Café instantáneo


Café instantáneo

Para producir café instantáneo o café soluble se obtienen los sólidos solubles de los granos de café con el fin de obtener un producto al que solamente se necesita añadir agua caliente para obtener una bebida de café, sin necesidad de filtrar los sólidos no solubles. Para eso, los granos se tuestan y se muelen, y a continuación se añade agua caliente al café molido por lo que se disuelven sus sólidos solubles. Luego se elimina el agua de la solución con los componentes disueltos del café para lograr, así, un producto en polvo o granulado que se puede disolver otra vez en agua para ser consumido. Así el proceso de la extracción se lleva a cabo ya en la fábrica y el consumidor rápidamente obtiene el café deseado sin tener restos que se deben tirar.

Hay varias personas que son consideradas como inventor del café instantáneo. Se sabe, por ejemplo, de cuatro hombres que presentaron un café que se pudo disolver en agua caliente en los primeros años del siglo XX: el japonés Sartori Kato en 1900, el estadounidense Cyrus Blanke en 1906, alrededor del mismo tiempo el guatemalteco-alemán Federico Lehnhoff y en 1910 un belga con el nombre de George Washington.​ Sin embargo, se debe a Federico Lehnhoff y George Washington el primer esfuerzo que llevó a su fabricación comercial. Hay sugerencias de que Washington se inspiró viendo polvo seco en el borde de una taza de café de plata.​ Federico Lehnhoff Wyld vendió más tarde su proceso de fabricar café instantáneo en Europa. Ya que Lehnhoff era el médico de cabecera de Washington, se ha sugerido que el descubrimiento no fue independiente.

Para obtener el café soluble se utilizan dos procesos distintos: el secado por aspersión y la liofilización. En los dos casos, se tuesta el café (a temperaturas de entre 190 y 210 °C)​ y a continuación es molido y se extraen los sólidos solubles con agua caliente en una operación llamada extracción sólido – líquido. El líquido obtenido, llamado extracto, se centrifuga y luego se elimina el agua por etapas. El secado por aspersión se realiza dentro de una cámara de secado, donde se atomiza el extracto y se pone en contacto con aire caliente. En la liofilización, el secado se realiza por la congelación a bajas temperaturas del extracto y la posterior sublimación del agua a bajas presiones. El café obtenido equivale aproximadamente a un 40 % del peso del café verde.


Fuente: Wikipedia

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