Partes de la caldera eléctrica
Cuerpo de calefacción
El cuerpo de la calefacción es la parte de la caldera eléctrica donde se calienta el agua para que esta se dirija a los radiadores o al suelo radiante. Este se compone de de varias partes con funciones que se complementan entre sí:
- Cuerpo: circuito primario construido en acero inoxidable.
- Resistencias: elementos calefactores que se fijan a la parte superior del cuerpo y que son los encargados de calentar el agua.
- Purgador automático: elimina cualquier burbuja de aire contenida en el cuerpo de calefacción
- Salida de calefacción: toma de salida del agua caliente que se dirige a los radiadores o suelo radiante.
- Retorno de calefacción: toma por la que vuelve el agua utilizada por los radiadores que ha de volver a calentarse.
Panel de mandos
En el panel de mandos se halla toda la parte electrónica y de regulación. Aquí se pueden encontrar, por norma general, los siguientes elementos:
- Selectores de potencia: las calderas eléctricas disponen de varios rangos de potencia que el usuario puede elegir en función de las necesidades de la estancia. Estos selectores están conectados a una placa electrónica que regula la potencia a través de unos tiristores.
- Termostato de control: mide la temperatura del circuito primario de calefacción de la caldera y permite reajustarla.
- Termostato de seguridad: si la temperatura de la caldera sube por encima de ciertos valores esta se apaga y no puede volver a encenderse hasta que la caldera está por debajo de lo indicado.
- Programador horario: algunas calderas eléctricas incorporan la función de encendido según la hora y día.
Vaso de expansión
El vaso de expansión es un elemento de seguridad que sirve para absorber los aumentos de presión del agua debido al aumento de temperatura.
Bomba hidráulica
A parte del cuerpo y del cuadro de mandos, las calderas eléctricas necesitan una bomba que haga que el agua se mueva por todo el circuito, desde la caldera a cada uno de los radiadores o suelo eléctrico.
Dispositivos de seguridad
Además, de todo lo visto, las calderas eléctricas cuentan con distintos dispositivos de seguridad como un presostato en caso de falta de agua o un detector de caudal para que las resistencias no funcionen si no hay caudal, porque puede haber presión pero no moverse el agua.