Vacuna: origen e historia


Vacuna: origen e historia

*Edward Jenner, el «padre de la inmunología moderna», realizó las primeras inoculaciones, específicamente para prevenir la viruela.

Antes de la introducción de la vacunación con viruela bovina (inmunización hetero típica), la viruela era prevenida por inoculación deliberada de cepas débiles del virus de la viruela humana obtenidas de epidemias con baja mortalidad. Estas inoculaciones desarrollaban la enfermedad con un riesgo de muerte bajo en comparación con las muertes causadas por epidemias de cepas más agresivas, proporcionando inmunidad frente a estas epidemias de viruela. Los primeros indicios de la práctica de la inoculación con viruela se registran en China durante el siglo X,​ mientras que la primera práctica documentada se remonta al siglo XV. Esta práctica consistía en una insuflación nasal de un polvo constituido por fragmentos de pústulas secas molidas, a fin de lograr la inmunización de pacientes que sufrían tipos leves de viruela. Se registra asimismo el uso de otras técnicas de insuflación en China durante los siglos XVI y XVII.

En 1718, Lady Mary Wortley Montagu informó que los turcos tenían la costumbre de inocularse con pus tomado de enfermos de viruela humana, lo que les enfermaba levemente. Lady Montagu inoculó a sus propios hijos de esta manera.

*Disertacion physico medica, en que … se demuestra la utilidad y seguridad de la inoculacion de las viruelas, y las grandes ventajas, que de ella se siguen a la humana sociedad, escrita en lengua toscana por Spallarossa y traduccida al idioma castellano en 1766.

En 1796, durante el momento de mayor extensión del virus de la viruela en Europa, un médico rural de Inglaterra, Edward Jenner, observó que las recolectoras de leche adquirían ocasionalmente una especie de viruela bovina por el contacto continuado con estos animales, y que luego quedaban a salvo de enfermar de viruela común. Efectivamente se ha comprobado que esta viruela bovina es una variante leve de la mortífera viruela «humana». Trabajando sobre este caso de inoculación, Jenner tomó viruela bovina de la mano de la granjera Sarah Nelmes e inoculó este fluido a través de inyección en el brazo de un niño de ocho años, James Phipps. El pequeño mostró síntomas de la infección de viruela bovina. Cuarenta y ocho días más tarde, después de que Phipps se hubiera recuperado completamente de la enfermedad, el doctor Jenner le inyectó al niño infección de viruela humana, pero esta vez no mostró ningún síntoma o signo de enfermedad. Como la inoculación con la variante bovina era mucho más segura que la inoculación con viruela humana por insuflación, se prohibió esta última en Inglaterra en el año 1840. Desde entonces este procedimiento de vacunación fue extendiéndose por toda Europa y América, aunque no sin alguna oposición de algunos sectores (en el siglo XVIII, un destacado reverendo cristiano de Londres, Edmund Massey, ante los progresos que acabarían desembocando en la vacuna de Jenner, atacó las medidas sanitarias preventivas, porque a su juicio se oponían a los designios de Dios; y estos argumentos se han reproducido incluso modernamente).

«The Cow-Pock—or—the Wonderful Effects of the New Inoculation!» (1802), viñeta satírica de James Gillray, de las Publications of ye Anti-Vaccine Society, que muestra a Edward Jenner administrando vacunas contra el virus de la viruela bovina en el hospital de San Pancracio. El temor popular era que la vacuna provocaría el crecimiento de «apéndices vacunos» en los pacientes.

La segunda generación de vacunas fue introducida en la década de 1880 por Louis Pasteur, quien desarrolló vacunas para el cólera aviar y el ántrax. Para comprobar la efectividad de la vacuna antiantráxica lleva a cabo un audaz y brillante experimento público en la granja de Pouilly-le-Fort. El desarrollo del experimento fue como sigue:

El 5 de mayo inyecta 24 carneros, 1 chivo y 6 vacas con 58 gotas de un cultivo atenuado de Bacillus anthracis. El 17 de mayo, estos mismos animales fueron inoculados nuevamente con la misma cantidad de un cultivo menos atenuado, o sea más virulento.El 31 de mayo se realizó la prueba suprema. Se inyectaron con cultivos muy virulentos, todos los animales ya vacunados, y además, 24 carneros, 1 chivo y 4 vacas no vacunados, que sirvieron como grupo testigo a la prueba. El 2 de junio, una selecta y nutrida concurrencia apreció los resultados, que fueron los siguientes:

Todos los carneros vacunados estaban bien. De los no vacunados, 21 habían muerto ya, 2 más murieron durante la exhibición ante la propia concurrencia y el último al caer de la tarde de ese día. De las vacas, las 6 vacunadas se encontraban bien, mientras que las 4 no vacunadas mostraban todos los síntomas de la enfermedad y una intensa reacción febril.

Louis Pasteur

Al comunicar estos resultados, Pasteur introdujo los términos de vacuna y vacunación, que provienen de la palabra latina vacca. Mediante la elección de dicho término rinde homenaje a Edward Jenner, su ilustre predecesor, quien había sido pionero en esta práctica al inocular el virus de la viruela de la vaca.

Hacia fines del siglo XIX, el desarrollo y la adopción de vacunas se consideraron motivo de orgullo nacional y se aprobaron varias leyes de vacunación obligatoria.

Durante el siglo XX se introdujeron varias vacunas de forma exitosa, incluyendo aquellas contra la difteria, sarampión, parotiditis (papera) y rubeola.


Fuente: Wikipedia

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