Calderas eléctricas: precios, tipos y funcionamiento


Las calderas eléctricas proporcionan calefacción calentando el agua que circula por el circuito de radiadores o por la instalación de suelo radiante. También pueden generar agua caliente sanitaria para el uso en baños y cocina. ¿Merecen la pena? Te mostramos su rentabilidad, consumo y precios.

¿Cómo funciona una caldera eléctrica?

La caldera eléctrica es una alternativa a las calderas de gas convencionales que funcionan con gas natural o propano. Normalmente, se utiliza cuando la red de gas natural no llega a la zona, pues este es más barato que la electricidad.

Las calderas eléctricas utilizan unas resistencias que se calientan con el paso de la electricidad y que, a su vez, aumentan la temperatura del agua con la que están en contacto. Para que esto suceda, la caldera ha de estar programada para que se encienda cuando la temperatura de la estancia sea inferior a la deseada.

Para ello se suele utilizar un termostato que, conectado a la caldera, le indica cuando debe ponerse en funcionamiento.

Tipos de calderas eléctricas

A la hora de abordar la compra de una caldera eléctrica es muy importante conocer los diferentes tipos que existen y cuáles se adaptan más a nuestras necesidades e instalación.

Las calderas eléctricas pueden diferenciarse en función del uso al que estén destinadas. Así, podemos encontrar calderas que solo se utilizan para calefacción y otras que sirven para calefacción y agua caliente sanitaria. También es importante conocer el tipo de instalación eléctrica que tenemos en nuestra vivienda, ya que las calderas se fabrican para corrientes monofásicas o trifásicas.

Según su uso:

  • Calderas eléctricas solo calefacción
  • Calderas eléctricas mixtas

Según la instalación:

  • Calderas eléctricas monofásicas
  • Calderas eléctricas trifásicas

Calderas eléctricas para calefacción

calderas eléctricas solo calefacción

Son las calderas eléctricas denominadas Solo calefacción ya que están diseñadas para producir únicamente calefacción y no agua caliente sanitaria. Tienen un único circuito de agua y no cuentan con acumulador. Requieren menor potencia que las calderas mixtas ya que están destinadas a un uso.

También podemos encontrar calderas Solo calefacción que permiten su adaptación a ACS mediante un kit y un acumulador de agua externo.

Calderas eléctricas mixtas

Son calderas eléctricas que producen calefacción y agua caliente sanitaria (ACS). Esta puede ser de producción instantánea o con un acumulador.

Caldera eléctrica mixta

Las calderas mixtas pueden incorporar un acumulador de unos 50 – 80 litros de capacidad para almacenar agua caliente sanitaria que se usa tanto en cocina como en baños. También existen las calderas que no precisan de acumulador, sino que disponen de un sistema de producción de ACS instantáneo.

Caldera eléctrica monofásica

Las calderas eléctricas monofásicas son las más comunes, pues la mayoría de las viviendas cuentan con este tipo de instalación. Se trata de un sistema que consta de una única fase y una corriente alterna a una tensión de 220-230 voltios.

Caldera eléctrica trifásica

Las instalaciones trifásicas suelen ser más habituales en empresas, industrias o casas de gran tamaño, ya que requieren mayor potencia. Estas instalaciones constan de 3 fases y 3 corrientes alternas distintas que funcionan a 400 voltios y que dividen la instalación en distintas partes, teniendo cada una de ellas una potencia.

Las calderas eléctricas trifásicas están preparadas para operar en dichas instalaciones, siendo incapaces de funcionar en una instalación monofásica.

Una forma de saber si tu instalación es monofásica o trifásica es acceder al cuadro de luz de la vivienda y ver si el ICP es doble (monofásico) o triple (trifásico).

Caldera eléctrica: precio

El precio es un factor fundamental cuando se pretende comprar una caldera eléctrica. Es por ello que hay que encontrar un equilibrio calidad-precio y no fijarse únicamente en aquellas que son más baratas.

El precio de una caldera eléctrica depende de varios factores como son la marca, la potencia, los materiales de fabricación y la tecnología que incorpora. Así, podemos encontrar calderas desde los 800 € a los 2.500 €.

Un ejemplo de caldera eléctrica económica es la caldera eléctrica Domusa HDEEM 45/90 (830 €) qué es solo calefacción, tiene una potencia de 9 kW y solo es ajustable en dos niveles (4,5 y 9 kW).

Un ejemplo de caldera eléctrica de alta gama es la Caldera eléctrica Gabarrón Mattira Mixta CMX15i (1.700 €), caldera para calefacción y ACS con un acumulador de 50 litros y 18 kW de potencia modulable en tramos de 1 kW.

Mejores marcas de calderas eléctricas

  • Gabarrón: la mejor marca de calderas eléctricas. Sus aparatos cuentan con una gran capacidad de modulación (en pasos de 1 kW).
  • ACV: marca que cuenta con casi 100 años de antigüedad. Sus calderas son muy buenas y fiables. Fabrican calderas eléctricas y de gas. Tienen un precio elevado.
  • Baxi: marca algo más económica que ACV. Sus calderas cumplen perfectamente y tienen buen nombre en el mercado.
  • Domusa: es la marca más nueva y también la más económica, aunque tiene modelos de alta gama que llegan a los 2.000 €. Fabrica tanto calderas murales como de pie.
Precio de las calderas eléctricas
Marca Precio mínimo Precio máximo
Gabarrón 950 € 1.900 €
ACV 1.250 € 2.300 €
Baxi 1.150 € 1.300 €
Domusa 830 € 2.100 €

Instalación de una caldera eléctrica

La instalación de una caldera eléctrica ha de ser realizada por una empresa autorizada por el ministerio de industria ya que, al igual que sucede con las calderas de gas, ha de unirse al circuito de calefacción y al de ACS si se trata de una caldera mixta.

El precio de instalación de una caldera eléctrica suele estar entre 350€ y 400 €. Recomendamos comparar diferentes presupuestos, ya que los precios varían dependiendo de la empresa autorizada que se elija.

Diferencias entre la instalación de una caldera eléctrica y una de gas:

  • La caldera eléctrica obtiene la energía conectándose únicamente a la red eléctrica, mientras que la caldera de gas necesita conectarse tanto a la red eléctrica como a la instalación de gas.
  • La caldera de gas necesita una salida de humos mientras que la eléctrica no.

Tras finalizar la instalación de la caldera de gas, el instalador debe expedir el certificado de instalación de la caldera. Este documento garantiza la correcta instalación y ya viene incluido en el precio. En cambio, cuando se trata de una caldera eléctrica no es necesario ningún certificado.

Caldera eléctrica: consumo mensual

El consumo de la caldera eléctrica depende de los siguientes factores:

  • Sistema de calefacción (radiadores o suelo radiante)
  • Zona climática
  • Tamaño del inmueble
  • Número de habitaciones
  • Envolvente térmica de la vivienda
  • Si la caldera solo cubre calefacción o también ACS
  • Capacidad de regulación de la caldera

Una caldera eléctrica consume prácticamente los mismos kilovatios hora (kWh) que una caldera de gas, pero cuenta con la gran desventaja de que el precio de la electricidad es bastante más elevado que el del gas.

La electricidad cuesta el triple que el gas: el coste del kWh de luz es de 0,11 – 0,13 kWh mientras que el de gas es de 0,04 – 0,05 €/kWh.

Sabiendo que el consumo de una caldera eléctrica y una de gas natural es parecido, podemos estimar el consumo de la caldera eléctrica ya que el consumo medio de gas natural en España es de 5.050 kWh/año, de los cuales 4.500 kWh/año destinados a calefacción y ACS.

En la siguiente tabla podemos ver las diferencias de precio entre una caldera eléctrica y una de gas natural, ambas consumiendo 4.500 kWh al año:

Consumo de una caldera eléctrica
Caldera Precio kWh Precio consumo anual
Caldera eléctrica 0.1127 €/kWh 886 €
Caldera de gas 0.0380 €/kWh 346 €

Precios para un consumo de 4.500 kWh, sin impuestos aplicados

Además, al instalar una caldera eléctrica, propablemente hay que aumentar la potencia contratada, lo que influye en las facturas.

El consumo de una caldera eléctrica depende directamente de su potencia y de la capacidad de regulación que tenga. Si disponemos de una caldera de alta gama con muchas resistencias, su capacidad de regulación es mucho mayor que la de una caldera con únicamente dos resistencias.

Esto influye enormemente en el consumo, ya que si necesitamos que la caldera funcione a 12 kW para calentar la vivienda pero disponemos de una caldera de 18 kW de gama baja con solo dos resistencias habrá que ponerla al máximo porque los 9kW de la primera resistencia no dan para cubrir nuestras necesidades. En cambio, si la caldera dispone de 6 resistencias 2 kW, podremos regularlo perfectamente a 12 kW, haciendo que se reduzca el consumo.

La caldera eléctrica tiene un rendimiento del 99%, es decir, prácticamente toda la luz consumida calienta el agua destinada a calefacción o ACS.

Partes de la caldera eléctrica

Cuerpo de calefacción

El cuerpo de la calefacción es la parte de la caldera eléctrica donde se calienta el agua para que esta se dirija a los radiadores o al suelo radiante. Este se compone de de varias partes con funciones que se complementan entre sí:

  • Cuerpo: circuito primario construido en acero inoxidable.
  • Resistencias: elementos calefactores que se fijan a la parte superior del cuerpo y que son los encargados de calentar el agua.
  • Purgador automático: elimina cualquier burbuja de aire contenida en el cuerpo de calefacción
  • Salida de calefacción: toma de salida del agua caliente que se dirige a los radiadores o suelo radiante.
  • Retorno de calefacción: toma por la que vuelve el agua utilizada por los radiadores que ha de volver a calentarse.

Panel de mandos

En el panel de mandos se halla toda la parte electrónica y de regulación. Aquí se pueden encontrar, por norma general, los siguientes elementos:

  • Selectores de potencia: las calderas eléctricas disponen de varios rangos de potencia que el usuario puede elegir en función de las necesidades de la estancia. Estos selectores están conectados a una placa electrónica que regula la potencia a través de unos tiristores.
  • Termostato de control: mide la temperatura del circuito primario de calefacción de la caldera y permite reajustarla.
  • Termostato de seguridad: si la temperatura de la caldera sube por encima de ciertos valores esta se apaga y no puede volver a encenderse hasta que la caldera está por debajo de lo indicado.
  • Programador horario: algunas calderas eléctricas incorporan la función de encendido según la hora y día.

Vaso de expansión

El vaso de expansión es un elemento de seguridad que sirve para absorber los aumentos de presión del agua debido al aumento de temperatura.

Bomba hidráulica

A parte del cuerpo y del cuadro de mandos, las calderas eléctricas necesitan una bomba que haga que el agua se mueva por todo el circuito, desde la caldera a cada uno de los radiadores o suelo eléctrico.

Dispositivos de seguridad

Además, de todo lo visto, las calderas eléctricas cuentan con distintos dispositivos de seguridad como un presostato en caso de falta de agua o un detector de caudal para que las resistencias no funcionen si no hay caudal, porque puede haber presión pero no moverse el agua.

¿Caldera eléctrica o de gas?

Para poder decidir entre instalar una caldera eléctrica o una de gas hay que conocer los pros y los contras de cada una de ellas. Siempre que sea posible, recomendamos la instalación de una caldera de gas antes que la de una caldera eléctrica, ya que se nota bastante en las facturas como se puede ver en los puntos fuertes y débiles de cada caldera:

Ventajas y desventajas de las calderas eléctricas:

  •  Alto rendimiento 99%
  •  No requieren casi mantenimiento
  •  No necesitan salida de humos ni desagües
  •  No producen gases de efecto invernadero
  •  Instalación un poco más sencilla
  •  La electricidad es bastante más cara que el gas
  •  Es necesario aumentar la potencia eléctrica contratada

Ventajas y desventajas de las calderas de gas:

  •  El gas es mucho más barato que la electricidad
  •  Son perfectas para climas fríos
  •  Las de condensación tienen un rendimiento de hasta el 109%
  •  El gas natural no está disponible en todo el territorio nacional
  •  Tienen mayor mantenimiento
  •  Requieren de salida de humos y desagüe si se trata de una caldera de condensación.

Si el usuario vive en una zona donde prácticamente no hace frío y usa la calefacción de forma esporádica, lo más rentable es instalar calefacción eléctrica, pero no mediante una caldera, sino con radiadores eléctricos. Esto se debe a que así el usuario se ahorra el precio de la instalación. También puede utilizar calefacción por infrarrojos.


 

David
Author: David

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