Buques de guerra y buques mercantes
Buques de guerra
Un buque de guerra tiene cuatro características principales: armamento, protección, velocidad y autonomía las que son entre sí antagónicas. Definidas estas características se obtiene el desplazamiento del buque determinado.
- Armamento: se requiere máximo campo de tiro y artillería aislada entre sí.
- Protección: agrupación del armamento y limitar la eslora para reducir el peso de la coraza y blanco que presenta al enemigo.
- Velocidad: formas alargadas.
- Autonomía: radio de acción, que es la máxima distancia que la nave puede navegar a velocidad económica. Para ello es importante la máquina y el combustible que empleará.
Los buques de guerra deben poseer capacidad ofensiva, capacidad defensiva y movilidad. Estas capacidades las obtienen por la cantidad y calibre de sus cañones y por el número de torpedos que podían lanzar, pero tras la Segunda Guerra Mundial, el cañón y los torpedos fueron reemplazados por misiles teledirigidos, superficie-superficie y superficie-aire y la incorporación de helicópteros con misiles aire-superficie. A comienzos del siglo XXI el alcance de algunos misiles SU-SU era sobre los 120 km y los misiles antiaéreos SU-AI sobre los 40 km.
La capacidad defensiva estaba dada por el espesor de las corazas, pero tras la Segunda Guerra Mundial esta fue siendo traspasada a la capacidad de detección de los misiles atacantes y la destrucción de estos en el aire. La velocidad tiene altísima importancia en los buques de guerra, al igual que lo sucedido con el armamento y las corazas, las naves del siglo XXI poseen turbinas a gas muy eficientes mediante las cuales las naves alcanzan velocidades de hasta 30 nudos, también como ya se mencionó existen naves con propulsión nuclear, especialmente submarinos y portaaviones.
A comienzos del siglo XXI los portaaviones y su aviación embarcada son el sistema de armas más importante de las grandes marinas de guerra. Estas tremendas naves nunca operan solas pues son el núcleo de un grupo de batalla compuesto por cruceros, destructores, fragatas y submarinos que custodian al portaaviones.
Buques mercantes
En 1939, antes de la Segunda Guerra Mundial, la flota mercante mundial había alcanzado los 70 millones de toneladas, después de esta, en 1950 había aumentado a 80 millones de toneladas y ha seguido aumentando constantemente.
Las causas de este incremento se deben a la expansión de la economía mundial, a la mayor demanda de productos entre las naciones, intercambio que requiere cada vez de más naves mercantes en las que transportar las mercancías. Estas naves se han tenido que adaptar a viajes más largos y al transporte de mayores cargas.
Entre estas cargas especiales sobresale el petróleo por el gran volumen que se transporta a nivel mundial.
Como ejemplo de esta necesidad tenemos el caso del super petrolero “Seawise Giant”, también llamado “Happy Giant”, “Jahare Viking” y “Knock Nevis” que fue el buque más grande construido en el siglo XX. Encargó su construcción un magnate griego que no lo pudo terminar por problemas financieros; luego, fue adquirido por el magnate naviero de Hong Kong, T. C. Tung. Sus características son las siguientes: eslora: 458,4 m, mnga: 68,9 m, desplazamiento: 260 851 t, desarrolla una velocidad de crucero de 15 nudos.
En 1986, durante la guerra Irán-Irak fue atacado por la aviación iraquí y hundido mediante misiles exocet. Reflotado fue puesto nuevamente en servicio.
Los buques mercantes se clasifican de acuerdo con el tipo de carga que transportan. Así, se diferencian naves para carga seca, graneleros, carga general, cisterna, frigoríficos y, tras la gran revolución de los contenedores, buques portacontenedores.
También en las naves mercantes apareció la propulsión nuclear, el «Savannah» norteamericano que entró en servicio en septiembre de 1962 fue el primero de esta clase.
La nacionalidad depende del pabellón que enarbolen, además la nave debe tener un nombre debidamente registrado. Los buques mercantes están inscritos en un registro de naves mercantes que lleva la autoridad competente de cada país. Para que una nave mercante se haga a la mar necesita que un estado soberano la reconozca y le permita izar su pabellón.
Fuente: Wikipedia