Efectos secundarios de la Vitamina A
Dado que la vitamina A es soluble en grasa, deshacerse de cualquier exceso ingerido en la dieta lleva mucho más tiempo que con las vitaminas B solubles en agua y la vitamina C. Esto permite que se acumulen niveles tóxicos de vitamina A. Estas toxicidades solo se producen con la vitamina A preformada (retinoide) (como la del hígado). Las formas carotenoides (como el betacaroteno que se encuentra en las zanahorias) no producen tales síntomas, pero la ingesta excesiva de betacaroteno en la dieta puede conducir a la carotenodermia, una inofensiva pero estéticamente desagradable descoloración naranja-amarilla de la piel.
En general, la toxicidad aguda se produce a dosis de 25 000 UI/kg de peso corporal, con una toxicidad crónica de 4.000 UI / kg de peso corporal al día durante 6 a 15 meses. Sin embargo, las toxicidades hepáticas pueden ocurrir en niveles tan bajos como 15,000 IU (4500 microgramos) por día a 1,4 millones de UI por día, con una dosis tóxica diaria promedio de 120,000 IU, particularmente con el consumo excesivo de alcohol. En personas con insuficiencia renal, 4000 IU puede causar daños sustanciales. Se pueden presentar signos de toxicidad con el consumo a largo plazo de vitamina A en dosis de 25,000 a 33,000 IU por día.
El consumo excesivo de vitamina A puede provocar náuseas, irritabilidad, anorexia (apetito reducido), vómitos, visión borrosa, dolores de cabeza, pérdida de cabello, dolor y debilidad muscular y abdominal, somnolencia y alteración del estado mental. En los casos crónicos, la pérdida de cabello, la sequedad de la piel, el secado de las membranas mucosas, la fiebre, el insomnio, la fatiga, la pérdida de peso, las fracturas óseas, la anemia y la diarrea pueden ser evidentes además de los síntomas asociados con una toxicidad menos grave. Algunos de estos síntomas también son comunes al tratamiento del acné con isotretinoína. Las dosis crónicas de vitamina A, y también los retinoides farmacéuticos como el ácido retinoico 13-cis, pueden producir el síndrome de pseudotumor cerebri. Este síndrome incluye dolor de cabeza, visión borrosa y confusión, asociada con un aumento de la presión intracerebral. Los síntomas comienzan a resolverse cuando se detiene la ingesta de la sustancia nociva.
Ingesta crónica de 1500 RAE de vitamina A preformada puede estar asociada con la osteoporosis y las fracturas de cadera porque suprime la formación de huesos al tiempo que estimula la degradación ósea, aunque otras revisiones han cuestionado este efecto, lo que indica que se necesitan más pruebas.
Una revisión sistemática de 2012 encontró que el betacaroteno y las dosis más altas de vitamina A suplementaria aumentan la mortalidad en personas sanas y en personas con diversas enfermedades. Los hallazgos de la revisión extienden la evidencia de que los antioxidantes pueden no tener beneficios a largo plazo.
Fuente: Wikipedia