Concepto biológico de la Vitamina C


Concepto biológico de la Vitamina C

La vitamina C es el S-enantiómero del ascorbato, opuesto al R-enantiómero el cual no tiene utilidad biológica. Cuando el S-ascorbato aplica su potente función reductora es convertido a su forma oxidada, S-dehidroascorbato, que puede ser reducido de nuevo a su forma activa S-ascorbato por acción enzimática del glutatión.

El S-ascorbato es un azúcar ácido débil, estructuralmente relacionado con la glucosa, lo cual ocurre naturalmente, ya que cada uno está unido al ion hidrógeno, formando el ácido ascórbico o un ion metálico del mineral ascorbato.

En humanos, la vitamina C es un potente antioxidante, actuando para disminuir el estrés oxidativo; un substrato para la ascorbato-peroxidasa, así como un cofactor enzimático para la biosíntesis de importantes bioquímicos. Esta vitamina actúa como agente donador de electrones para 8 diferentes enzimas:

  • Tres enzimas participan en la hidroxilación del colágeno. Estas reacciones adicionan grupos hidroxilos a los aminoácidos prolina o lisina en la molécula de colágeno (vía prolina-hidroxilasa y lisina-hidroxilasa), con ello permiten que la molécula de colágeno asuma su estructura de triple hélice. De esta manera la vitamina C se convierte en un nutriente esencial para el desarrollo y mantenimiento de tejido de cicatrización, vasos sanguíneos, y cartílago.
  • Dos enzimas son necesarias para la síntesis de carnitina. Esta es necesaria para el transporte de ácidos grasos hacia la mitocondria para la generación de ATP.
  • Las tres enzimas remanentes tienen funciones en:
    • Participación en la biosíntesis de norepinefrina a partir de dopamina, a través de la enzima dopamina-beta-hidroxilasa.
    • Otra enzima adiciona grupos amida a hormonas peptídicas, incrementando enormemente su estabilidad.
    • Otra modula el metabolismo de la tirosina.

Los tejidos biológicos que acumulan más de 100 veces el nivel sanguíneo de vitamina C, son las glándulas adrenales, hipófisis (pituitaria), timo, cuerpo lúteo, y la retina. Aquellas con 10 a 50 veces la concentración presente en el plasma incluyen el cerebro, bazo, pulmón, testículos, nódulos linfáticos, mucosa del intestino delgado, leucocitos, páncreas, riñón y glándulas salivares. Los glóbulos blancos contienen de 20 a 80 veces más vitamina C que el plasma sanguíneo, y fortalece la capacidad citotóxica de los neutrófilos (glóbulos blancos).

La vitamina C sirve para:

  • Evitar el envejecimiento prematuro (proteger el tejido conectivo, la «piel» de los vasos sanguíneos).
  • Facilitar la absorción de otras vitaminas y minerales.
  • Como antioxidante.
  • Evitar las enfermedades degenerativas tales como arteriosclerosis, cáncer, demencia, entre otros.
  • Evitar las enfermedades cardíacas (tema tratado más adelante).
  • Desde los descubrimientos de Linus Pauling se aseveraba que la vitamina C reforzaba el sistema inmune y prevenía la gripe, pero investigaciones realizadas en los 1990 parecen refutar esta teoría y, en todo caso, han demostrado que el consumo en exceso (a diferencia de lo preconizado por Pauling y sus seguidores) de suplementos de vitamina C son poco recomendables, porque, entre otras cosas, un consumo excesivo puede provocar alteraciones gastrointestinales. No obstante, a diferencia de la vitamina A no tiene efectos tóxicos, ya que al ser hidrosoluble el organismo excreta el exceso de la misma por las vías naturales.
  • Tiene un papel fundamental en la formación de colágeno.
  • Prevenir escorbuto, polio y hepatitis.
  • Disminuir la incidencia de coágulos en las venas.
  • Ayudar en los movimientos articulares.
  • Acelerar el proceso de curación de heridas, lesiones y quemaduras.

*Proceso Reichstein.


Fuente: Wikipedia​

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