Monumentos y edificios civiles de Valencia
Gótico valenciano
El edificio de la Lonja de la Seda es una obra maestra del gótico civil valenciano situada en el centro histórico de la ciudad. Declarada el año 1996 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se encuentra situada en la plaza del Mercado, número 31, frente a la Iglesia de los Santos Juanes y del Mercado Central de Valencia.
La Lonja se construyó entre los años 1482 y 1548, y su primer constructor fue Pere Compte entre los años 1483 y 1498 sobre el modelo de la Lonja de Palma de Mallorca, constituyéndose en un edificio emblemático de la riqueza del siglo de oro valenciano (siglo xv) y muestra de la revolución comercial durante la Baja Edad Media, del desarrollo social y del prestigio conseguido por la burguesía valenciana. En la parte alta del otro lado del patio hay un artesanado que cubre el Consulado del Mar. Los domingos hay un mercadillo de coleccionistas de sellos y monedas, y quizá sea esta la única actividad que todavía tiene alguna relación con la función original del edificio.
Otro edificio de estilo gótico-renacentista es el Palacio de Benicarló, actual sede de las Cortes Valencianas. Este edificio es una mansión aristocrática, la cual se construyó en el siglo xv como residencia de la familia Borja en la capital del antiguo reino de Valencia. Entre los años 1485 y 1520, se realizaron actividades de adaptación de varios edificios preexistentes, así como la construcción de la escalera de piedra del patio por Pere Compte. El cuidado de la obra y sus transformaciones dirigidas a una mayor habitabilidad estuvo delegado en los más destacados arquitectos y artistas activos en la capital. En definitiva, su análisis permite entender su devenir entre unas aspiraciones grandilocuentes y un olvido inicuo.
El Palacio de la Generalidad Valenciana también es un edificio tardogótico con intervenciones renacentistas que data del siglo xv. La construcción del Palacio se inició en el año 1421, ampliándose en el siglo xvi con una gran torre por el arquitecto Montano. En 1831 se instaló la audiencia territorial, que en 1922 pasó a ser la Diputación Provincial. Desde 1947 a 1951 se realizó una restauración.
- Las puertas de las murallas
Las Torres de Serranos son una de las doce puertas que custodiaban la antigua muralla de la Ciudad de Valencia. Su nombre parece provenir de que están situadas aproximadamente al noroeste del casco antiguo y, por lo tanto, eran la entrada natural que comunicaba con los caminos que iban a Los Serranos. Los jurados de Valencia encomendaron su construcción al maestro Pere Balaguer, quien se inspiró en otras puertas góticas de Cataluña, como la Puerta Real del Monasterio de Poblet, que se inspiraba en el estilo arquitectónico genovés. Comenzaron las obras el 6 de abril de 1392 sobre los terrenos del anterior pórtico, y en marzo de 1398 finalizaron las obras.
Las Torres de Quart, un par de torres gemelas, también formaban parte de la muralla medieval que rodeaba el casco antiguo de la ciudad de Valencia, cuya función era defender la ciudad. Estas torres están situadas en el cruce de la calle Guillén de Castro con la Calle Quart. Las Torres de Quart fueron construidas por los «mestres en el noble art de la pedra» Francesc Baldomar y Pere Compte en el siglo xv, entre los años 1441 y 1460. En las obras también intervinieron Tomás Oller y Jaume Pérez. El estilo de las torres es gótico tardío militar, imitando a las Torres o Arco del Triunfo del Castell Nuevo de Nápoles.
Edificios barrocos y neoclásicos de Valencia
El Palacio del Marqués de Dos Aguas, tal y como se conoce en la actualidad, es producto de una radical reforma llevada a cabo sobre la antigua casa solariega de los Rabassa de Perellós, titulares del marquesado de Dos Aguas, en la década de 1740 (siglo xviii) en un acusado estilo rococó. En un lateral del Palacio se abre la puerta principal, realizada en alabastro por Ignacio Vergara sobre diseño de Hipólito Rovira. Presidida por la imagen de la Virgen, desde ella descienden dos caudales de agua en alusión al título de los marqueses, con dos atlantes a los lados que simbolizan dos ríos, todo con aspecto de desbordante voluptuosidad. Alberga el Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí.
Otro edificio de esta época es el Palacio de Justicia de Valencia, en origen Casa de la Aduana Real, el cua se construyó en la época de Carlos III entre los años 1758 y 1802. Cuando el edificio era la Aduana Real pasaba por él todo el comercio marítimo que se dirigía a Valencia, ya que era uno de los polos económicos de la España del siglo xviii. En 1828 el edificio pasó a ser la fábrica de tabacos y en 1914 se convirtió en sede del Palacio de Justicia.
La plaza Redonda, de singular perímetro redondo, fue construida en 1840 por el arquitecto valenciano Salvador Escrig y está ubicada junto a la iglesia de Santa Catalina y la plaza de la Virgen, en el centro histórico de la ciudad.
La plaza de toros de Valencia fue construida entre los años 1850 y 1860 (siglo xix) en el solar de una plaza anterior que por problemas de presupuesto nunca llegó a terminarse. Es neoclásica, inspirada en la arquitectura civil romana, el teatro de Flavio Marcelo (Coliseo), o el anfiteatro de Nimes (Francia). Fue construida por el arquitecto valenciano Sebastián Monleón Estellés. Se trata de un cuerpo poligonal de 48 lados, con más de 17 metros de altura y 52 de diámetro del ruedo. Con estas dimensiones la hacen una de las plazas más grandes de España.
Modernismo valenciano
La Casa Consistorial de Valencia integra en una manzana de planta ligeramente trapezoidal, dos construcciones de época y estilo bien diferenciados: la Casa de Enseñanza, edificada por iniciativa del arzobispo don Andrés Mayoral, entre 1758 y 1763; y el cuerpo de edificio (la fachada principal), realizada entre la segunda y tercera décadas del siglo xx en un marcado estilo modernista. El 1 de marzo de 1962 a través del decreto 474/1962 (BOE 9-03-62) se declaró el edificio como bien de interés cultural (BIC), a la vez que también fue declarada monumento histórico-artístico de carácter nacional.
Otro de los edificios modernistas más importantes de Valencia es la estación del Norte, construida entre los años 1906 y 1917, aprovechando las transformaciones urbanísticas de la ciudad a finales del siglo xix para instalarse en un enorme solar restante. Es uno de los monumentos más emblemáticos de la arquitectura civil de la ciudad. La obra, diseñada por el arquitecto Demetrio Ribes se enmarca en el estilo modernista, donde se aprecian las influencias de la vertiente europea de la Sezession, caracterizada por un modernismo de líneas rectas en contraposición a las formas sinuosas más típicas del modernismo valenciano.
El edificio del Mercado Central también es otra construcción de estilo modernista valenciano y se empezó a construir en el año 1914 por Francesc Guàrdia i Vial y Alexandre Soler i March, ambos formados en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y habiendo trabajado en el equipo de colaboradores de Domènech i Montaner, arquitecto que se caracterizó por un estilo propio dentro de las líneas del modernismo. Este edificio combina el metal, las cúpulas, el vidrio, las columnas, al recuerdo gótico del modernismo, como si de una catedral del comercio se tratara, combinando muy bien con la vecina Lonja de los Mercaderes. En el centro del edificio se aprecia una gran cúpula coronada por una veleta.
El Mercado de Colón es otro claro ejemplo de modernismo valenciano de principios de siglo xx. Este mercado lo diseño y realizó el arquitecto Francisco Mora Berenguer entre los años 1914 y 1916. El mercado se inauguró el 24 de diciembre de 1916, día de Nochebuena, y según crónicas de los diarios municipales, este fue un evento espectacular: de la plaza de Toros salió una cabalgata formada por la Guardia Municipal Montada, con los timbales y clarines de la ciudad, la Roca de la Fama, los vendedores del mercado, los grupos «La pesca», «Aves y carnes» y «Flores, frutas y hortalizas», una carroza ocupada por la Reina de la Fiesta acompañada por su corte de honor. La Banda Municipal y una sección de la Guardia Civil cerraron el festejo. Hay que destacar que el edificio del mercado se declaró Monumento Nacional.
En la zona portuaria se encuentra otra de las obras más importántes del modernismo valenciano, los Tinglados del Puerto de Valencia. El autor e impulsor de los mismos fue el Ingeniero Federico G. de Membrillera, subdirector del puerto de Valencia a finales del siglo xix. Hasta la segunda mitad del siglo xix, la única infraestructura portuaria existente en el puerto de Valencia había sido un sencillo muelle de madera, y con motivo del incremento del tráfico de mercancías en el puerto, se vio la necesidad de ampliar las infraestructuras, por lo que se planificó la construcción de seis tinglados. A pesar de que los ingenieros exigían que primara la ornamentación, la falta de presupuesto en aquella época simplificó el proyecto. A pesar de ello destaca la decoración del modernismo valenciano, con relieves alusivos al comercio y la navegación y mosaicos cerámicos policromos sobre temas valencianos típicos.
La obra de Santiago Calatrava
El puente Nueve de Octubre se construyó en la década de los ochenta del siglo xx por el entonces todavía no reconocido arquitecto valenciano Santiago Calatrava, siendo esta la primera obra del arquitecto en la ciudad. Este puente destaca por la originalidad de sus formas y por las cuatro esculturas abstractas que adornan sus entradas.
Otra obra diseñada por Santiago Calatrava es el conjunto formado por el puente de la Exposición y la estación de metro de la Alameda, la cual está situada bajo el viejo cauce del río Turia al cual hay que bajar para acceder a la estación. Estas obras se inauguraron en el año 1995. Como nota curiosa cabe destacar que la construcción de ambos elementos fue simultánea, realizándose la obra de la estación de metro en su emplazamiento definitivo, mientras que la del puente se realizó en terrenos próximos y se trasladó con posterioridad a su ubicación actual sobre la estación.
Finalmente hay que destacar el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela, una de las zonas más populares de la ciudad. Este complejo se fue inaugurando a lo largo de una década, desde el 16 de abril de 1998 cuando se inauguró el Hemisférico, hasta el 31 de octubre de 2009 con la apertura del Ágora, aunque actualmente aún se están ultimando algunos destalles de este edificio debido a problemas de derribo en la cara externa de su construcción.
Fuente: Wikipedia