un generador nuclear el coste es muy bajo (debido al bajo coste del combustible nuclear), por lo que también lo es su oferta. Un generador de carbón o de gas natural ha de hacer frente a un combustible más caro, así como a impuestos que gravan la emisión de gases contaminantes, lo que explica su oferta más elevada. Adicionalmente el elevado coste de parar o arrancar un reactor nuclear también contribuye a una oferta baja (es, en efecto, la diferencia entre coste variable y coste marginal). Las plantas de carbón nacional son ofertadas por Red Eléctrica de España según ofertas establecidas por el Ministerio de Industria. En cuanto a los generadores renovables y plantas de coproducción han de presentar también ofertas, siendo los ingresos obtenidos en el mercado complementados por una remuneración específica administrativamente establecida. Las ofertas de las principales tecnologías renovables (energía eólica y fotovoltaica) se realizan a precio nulo. Adicionalmente existen ofertas de carácter instrumental que reflejan contratos bilaterales entre un comprador y un vendedor cerrados al margen del mercado organizado de OMIE.

Los mercados intradiarios tienen una regulación muy similar a la del mercado diario. Se realizan seis sesiones durante cada día que permiten ajustar los desvíos debidos a errores en la previsión de la demanda (que se refleja en las ofertas de compra de energía de las comercializadoras), o desvíos en la producción (por incidencias técnicas u otras razones).

El resultado de estos mercados es comunicado al Operador del Sistema, Red Eléctrica de España, para su ejecución. Puede no ser físicamente factible, ya que no tiene en cuenta ciertas restricciones físicas de operación. Las más relevantes se refieren a la posible falta de capacidad de transporte, que puede limitar la evacuación de energía de ciertas centrales específicas. El Operador del Sistema resuelve estas restricciones modificando el despacho de ciertos grupos de producción, en la cantidad mínima necesaria y al menor coste posible. Adicionalmente el Operador del Sistema necesita disponer de reservas de producción (generadores cuya producción pueda subir o bajar rápidamente si es necesario) que le permitan hacer frente a posibles contingencias (por ejemplo, la pérdida repentina de un grupo generador). Todos estos recursos posteriores al cierre del mercado diario y los mercados intradiarios se denominan Servicios de Ajuste. El Operador del Sistema se procura estos recursos mediante mercados. En dichos mercados hay un solo comprador (el propio Operador del Sistema) y tantos vendedores como generadores dispuestos a proporcionar estos Servicios de Ajuste.


Fuente: Wikipedia

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