El aceite de orujo de oliva en España


El aceite de orujo de oliva en España

España es el primer productor mundial de aceite de orujo de oliva. Según datos de la campaña 2017/2018 el sector orujero facturó 485 millones de euros y generó 18.000 puestos de trabajo.​ La industria se compone de 42 centros orujeros o extractoras y de nueve refinerías distribuidas por Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Murcia y Navarra.

La producción de aceite de orujo de oliva en España, con una media de 120.000 toneladas se destina en un 85% a la exportación, siendo Italia, Portugal, Estados Unidos y Emiratos Árabes los principales mercados.

Además de aceite de orujo de oliva, la industria orujera obtiene otros productos a partir de la valorización del alperujo u orujo graso húmedo. Principalmente biomasa del olivar, en forma de orujillo y hueso de aceituna, fuentes tanto de energía térmica como eléctrica.

ANEO

En 1977 se fundó la Asociación Nacional de Empresas de aceite de orujo de oliva (ANEO). La Asociación representa a las empresas productoras e industrias afines: extractoras, refinerías y de producción de energía mediante cogeneración y biomasa del olivar. Los productos comercializados por los asociados son:

  • Aceite de Orujo de Oliva Crudo
  • Aceite de Orujo de Oliva Refinado
  • Aceite de Orujo de Oliva
  • Biomasa: Hueso de aceituna, orujillo, biomasa y pulpa.

ORIVA

En 2015 se constituyó en España la Interprofesional del aceite de orujo de oliva, ORIVA, que es una entidad sin ánimo de lucro que aglutina toda la cadena de valor del producto: productores, industriales y comercializadores de aceite de orujo de oliva.​ Está integrada por ANEO, Cooperativas Agroalimentarias de España, Infaoliva, Anierac y Asoliva.

La finalidad de ORIVA es promover el conocimiento y consumo de Aceite de Orujo de Oliva a través de dos líneas de trabajo: investigación y comunicación. En investigación trabaja en fomentar bibliografía científica que explore las potenciales ventajas culinarias y saludables. En comunicación, trabaja en acciones de promoción y divulgación dirigidas tanto al público profesional, hostelería e industria alimentaria, como consumidor final.

Crisis del benzopireno

En 2001 el Ministerio de Sanidad y Consumo, dirigido entonces por Celia Villalobos, sin llegar a declarar la alerta sanitaria, ordenó la inmovilización cautelar del aceite de orujo de oliva en España tras detectar la presencia de alfa-benzopireno en partidas exportadas a República Checa que superaban lo marcado por la Organización Mundial de la Salud.​ El alfa-benzopireno (o benzo-a-pireno) es un hidrocarburo aromático policíclico (HAP)2 está presente en múltiples alimentos, sobre todo en los que han sufrido un proceso de calentamiento a muy altas temperaturas (más de 300 °C), como los cocinados en parrilla y barbacoas. 

La inmovilización del aceite supuso el hundimiento de la demanda en España y en el exterior reduciendo el consumo a menos de la mitad en los tres años siguientes. Aunque la retirada del producto duró sólo unas semanas, las consecuencias fueron muy negativas para el sector, que demandó a la Administración por daños valorados en 100 millones de euros. En julio de 2007, el Tribunal Supremo declaró ilegal la retirada del aceite de orujo de oliva considerando injustificada y desproporcionada la incautación por Sanidad. Antes de que llegara esa sentencia, varias comunidades autónomas fueron condenadas a pagar indemnizaciones a empresarios del sector al ser ellas las competentes para ejecutar la alerta sanitaria.


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