Artículo 10 de la Constitución Española


Artículo 10 de la Constitución Española

1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.

2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.


Explicación del artículo 10 de la Constitución Española

El artículo 10 de la Constitución Española establece principios fundamentales relacionados con la dignidad humana, los derechos inherentes a la persona, el respeto a la ley, el orden político y la interpretación de los derechos fundamentales. A continuación, se presentan los puntos clave de este artículo:

  1. Fundamento del orden político y de la paz social: El artículo establece que la dignidad de la persona, los derechos inviolables inherentes a ella, el libre desarrollo de la personalidad y el respeto a la ley y a los derechos de los demás son los pilares sobre los cuales se basa el orden político de la sociedad y se promueve la paz social. Estos valores fundamentales son esenciales para el funcionamiento de una sociedad democrática y justa.
  2. Interpretación de los derechos fundamentales: Se establece que las normas relacionadas con los derechos fundamentales y las libertades reconocidas en la Constitución deben interpretarse de acuerdo con los principios establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los tratados y acuerdos internacionales sobre los mismos temas que hayan sido ratificados por España. Esto significa que los derechos y libertades consagrados en la Constitución deben ser interpretados de manera coherente con los estándares internacionales de derechos humanos.

En resumen, el artículo 10 resalta la importancia de la dignidad humana, los derechos individuales, el respeto a la ley y el orden político para la sociedad española. También establece un marco para la interpretación de los derechos fundamentales de acuerdo con los estándares internacionales de derechos humanos, lo que refuerza la protección y garantía de estos derechos en el contexto nacional e internacional.


 

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