Medicina hebrea


Medicina hebrea

La mayor parte del conocimiento que se tiene de la medicina hebrea durante el I milenio a. C. proviene del Antiguo Testamento de la Biblia. En él se citan varias leyes y rituales relacionados con la salud, tales como el aislamiento de personas infectadas (Levítico 13:45-46), lavarse tras manipular cuerpos difuntos (Números 19:11-19) y el entierro de los excrementos lejos de las viviendas (Deuteronomio 23:12-13).

Los mandatos incluyen profilaxis y supresión de epidemias, supresión de enfermedades venéreas y prostitución, cuidado de la piel, baños, alimentación, vivienda y ropas, regulación del trabajo, sexualidad, disciplina, etc.

Muchos de estos mandatos tienen una base más o menos racional, tales como la circuncisión, la supuesta impureza de las parturientas,​ impureza de la mujer durante la menstruación, las leyes relativas a la alimentación (prohibición de la sangre y del cerdo), el descanso del Sabbat, el aislamiento de los enfermos de gonorrea y de lepra, y la higiene del hogar.

El monoteísmo hebreo hizo que la medicina fuera teúrgica: Yahvé era el responsable tanto de la salud como de la enfermedad. El monoteísmo en general significa un avance: facilitó el desarrollo de la ciencia al concentrarse el hombre en una sola idea. Terminó con la noción de un dios para cada fenómeno de la naturaleza y cada circunstancia de la vida como lo postulaba el politeísmo. Esto permitió el estudio y la indagación del origen de cada cosa.

La enfermedad puede ser también una prueba divina como en el caso de Job: «Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza» (Job 2:7). Los hebreos adoptaron preceptos médicos de los pueblos con los cuales tuvieron contacto: Mesopotamia, Egipto y Grecia. En el Talmud se habla del número total de los huesos del hombre. Los hebreos notaron que en el hombre faltaba el báculo (el hueso interno del pene) típico en todos los animales machos.​ El médico era llamado rophe, y el circuncidador era el uman.


Fuente: Wikipedia

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