Efectos en la cultura cinematográfica y televisiva de Netflix


Efectos en la cultura cinematográfica y televisiva de Netflix

Una de las mayores críticas o posiciones contrarias que se han construido en torno a las plataformas de streaming en general, y de Netflix en particular, gira en torno a la forma en que éstas han cambiando la cultura audiovisual de su público. Estas voces críticas afirman que, al priorizar sus propias producciones (Netflix cada vez produce series de mayor calidad y presupuesto)​ y borrar de su catálogo regularmente cada vez más películas y producciones de otras compañías,​ así como el tener un catálogo limitado de películas antiguas, la compañía genera cambios en los hábitos de consumo, particularmente, entre sus miembros más jóvenes. ​Uno de los casos más sonados a este respecto es el retiro del catálogo de películas y series hechas o bajo control de Disney, esto debido a la gran cantidad de productos que esto significa y al apego del público a muchas de estas producciones.

Esta posición de la industria y de algunos especialistas en medios contrasta con la percepción altamente positiva que tiene Netflix entre sus usuarios, principalmente entre los más jóvenes.​ Ante estas críticas, Netflix se defiende argumentando los altos costos de renovación de las licencias de los productos externos, por lo que cuando su licencia expira y no puede ser renovada, avisa a sus suscriptores con anticipación para que vean el contenido afectado antes de su desaparición.

De manera específica, la empresa ubicada en California ha sido abiertamente criticada por la industria cinematográfica, que considera que el rechazo de Netflix a estrenar sus películas originales en las salas de cine provocará la muerte del modelo como se conoce hasta ahora. Situación que ya se veía desde la aparición de la televisión, el VHS y el DVD.

En su editorial de diciembre de 2014, el Film Journal International consideró como desleal dicha estrategia de no exhibir sus producciones originales de la manera tradicional en salas antes de ponerlas a disposición de sus socios en el catálogo digital. En el texto, escrito a manera de carta dirigida a Ted Sarandos, el encargado de programación de la compañía, la revista decía:

«Ir al cine es un pasatiempo americano. ¿Quieres ser conocido Ted, como, un traidor?» – An Open Letter to Netflix’s Ted Sarandos

Reed Hastings, presidente y fundador de la compañía, declaró en 2015 que la televisión quedará obsoleta en 30 años. Esto provocó varias críticas, pues uno de los problemas que Netflix y otras plataformas similares enfrentan es la fragmentación de los contenidos debido a los problemas de licencias. Otra crítica es un presunto sesgo ideológico hacia la izquierda política de las producciones de la plataforma, lo cual causaría que algunos sectores conservadores la miren con desconfianza.

Otro aspecto que genera debates sobre Netflix, es la recolección de datos que utiliza de sus usuarios para la producción de nuevos contenidos. Según el periodista Alejandro Eloy Rodríguez, en su libro ‘El planeta Netflix’, indica cómo Netflix estudia el comportamiento de los suscriptores para medir la creación de nuevos contenidos, reduciendo los riesgos económicos de la producción:

«Las producciones de Netflix estarán cada vez más medidas, basadas en la información que los usuarios ofrecen a la plataforma desde hace años. Lo cual abre nuevos interrogantes en el plano cultural: ¿cuánto lugar habrá para la expresión artística, para lo impredecible, lo instantáneo, aquella sinceridad del espíritu humano que no se explica en algoritmos? Quizás lo preocupante no sea lo que Netflix está haciendo en el mundo televisivo, sino cinematográfico»


Fuente: Wikipedia

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