Pandemia por coronavirus COVID-19


Pandemia por coronavirus COVID-19

La pandemia de COVID-19, conocida también como pandemia de coronavirus, es una pandemia mundial actualmente en curso derivada de la enfermedad ocasionada por el virus SARS-CoV-2.​ Su primer caso fue identificado en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan,​ capital de la provincia de Hubei, en la República Popular China, al reportarse casos de un grupo de personas enfermas con un tipo de neumonía desconocida. La mayoría de los afectados tenía vinculación con trabajadores del Mercado mayorista de mariscos de Huanan.​ La Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como una pandemia el 11 de marzo de 2020, cuando informó que había 4291 muertos y 118 000 casos en 114 países.

Al 1 de octubre de 2021, se ha informado de más de 235 millones de casos de la enfermedad en 258 países y territorios en el mundo, y 4 805 881 fallecidos. Por otra parte, para octubre de 2020, la Organización Mundial de la Salud estimaba que al menos el 10 % de la población mundial ya se había contagiado de esta enfermedad (unas 780 millones de personas infectadas aproximadamente), debido al gran subregistro de casos a nivel mundial.

El virus se transmite generalmente de persona a persona a través de las pequeñas gotas de saliva, conocidas como microgotas de Flügge, que se emiten al hablar, estornudar, toser o respirar.141516​ También está documentada la transmisión por aerosoles (< 5μm). Se difunde principalmente cuando las personas están en contacto cercano, pero también se puede difundir al tocar una superficie contaminada y luego llevar las manos contaminadas a la cara o las mucosas. Su período de incubación suele ser de cinco días, pero puede variar de dos a catorce días.​ Los síntomas más comunes son la fiebre, la tos seca y dificultades para respirar.​ Las complicaciones pueden incluir la neumonía, el síndrome respiratorio agudo o la sepsis.​ A febrero de 2021, varias vacunas estaban siendo utilizadas por distintos países.​ En la OMC, un grupo de 99 países en vías de desarrollo liderados por India y Sudáfrica y con el apoyo de Médicos sin Fronteras pidieron la suspensión temporal de las patentes de las vacunas contra la COVID-19 mientras dure la pandemia. A este pedido se oponen, entre otros países, la mayoría de los miembros de la Unión Europea, Estados Unidos y Brasil.

Las medidas de prevención recomendadas incluyen lavarse las manos, cubrirse la boca al toser, el distanciamiento físico entre las personas y el uso de mascarillas, además del autoaislamiento y el seguimiento para las personas sospechosas de estar infectadas. La edad es un factor de riesgo (> 65 años) así como la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes, cardiopatías, enfermedades respiratorias, hipertensión arterial o inmunodeficiencias tienen un riesgo mucho mayor de contraer la enfermedad y de llegar a tener complicaciones graves, por lo que se aconseja el confinamiento domiciliario tanto como sea posible.

Asimismo, se ha confirmado que otros animales —como perros, gatos, tigres, leones y murciélagos— pueden contraer el COVID-19 al igual que los seres humanos. Aún está en estudio si los animales también deberían tomar las mismas medidas de distanciamiento que los seres humanos para evitar su propagación.​ Para evitar la expansión del virus, los gobiernos han impuesto restricciones de viajes, cuarentenas, confinamientos, cancelación de eventos y el cierre de establecimientos.

La pandemia ha tenido un efecto socioeconómico disruptivo.​ Se han cerrado colegios y universidades en más de 124 países, lo que ha afectado a más de 2200 millones de estudiantes.​ Un tercio de la población mundial se encuentra confinada, con fuertes restricciones a la libertad de circulación,​ lo cual ha conducido a una reducción drástica de la actividad económica​ y a un aumento paralelo del desempleo.​ Se han desatado maniobras de desinformación y teorías conspirativas sobre el virus,​ así como algunos incidentes de xenofobia y racismo contra ciudadanos chinos y de otros países del este y sudeste asiático.​ Debido a la reducción de los viajes y al cierre de numerosas empresas, ha habido un descenso en la contaminación atmosférica.

Algunas personas han minimizado la gravedad de la pandemia, llamando a resistir las medidas sanitarias adoptadas por los gobiernos y han realizado protestas callejeras sosteniendo que su libertad se veía afectada, a la vez que personas de altos ingresos han evitado cumplir normas sanitarias comunes dictadas para evitar el contagio de la covid, exhibiendo públicamente su riqueza.

La Real Academia Española ha registrado diversas palabras en el Diccionario histórico de la lengua española, como covidiotacovidiociacovidiotez y covidiotismo.​ Se aclara que ese diccionario, según su propia descripción, «persigue describir en su integridad la historia del léxico de la lengua española»,​ es decir, documenta el uso de palabras en determinados momentos o épocas por parte de la población hispanohablante. La Real Academia Española no ha aprobado estas palabras​ derivadas de COVID, por lo que no se encuentran en el Diccionario de la lengua española.


​Fuente: Wikipedia

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