Efectos de la aspirina


Efectos de la aspirina

La aspirina, o ácido acetilsalicílico, tiene varios efectos en el cuerpo debido a sus propiedades analgésicas, antipiréticas, antiinflamatorias y antiplaquetarias. Aquí están los principales efectos de la aspirina:

  1. Analgésico: La aspirina alivia el dolor al inhibir la producción de prostaglandinas, que son mediadores químicos que transmiten señales de dolor al cerebro. Al reducir las prostaglandinas, la aspirina disminuye la percepción del dolor.
  2. Antipirético: La aspirina tiene la capacidad de reducir la fiebre al afectar el centro regulador de la temperatura en el cerebro. Ayuda a normalizar la temperatura corporal al inhibir la producción de prostaglandinas que elevan la temperatura.
  3. Antiinflamatorio: La aspirina reduce la inflamación al inhibir la enzima ciclooxigenasa (COX), lo que disminuye la producción de prostaglandinas inflamatorias. Esto resulta en una reducción de la hinchazón, el enrojecimiento y el dolor asociados con la inflamación.
  4. Antiagregante plaquetario: La aspirina es conocida por su capacidad para reducir la agregación de plaquetas en la sangre, lo que previene la formación de coágulos sanguíneos. Esto es útil en la prevención de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
  5. Prevención de eventos cardiovasculares: Debido a su efecto antiplaquetario, la aspirina se utiliza en la prevención secundaria de eventos cardiovasculares en personas que tienen un riesgo aumentado de formación de coágulos sanguíneos.
  6. Prevención de preeclampsia: En algunos casos, la aspirina se puede prescribir a mujeres embarazadas con riesgo de desarrollar preeclampsia, una complicación grave del embarazo, para reducir el riesgo de su aparición.
  7. Reducción del riesgo de cáncer: Algunos estudios sugieren que el uso regular de aspirina puede estar asociado con una reducción en el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer colorrectal.
  8. Tratamiento de enfermedades inflamatorias: La aspirina se usa para tratar condiciones inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide y la osteoartritis.

Aunque la aspirina tiene beneficios significativos, también puede tener efectos adversos y contraindicaciones, como se mencionó anteriormente. Siempre es recomendable hablar con un médico antes de tomar aspirina o cualquier otro medicamento para asegurarse de que sea apropiado para tu situación médica y necesidades específicas.

Efectos antiinflamatorios de la aspirina

La aspirina es un inhibidor no selectivo de ambas isoformas de la ciclooxigenasa, pero el salicilato, el producto metabólico normal de la aspirina en el cuerpo, es menos eficaz en la inhibición de ambas isoformas. Los salicilatos que no son acetilados pueden tener funciones en la eliminación de radicales del oxígeno. La aspirina inhibe irreversiblemente a la COX-1, modifica la actividad enzimática de la COX-2 e inhibe la agregación plaquetaria, no así las especies no acetiladas del salicilato. Por lo general, la COX-2 produce los prostanoides, la mayoría de los cuales son proinflamatorios. Al ser modificada por la aspirina, la COX-2 produce en cambio lipoxinas, que tienden a ser antiinflamatorias. Los AINE (antiinflamatorios no esteroideos) más recientes se han desarrollado para inhibir la COX-2 solamente y así reducir los efectos secundarios gastrointestinales de la inhibición de la COX-1.

La aspirina también interfiere con los mediadores químicos del sistema calicreína-cinina, por lo que inhibe la adherencia de los granulocitos sobre la vasculatura que ha sido dañada, estabiliza los lisosomas evitando así la liberación de mediadores de la inflamación e inhibe la quimiotaxis de los leucocitos polimorfonucleares y macrófagos.

Efectos analgésicos de la aspirina

La aspirina es más eficaz reduciendo el dolor leve o de moderada intensidad por medio de sus efectos sobre la inflamación y porque es probable que pueda inhibir los estímulos del dolor a nivel cerebral subcortical. Es un ácido orgánico débil que tiene al mismo tiempo una función de ácido carboxílico y de fenol ya que también se le considera el orto fenol del ácido benzoico (su nombre es ortofenometiloico). Tiene características antiinflamatorias pero debido a que provoca irritaciones estomacales no se aplica como tal sino en forma de sus derivados, siendo los más conocidos el ácido acetilsalicílico («Aspirina») y el salicilato de metilo (el éster con el alcohol metílico).

Efectos antipiréticos de la aspirina

La aspirina reduce la fiebre, mientras que su administración solo afecta ligeramente a la temperatura normal del cuerpo. Los efectos antipiréticos de la aspirina probablemente están mediados tanto por la inhibición de la COX en el sistema nervioso central como por la inhibición de la interleucina-1,​ liberada por los macrófagos durante los episodios de inflamación.

Se ha demostrado que la aspirina interrumpe la fosforilación oxidativa en las mitocondrias de los cartílagos y del hígado al difundir al espacio que está entre las dos membranas de la mitocondria y actuar como transportador de los protones requeridos en los procesos de la respiración celular. ​Con la administración de dosis elevadas de aspirina se observa la aparición de fiebre debido al calor liberado por la cadena de transporte de electrones que se encuentra en la membrana interna de las mitocondrias, contrariamente a la acción antipirética de la aspirina a dosis terapéuticas. Además, la aspirina induce la formación de radicales de óxido nítrico (NO) en el cuerpo, lo cual reduce la adhesión de los leucocitos, uno de los pasos importantes en la respuesta inmune a infecciones, aunque aún no hay evidencias concluyentes de que la aspirina sea capaz de combatir una infección.

Datos publicados recientemente sugieren que el ácido salicílico y otros derivados de la aspirina modulan sus acciones de señalización celular por medio del NF-κB,​ un complejo de factores de transcripción que juegan un papel importante en muchos procesos biológicos, incluida la inflamación.

Efecto antiagregante plaquetario de la aspirina

Las dosis bajas de aspirina, de 81 mg diarios, producen una leve prolongación en el tiempo de sangrado, que se duplica si la administración de la aspirina continúa durante una semana. El cambio se debe a la inhibición irreversible de la COX de las plaquetas, por lo que se mantiene durante toda la vida de las mismas (entre 8 y 10 días). ​Esa propiedad anti agregante plaquetaria hace que la aspirina sea útil en la reducción de la incidencia de infartos en algunos pacientes. ​Son suficientes 40 mg de aspirina al día para inhibir una proporción adecuada de tromboxano A2, sin que tenga efecto inhibitorio sobre la síntesis de prostaglandina I2, por lo que se requerirán mayores dosis para surtir efectos antiinflamatorios.

En el año 2008 un ensayo demostró que la aspirina no reduce el riesgo de aparición de un primer ataque cardiaco o accidente cerebrovascular, sino que reduce el riesgo de un segundo evento para quienes ya han sufrido un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular. En mujeres que toman dosis bajas de aspirina cada dos días se disminuye el riesgo de un accidente cerebrovascular, pero no es un tratamiento que pueda alterar sustancialmente el riesgo de un infarto o muerte cardiovascular. En general, para un paciente que no tiene enfermedad cardíaca, el riesgo de sangrado supera cualquier beneficio de la aspirina.


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