Edición de audio


Edición de audio

No son muchos los usuarios que se aventuran por el campo de la edición de audio y vídeo; la mayoría actúan como simples consumidores, limitando sus actividades a descargar canciones o películas por Internet, escuchar música en línea mediante programas como Spotify o ver vídeos en Youtube. Por lo que respecta al audio, programas como Sound Forge o Adobe Audition (antes Cool Edit) nos permiten ejercer un control total sobre nuestras muestras de audio, a las cuales podemos aplicar un sinfín de filtros o bien manipularlas como si de cadenas de texto se tratara.

Éstos y otros muchos programas pueden manejar diversas clases de archivos sonoros; para introducirse en este mundo, resulta recomendable conocer algunas características de los principales formatos. El formato MIDI (siglas de Musical Instruments Digital Interfaces) se caracteriza por su sistema de codificación, compuesto por una serie de instrucciones que se suceden a lo largo del tiempo dando paso a los instrumentos, modulándolos o haciéndoles tocar una determinada nota, por poner algunos ejemplos. Un secuenciador se encarga de enviar estas instrucciones a los distintos dispositivos a través de dieciséis canales de transmisión de datos, cada uno de los cuales está destinado, por lo general, a un instrumento.

Los archivos de sonido digital en formato WAV, por lo general de 16 bits y calidad homologable a la de un CD de audio, son de tamaño considerable; por esta razón están contraindicados para la transmisión de música a través de Internet. El formato MP3, traslación al ámbito del audio del formato gráfico JPG, permite un alto grado de compresión de las muestras de audio sin una excesiva pérdida de calidad. El escaso peso de los archivos encriptados en este formato (hasta diez veces inferior a muestras igual de extensas en WAV) lo convierte en el medio idóneo de difusión de archivos de sonido por Internet.

El enorme abanico de herramientas de retoque que ofrece y su compatibilidad con la práctica totalidad de tarjetas de sonido disponibles en el mercado convierten a Sound Forge, software creado por la compañía Sonic Foundry, en uno de los programas más utilizados y mejor valorados para tratamiento de muestras de audio por computadora. Sound Forge ofrece multitud de opciones de edición de muestras, desde las convencionales cortar, copiar y pegar hasta calados, superposiciones o fundidos, además de incorporar cientos de efectos especiales aplicables en tiempo real. Otras prestaciones son la posibilidad de coordinar el desarrollo de un archivo de vídeo con el de una pista de audio o el almacenaje de muestras en formato Real Audio o Windows Media, ideales para ofrecer contenidos en streaming a través de Internet.

En 2003, la compañía Adobe adquirió el otro gran clásico de la edición de audio, Cool Edit, que pasó entonces a llamarse Adobe Audition. Las últimas versiones de este completo y altamente intuitivo programa de retoque de audio, que con su arquitectura de 64 bits aprovechan al máximo las prestaciones de las avanzadas CPU’s disponibles en el mercado, se utilizan con asiduidad en el ámbito de la producción y post producción de audio a nivel de usuario. Si bien su compatibilidad con los distintos formatos de audio de uso común es inferior a la de Sound Forge, ofrece interesantes prestaciones que contrarrestan este handicap, tales como la posibilidad de visualizar un archivo de audio en forma de espectrograma, la opción de retocar este mismo espectrograma o la más convencional visualización en forma de onda operando directamente sobre la misma con el ratón.


 

Deja un comentario