Historia de Ucrania


Historia de Ucrania

Historia temprana de Ucrania

Los asentamientos humanos en el territorio de Ucrania se remontan al 4500 a. C., cuando la cultura neolítica de Cucuteni o de Tripilia floreció en un área que abarcaba partes de la Ucrania moderna y toda la región del Dniéper-Dniéster. En la Edad del Hierro, la tierra fue habitada por cimerios, escitas y sármatas.13​Entre los años 700 a. C. y 200 a. C., el territorio de Ucrania formó parte del Reino Escita. Desde el siglo VI a. C., se fundaron colonias de la Antigua Grecia, Roma y del Imperio bizantino, tales como Tiras, Olbia y Germonasa, las cuales perduraron hasta el siglo VI d. C.

Según el orador ateniense Demóstenes, Ucrania era el granero de Grecia.​Afirmación confirmada por los numerosos silos de trigo que se han encontrado en la región y que atestiguan la importancia del comercio de cereales desde el siglo VI a. C.

Desde el 370 d. C., los godos permanecieron en el área, pero terminaron bajo el dominio de los hunos. En el siglo VII d. C., el territorio este de Ucrania formó parte de la Antigua Gran Bulgaria pero, a finales del siglo, la mayoría de las tribus búlgaras emigraron en direcciones diferentes y la tierra cayó en manos de los jázaros.

Rus de Kiev

En el siglo IX, gran parte del territorio de la Ucrania moderna estaba poblado por los rus’, quienes fundaron la Rus de Kiev, la cual abarcaba casi todo el territorio de las actuales Ucrania, Bielorrusia y la Rusia europea. Durante los siglos X y XI, se convirtió en el Estado más grande y poderoso de Europa.​ En los siglos siguientes, sentó las bases para la identidad nacional de ucranianos, bielorrusos y rusos. ​Kiev, la capital, se convirtió en la ciudad más importante del Estado. Según la Crónica de Néstor, la élite de la sociedad rus estuvo formada al principio por varegos procedentes de Escandinavia. Más tarde los varegos fueron asimilados por la población eslava local y formaron parte de la primera dinastía de la Rus, la dinastía Rúrik. La Rus de Kiev estaba formada por varios principados gobernados por los príncipes Rúriks, que estaban relacionados entre sí. El trono de Kiev, el más prestigioso e influyente de todos los principados, se convirtió en objeto de muchas rivalidades entre los rúrik, como premio más valioso en su búsqueda del poder.

La edad de oro de la Rus de Kiev comenzó con el reinado de Vladimiro I de Kiev (980-1015), quien convirtió a los rus’ al cristianismo ortodoxo. Durante el reinado de su hijo, Yaroslav I el Sabio (1019-1054), la Rus de Kiev alcanzó el apogeo de su desarrollo cultural y su poder militar.​ Esto fue seguido por la fragmentación del creciente Estado, ya que la importancia relativa de las potencias regionales aumentó de nuevo. Después de un resurgimiento final bajo el reinado de Vladímir II Monómaco (1113-1125) y su hijo Mstislav I de Kiev (1125-1132), la Rus de Kiev finalmente se desintegró en principados separados tras la muerte de Mstislav.

En los siglos xi y xii, constantes incursiones de las tribus nómadas túrquicas, tales como los pechenegos y los kipchak, motivaron una migración masiva de la población eslava a las regiones más seguras del norte.​ La invasión mongola del siglo xiii devastó la Rus de Kiev y la ciudad de Kiev fue totalmente destruida en 1240.​ En el territorio ucraniano, al Estado de la Rus de Kiev lo sucedieron el principado de Galicia y el principado de Volinia que se fusionaron en el principado de Galicia-Volinia.

Dominación extranjera

A mediados del siglo xiv, Casimiro III de Polonia conquistó el principado de Galicia-Volinia, mientras que el corazón de la Rus, incluyendo Kiev, cayó en poder del Gran Ducado de Lituania después de la batalla del río Irpín. Tras la unión de Krewo en 1386, una unión dinástica entre Polonia y Lituania, la mayoría del territorio de Ucrania fue controlada por el Gran Ducado de Lituania. Fue entonces cuando se comenzaron a utilizar las formas latinizadas del vocablo rus, Rutenia y rutenos, para designar a la tierra y al pueblo de Ucrania, respectivamente.

En 1569, la unión de Lublin formó la República de las Dos Naciones y, como la administración de gran parte del territorio ucraniano se había transferido a la Corona polaca, Rutenia fue anexionada a Polonia. Bajo la presión cultural y política de la polonización gran parte de la clase alta de Rutenia se convirtió al catolicismo y se volvió indistinguible de la nobleza polaca.​ Así, los plebeyos ucranianos, oprimidos por sus propios líderes entre la nobleza Rutenia, se volvieron aliados de los cosacos, un pueblo nómada del área que continuaban siendo cristianos ortodoxos y que recurrían a acciones violentas contra los que percibían como sus enemigos, en especial el Estado polaco y sus representantes.​ Asimismo por el sur, el territorio de Crimea fue gobernado por kanes musulmanes aliados o vasallos del Imperio otomano que ejercían influencia desde el sur.

A mediados del siglo xvii, los cosacos del Dniéper y los campesinos rutenos que aún huían de la servidumbre polaca establecieron un semi-Estado militar cosaco, Zaporozhia.​ Polonia tenía poco control real de esta tierra y encontró en los cosacos un útil aliado en su lucha contra los turcos y los tártaros;​ a menudo ambos combatían juntos en campañas militares.​ Sin embargo, los continuos enfrentamientos entre los campesinos y la nobleza polaca, provocados por la explotación de la mano de obra y la supresión de la Iglesia ortodoxa, hizo que los cosacos dejaran de confiar en el gobierno polaco.​ Aspiraban a tener un representante en el Sejm de Polonia, el reconocimiento de las tradiciones ortodoxas y la expansión gradual del ejército cosaco, pero la nobleza polaca rechazó todas estas pretensiones. Finalmente, los cosacos acudieron a la protección de la Iglesia ortodoxa de Rusia, una decisión que más adelante causaría la caída del estado polaco-lituano,​ y la preservación de la Iglesia ortodoxa en Ucrania.

En 1648, Bogdán Jmelnitski condujo el levantamiento cosaco más grande contra la República de las Dos Naciones y su soberano Juan II Casimiro Vasa.​ Tras la firma del Tratado de Pereyáslav de 1654 y la guerra ruso-polaca, la Ucrania del Margen Izquierdo finalmente se incorpora al Zarato moscovita como el Hetmanato cosaco. Conciliadores como Iván Vigovski o Yuri Nemýrych intentaron crear Mancomunidad de Tres Naciones, pero el Tratado de Hadiach en 1658 no cumplió. El intento de crear La Mancomunidad polaco-lituano-ucraniana, al final del siglo xvii había fracasado. Después de las particiones de Polonia al final del siglo xviii, el Imperio austríaco tomó Galicia, mientras que el resto de Ucrania se fue incorporando progresivamente al Imperio ruso.

Desde el principio del siglo xvi hasta el final del xvii, las bandas de tártaros de Crimea hicieron incursiones casi anuales a las tierras agrícolas eslavas buscando cautivos para vender como esclavos,​ aunque estas cesaron tras la anexión rusa del Kanato de Crimea en 1783, cuando la región fue poblada por los emigrantes de otras partes de Ucrania. A pesar de las promesas de autonomía prometidas en el Tratado de Pereyáslav, la élite ucraniana y los cosacos nunca recibieron las libertades y la autonomía que esperaban de Rusia. Sin embargo, dentro del imperio, varios ucranianos llegaron a las magistraturas más altas del Estado y de la Iglesia ortodoxa rusa.​ En un periodo posterior, el régimen zarista llevó la política de rusificación a las tierras de Ucrania, la cual intentó suprimir el uso del idioma ucraniano en forma impresa y pública, en medios de comunicación, discursos y trámites legales.

Primera Guerra Mundial

Poco antes de iniciar la Primera Guerra Mundial, el territorio de Ucrania estaba dominado por Austria y por Rusia. Por tal motivo, Ucrania peleó al lado de las Potencias Centrales y de la Triple Entente al mismo tiempo. De esta forma, 3,5 millones de ucranianos lucharon con el Ejército Imperial Ruso, mientras que doscientos cincuenta mil ucranianos lucharon en el Ejército austrohúngaro. Durante la guerra, las autoridades del Imperio austrohúngaro establecieron la Legión de Ucrania para luchar contra el Imperio ruso. Esta legión era la base del ejército ucraniano en Galicia, el cual luchó contra los bolcheviques y polacos en el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial (1919-1923). En Galicia, más de cinco mil partidarios del Imperio ruso fueron detenidos y llevados a campos de concentración en Thalerhof, Estiria y en una fortaleza en Terezín (actualmente en la República Checa).

Guerra de independencia

Con el colapso de los imperios de Rusia y Austria después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa de 1917, reapareció el movimiento nacional ucraniano por la independencia. El 9 de febrero de 1918, la República Popular Ucraniana firmó su propio Tratado de Brest-Litovsk con las Potencias Centrales en la ciudad de Brest. Entre 1917 y 1920, existieron varios Estados ucranianos autónomos: la República Popular Ucraniana, el Hetmanato, el Directorio de Ucrania y la República Socialista Soviética de Ucrania se establecieron sucesivamente en los antiguos territorios del Imperio ruso; mientras que en el antiguo territorio austrohúngaro surgió la efímera República Popular de Ucrania Occidental. En medio de la guerra civil, un movimiento anarquista, llamado el «Ejército Negro» y dirigido por Néstor Majnó, se desarrolló en el sur de Ucrania.

El 22 de enero de 1919, a exactamente un año de la proclamación de la RPU, se firmó el Acta de Unificación entre esta y la vecina RPUO.​ Sin embargo, tras la derrota de la República Popular de Ucrania Occidental en la Guerra polaco-ucraniana y la sucesiva ofensiva de la Rusia Soviética en Ucrania Oriental, en 1920 la República Popular de Ucrania firmó el Tratado de Varsovia con Polonia, aceptando la pérdida de territorios de Ucrania Occidental (hasta el río Zbruch) en favor de la Segunda República Polaca. A la guerra polaco-soviética le siguió el fracaso de la ofensiva polaca, que fue repelida por los bolcheviques, aunque los polacos entraron en Kiev. De acuerdo a la Paz de Riga, rubricada entre los soviéticos y la Segunda República Polaca en marzo de 1921, Ucrania Occidental se incorporó oficialmente a Polonia, que reconocía a su vez a la RSS de Ucrania, la cual posteriormente fue uno de los miembros fundadores de la Unión Soviética en diciembre de 1922.

Periodo de entreguerras

La revolución que llevó al poder al partido socialista devastó Ucrania, dejando más de 1,5 millones de muertos y cientos de miles sin hogar, además de que la Ucrania soviética tuvo que enfrentarse a la hambruna de 1921.​ Viendo a la sociedad exhausta, el gobierno soviético siguió siendo muy flexible durante la década de 1920.​ Así, la cultura nacional y el idioma ucraniano disfrutaron de un renacimiento, ya que la «ucranianización» se convirtió en una aplicación local de la política soviética de la korenización (literalmente «indigenización»).​ Los bolcheviques también se comprometieron a introducir atención a la salud, educación y seguridad social con múltiples beneficios, así como el derecho al trabajo y a la vivienda.​ Los derechos de la mujer se incrementaron considerablemente a través de nuevas leyes que pretendían eliminar las desigualdades sociales.​ La mayoría de estas políticas fueron bruscamente suprimidas a comienzos de la década de 1930, después de que Iósif Stalin gradualmente consolidara su poder para convertirse en el líder del Partido Comunista y en el dictador de facto de la Unión Soviética.

Desde finales de la década de 1920, Ucrania se vio envuelta en la industrialización soviética y en la década siguiente la producción industrial de la república se cuadruplicó.​ Sin embargo, la industrialización tuvo un costo alto para los campesinos, que eran demográficamente la columna vertebral de la nación ucraniana. Para satisfacer la demanda de alimentos cada vez mayor del Estado y para financiar la industrialización, Stalin instituyó un programa de colectivización, mediante el cual, el Estado expropiaba las tierras y el ganado de los campesinos y las agrupaba en granjas colectivas, haciendo cumplir esta política por medio de las tropas regulares y la policía secreta.​ Quienes se resistieron fueron arrestados y deportados, disminuyendo el número de campesinos. Sin embargo, el estado bolchevique siguió demandando la misma producción por lo que al haber menos campesinos, aumentaba la cuota individual de producción de cada uno de ellos, al igual que su miseria. La colectivización tuvo un efecto devastador en la productividad agrícola. Los miembros de las granjas colectivas no podían recibir grano hasta que se hubieran cumplido unas cuotas inalcanzables y el hambre en la Unión Soviética se hizo generalizada. Entre 1932 y 1933, varios millones murieron a causa de una hambruna provocada por esta política, conocida como Holodomor. Los estudiosos aún debaten sobre si esta hambruna puede o no ser considerada como genocidio, pero para el parlamento ucraniano y para más de una docena de países lo fue.

Los tiempos de industrialización y Holodomor también coincidieron con el asalto soviético a líderes de la política y cultura nacional, a menudo acusados de «desviaciones nacionalistas». Dos olas de represión política estalinista y la persecución en la Unión Soviética (1929-1934 y 1936–1938) dieron lugar a la matanza de alrededor de 681 692 personas; esto incluye cuatro quintas partes de la élite cultural ucraniana y tres cuartas partes de los oficiales de alto mando de todo el Ejército Rojo.

Segunda Guerra Mundial

Tras la invasión de Polonia en septiembre de 1939, las tropas alemanas y soviéticas se dividieron el territorio polaco. Por lo tanto, Galitzia y Volinia con su población mayoritariamente ucraniana volvieron a unirse con el resto de Ucrania. La unificación del país, alcanzada por primera vez en su historia, fue un acontecimiento decisivo en la historia de la nación.

Después de que Francia se rindiera ante Alemania, Rumania había cedido Besarabia y el norte de Bucovina a las demandas de los soviéticos. La RSS de Ucrania había incorporado los distritos del norte y sur de Besarabia, el norte de Bucovina y la región de Hertsa. Sin embargo, cedió la parte occidental de la República Autónoma Socialista Soviética de Moldavia a la recién creada República Socialista Soviética de Moldavia. Todas estas ganancias territoriales fueron reconocidas internacionalmente por los tratados de paz de París de 1947.

El ejército alemán invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, iniciando con ello cuatro años de incesante guerra. Durante la ocupación nazi de Ucrania las nuevas autoridades germanas establecieron una administración civil especial, el llamado Reichskommissariat Ukraine, con la idea de colonizar estas tierras para en un futuro incorporarlas a Alemania. Las fuerzas del Eje inicialmente avanzaron contra los esfuerzos desesperados pero infructuosos del Ejército Rojo. En el sitio de Kiev, la ciudad fue aclamada como una «Ciudad Heroica», por la resistencia que ofrecieron tanto el Ejército Rojo como la población local. Más de 600 000 soldados soviéticos (una cuarta parte del frente occidental) murieron o fueron tomados como prisioneros. Aunque la gran mayoría de los ucranianos lucharon junto con el Ejército Rojo y los partisanos,​ la Organización de Nacionalistas Ucranianos creó una organización antisoviética en Galicia, el Ejército Insurgente Ucraniano (1942) combatió a las fuerzas nazis ocupantes y continuaron luchando contra la Unión Soviética incluso años después de la guerra. Utilizando tácticas de guerra de guerrillas, los insurgentes asesinaron y atemorizaron a quienes percibían como representantes o aliados del Estado soviético.​ En la misma época, otro movimiento nacionalista luchó junto con los nazis, la Organización de Nacionalistas Ucranianos. En total, el número de ucranianos que lucharon en las filas del Ejército soviético se estima de 4,5 millones​ a 7 millones.​ Los guerrilleros partisanos en Ucrania se calculan en número de 47 800, desde el inicio de la ocupación, hasta 500 000 en su apogeo en 1944, con aproximadamente el 50 % de ucranianos nativos.​ Generalmente, las cifras del Ejército Insurgente Ucraniano no son muy confiables, variando desde 15 000 hasta más de 100 000.

Inicialmente, los alemanes fueron recibidos como libertadores por algunos ucranianos occidentales, que se habían unido a la Unión Soviética apenas en 1939. Sin embargo, el brutal régimen alemán en los territorios ocupados finalmente convirtió a sus partidarios en opositores. Los administradores nazis de los territorios soviéticos conquistados hicieron muy poco para aprovechar la disconformidad de la población ucraniana con el régimen estalinista y sus políticas económicas.​ En su lugar, los nazis conservaron el sistema de granjas colectivas, sistemáticamente llevaron a cabo algunas de las políticas genocidas contra los judíos y comenzaron una despoblación sistemática de Ucrania para prepararla para la colonización alemana.

La gran mayoría de los combates en la Segunda Guerra Mundial tuvieron lugar en el Frente Oriental,​ y la Alemania nazi sufrió el 93 % de sus bajas aquí. El total de pérdidas infligidas a la población ucraniana durante la guerra se estiman entre cinco y ocho millones,​ incluyendo más de medio millón de judíos asesinados por el Einsatzgruppen, en ocasiones ayudados por colaboradores locales. De las tropas soviéticas que cayeron ante los nazis, estimadas en 8,7 millones, 1,4 millones eran ucranianos.​ Hasta la fecha, el Día de la Victoria se celebra como una de las diez fiestas cívicas en Ucrania.

Posguerra

La RSS de Ucrania fue fuertemente dañada por la guerra, y se necesitaron esfuerzos significativos para su recuperación. Se destruyeron más de 700 ciudades, más de 28 000 pueblos y aldeas y monumentos históricos.​ La situación fue agravada por una hambruna en los años 1946 y 1947, causadas por la sequía y la ruptura de la infraestructura, la cual tomó decenas de miles de vidas.

En 1945 Ucrania fue uno de los miembros fundadores de la Organización de las Naciones Unidas​. El primer ordenador soviético (MESM) fue construido en el Instituto de Electrotecnología de Kiev y empezó a funcionar en 1950. Según las estadísticas, hasta el 1 de enero de 1953, el 20 % de todos los deportados por el régimen soviético eran ucranianos, el segundo grupo étnico con más deportaciones después de los rusos. Aparte de los ucranianos, más de 450 000 alemanes residentes en Ucrania y más de 200 000 tártaros de Crimea fueron víctimas de deportaciones forzosas.

Tras la muerte de Stalin en 1953, Nikita Jrushchov se convirtió en el nuevo líder de la Unión Soviética, siendo Secretario del Partido Comunista de Ucrania entre 1938 y 1949, por lo que ya estaba familiarizado con la política. Cuando ya dirigía toda la Unión, comenzó a estrechar la amistad entre las naciones de Ucrania y Rusia. En 1954, se celebró el 300 aniversario del Tratado de Pereyáslav, y con tal motivo, Crimea fue transferida desde la RSFS de Rusia a la RSS de Ucrania.

En 1950, la república ya había superado plenamente los niveles de industria y producción que tenía antes de la guerra.​ Durante el plan quinquenal de 1946-1950, casi el 20 % del presupuesto de la Unión Soviética fue invertido en Ucrania, un aumento del 5 % del plan original. Como resultado, la fuerza de trabajo ucraniana aumentó un 33,2 % de 1940 a 1955, mientras que la producción industrial creció 2,2 veces en ese mismo período. La Ucrania soviética pronto se convirtió en líder europeo en la producción industrial. También se convirtió en un importante centro de la industria armamentística y de investigación de alta tecnología. Un papel tan importante como este dio como resultado una gran influencia de la élite local. Además, muchos líderes soviéticos eran originarios de Ucrania, más notablemente Leonid Brézhnev, quien más tarde sucedería a Jrushchov y se convertiría en el líder soviético desde 1964 a 1982, así como muchos deportistas, científicos y artistas prominentes.

El 26 de abril de 1986, el reactor 4 de la Central Nuclear de Chernóbil estalló, provocando el desastre de Chernóbil, el peor accidente de un reactor nuclear en la historia. En el momento del accidente, 7 millones de personas vivían en los territorios contaminados, incluyendo 2,2 millones de ucranianos.​ Después del accidente, se construyó una nueva ciudad fuera de la zona de exclusión, Slavútych, para albergar y dar apoyo a los empleados de la central nuclear que fue clausurada en el año 2000. Un informe preparado por el Organismo Internacional de Energía Atómica y la OMS atribuyó 56 muertes directas al accidente y se estima que pudieron existir más de 4000 muertes por el cáncer provocado por la radiación.

Independencia

El 16 de julio de 1990, el nuevo parlamento firmó la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania.​ La declaración estableció los principios de la libre determinación de la nación ucraniana, su democracia, la independencia política y económica, y la primacía de la ley ucraniana sobre la ley soviética en el territorio ucraniano. Dicha declaración se produjo un mes después de una declaración similar aprobada por el Parlamento de la RSFS de Rusia. Esto comenzó un periodo de enfrentamiento entre el Sóviet Supremo de la Unión Soviética y las nuevas autoridades republicanas. En agosto de 1991, una facción conservadora de los líderes comunistas de la Unión Soviética y del KGB intentaron dar un golpe de estado para eliminar a Mijaíl Gorbachov e impedir la firma del Nuevo Tratado de la Unión que debería reemplazar a la Unión Soviética por una nueva entidad que se llamaría Unión de Estados Soberanos.

Después de que el intento fracasara, el 24 de agosto de 1991, el parlamento ucraniano aprobó la Declaración de Independencia de Ucrania, en la cual se establece el país como un estado independiente y democrático.​ El 1 de diciembre de 1991, tuvieron lugar un referendo y las primeras elecciones presidenciales. Ese día, más del 90 % de los ucranianos expresaron su apoyo a la Declaración de Independencia y eligieron al presidente del parlamento, Leonid Kravchuk, como el primer presidente del país.

El 8 de diciembre, los presidentes de la RSS de Bielorrusia, RSS de Rusia y RSS de Ucrania firmaron el Tratado de Belavezha que revocaba el Tratado de Creación de la Unión Soviética y proclamaba la disolución de la Unión Soviética creándose la Comunidad de Estados Independientes (CEI).​ El 21 de diciembre de 1991, por los presidentes de 11 de las 15 repúblicas de la Unión Soviética, en la capital de la hasta entonces República Socialista Soviética de Kazajistán, se firmaba el Protocolo de Almá-Atá como parte de la disolución de la URSS.

El 5 de diciembre de 1994, en Budapest, Hungría, fue suscrito el Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad que ofrecía garantías de seguridad por parte de sus signatarios con respecto a la adhesión de Ucrania al Tratado de No Proliferación Nuclear. El Memorándum fue originalmente suscrito, además de por Ucrania, por tres potencias nucleares: la Federación de Rusia, los Estados Unidos y el Reino Unido. De acuerdo con este documento, Ucrania cedió a Rusia 5.000 bombas nucleares y 220 vehículos de largo alcance necesarios para usarlas, incluyendo 176 misiles balísticos intercontinentales y 44 aviones bombarderos de gran alcance con capacidad nuclear.

El 31 de mayo de 1997, los presidentes de Rusia y Ucrania, Borís Yeltsin y Leonid Kuchma, respectivamente, rubricaron en Kiev el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación entre la Federación de Rusia y Ucrania en el que, entre otras cosas, se declaraba que ambos países «basan sus relaciones en los principios del respeto mutuo, la igualdad soberana, la integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras, la solución pacífica de las controversias, la no utilización de la fuerza ni la amenaza de la utilización de la fuerza».

Inicialmente, Ucrania fue vista como una república con favorables condiciones económicas en comparación con las demás regiones de la Unión Soviética.​ Sin embargo, el país experimentó una desaceleración económica más profunda que las otras antiguas repúblicas soviéticas. Durante la recesión vivida entre los años 1991 y 1999, Ucrania perdió el 60 % de su PIB,​ y sufrió de tasas de inflación de cinco dígitos.​ Insatisfechos con las condiciones económicas, así como con el crimen y la corrupción, los ucranianos organizaron protestas y huelgas.

La economía ucraniana se estabilizó a finales de la década de 1990. Una nueva moneda, la grivna, se introdujo en 1996. Desde el año 2000, el país ha disfrutado de un desarrollo económico estable con un crecimiento promedio anual de alrededor del 7 %.​ En 1996, se aprobó una nueva constitución, la cual convirtió a Ucrania en una república semipresidencialista y estableció un sistema político estable. Sin embargo, el sucesor de Kravchuk, Leonid Kuchma fue criticado por sus opositores por concentrar gran parte del poder en su cargo, además de corrupción, transferencia de propiedad pública a particulares, limitaciones de libertad de expresión y fraude electoral.

Revolución naranja

En 2004, el primer ministro Víktor Yanukóvich fue declarado ganador de las elecciones presidenciales. Los resultados provocaron una manifestación pública en apoyo del candidato de la oposición, Víktor Yúshchenko, quien quiso impugnar los resultados y condujo la pacífica protesta. La revolución llevó a Víktor Yúshchenko y a Yulia Timoshenko al poder, y convirtió a Víktor Yanukóvich en la oposición.​ Sin embargo, en 2006 Yanukóvich llegó a ser primer ministro una vez más,​ hasta que las elecciones al Parlamento Ucraniano de 2007 llevaron a Timoshenko de vuelta al cargo de primer ministro.

Los conflictos con Rusia sobre el precio del gas natural detuvieron brevemente todos los suministros de gas a Ucrania en 2006 y 2009, lo que condujo a la escasez de gas en otros países europeos.​ El 25 de febrero de 2010, Víktor Yanukóvich volvió a ser el presidente de Ucrania. Desde finales de 2012, el país vive una crítica situación entre el gobierno y manifestantes que no aceptaron el cambio de modelo político aprobado tras la reelección de Yanukóvich, un modelo más presidencialista.

Euromaidán

Las protestas de Euromaidán (en ucraniano: Євромайдан, literalmente ‘Europlaza’) comenzaron en noviembre de 2013 después de que el presidente, Víktor Yanukóvich, comenzara a rechazar el largamente negociado Acuerdo de asociación con la Unión Europea (cuya firma figuraba en su campaña electoral) y, en su lugar, optara por establecer vínculos más estrechos con Rusia. Algunos ucranianos salieron a la calle para mostrar su apoyo al Acuerdo de asociación con Europa que no perjudicaba los existentes vínculos con Rusia. Con el tiempo, el Euromaidán llegó a provocar una ola de manifestaciones y disturbios civiles en toda Ucrania, cuyo objetivo era pedir la dimisión del presidente Yanukóvich y su gobierno. La violencia se intensificó después de 16 de enero de 2014, cuando el gobierno aprobó las leyes antiprotesta. Las manifestaciones antigubernamentales fueron aprovechadas por grupos nacionalistas, que ocuparon edificios en el centro de Kiev, incluyendo el edificio del Ministerio de Justicia, y llegaron a secuestrar a funcionarios públicos. Los disturbios dejaron 98 muertos y aproximadamente 15 000 heridos y 100 desaparecidos del 18 al 20 de febrero. Debido a las violentas protestas, el 22 de febrero los miembros del Parlamento decretaron que el presidente no podía cumplir con sus deberes y ejercieron «poderes constitucionales» para convocar unas elecciones para el 25 de mayo para elegir a su sustituto. Los resultados de las elecciones fueron retratados por The New York Times como «una victoria decisiva en las elecciones presidenciales de Ucrania» por Petró Poroshenko, con una plataforma pro Unión Europea, que ganó con más del cincuenta por ciento de los votos, y por lo tanto no requirió una segunda vuelta electoral. Yulia Timoshenko, su rival más cercana durante las elecciones, solo fue capaz de obtener menos de un tercio de su número de votos. En el momento de su elección, Poroshenko anunció que sus prioridades inmediatas serían tomar medidas contra los disturbios civiles en el este de Ucrania y mejorar las relaciones con Rusia. Poroshenko fue investido como presidente el 7 de junio de 2014, según lo anunciado previamente por su portavoz Irina Friz en una ceremonia sin celebración en la plaza de la Independencia de Kiev, el centro de las protestas. Geopolíticamente, este suceso supuso el «cambio de bando» del país, pasando de ser un país de la zona de influencia de Rusia y sus aliados a alinearse con el bloque formado por la OTAN, principalmente Estados Unidos y la Unión Europea. Diversos medios de comunicación han centrado su foco en el conflicto ucraniano como una «Segunda Guerra Fría», pues el conflicto se habría extendido hasta países como Moldavia y Bielorrusia que, como Ucrania, cuando eran parte de la Unión Soviética estuvieron en conflicto con Estados Unidos en la Guerra Fría.

Crisis de Crimea

A raíz de la caída del gobierno de Yanukóvich, resultante de la revolución ucraniana de febrero de 2014, una crisis de secesión comenzó en la península de Crimea, que tiene un número significativo de ciudadanos rusófilos, a la vez que rusófonos. Soldados rusos armados, vestidos con uniformes carentes de identificación, comenzaron maniobras en Crimea el 28 de febrero de 2014. El 1 de marzo de 2014, el exiliado expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich pidió a Rusia el uso de fuerzas militares «para establecer la legitimidad, la paz, la ley y el orden, la estabilidad y la defensa de las personas de Ucrania». El mismo día, el presidente ruso, Vladímir Putin, solicitó y recibió la autorización del Parlamento de Rusia para desplegar tropas rusas en Ucrania y tomado el control de la península de Crimea ilegalmente al día siguiente. Por otra parte, la cercanía de la OTAN fue percibida por la mayoría de los rusos como un peligro para las fronteras de Rusia. Esto pesó en gran medida en la decisión de Moscú de tomar medidas para garantizar su puerto del mar Negro en Crimea.

El 6 de marzo de 2014, el Parlamento de Crimea aprobó «ingresar en la Federación de Rusia con los derechos de sus miembros» y más tarde llevó a cabo un referéndum en el que se consultó a la población de estas regiones si deseaba unirse a Rusia como estado federado o si prefería restaurar la Constitución de Crimea de 1992 y el estado de Crimea como parte de Ucrania. La primera opción fue aprobada con una abrumadora mayoría. Crimea y Sebastopol declararon formalmente la independencia como la República de Crimea y solicitaron que fueran admitidos como parte de la Federación de Rusia. El 18 de marzo de 2014, Rusia y Crimea firmaron el tratado de anexión de la República de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia.

El 27 de marzo de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 68/262, llamada Integridad territorial de Ucrania, en respuesta a la crisis de Crimea.​ Aprobada por 100 países, la resolución afirmó el compromiso de las Naciones Unidas para reconocer a Crimea como parte de Ucrania, rechazando el referéndum sobre el estatus político.

Guerra del Donbás

Mientras tanto, comenzaron disturbios en las regiones del este y del sur de Ucrania. En varias ciudades de las regiones de Donetsk y Lugansk, se organizaron milicias locales, que se apoderaron de los edificios policiales, gubernamentales y de las comisarías de policía especiales en varias ciudades de las regiones. Las conversaciones en Ginebra entre la UE, Rusia, Ucrania y EE. UU. produjeron una Declaración Conjunta Diplomática denominada el Pacto de Ginebra de 2014 en el que las partes solicitaron que todas las milicias ilegales depusieran las armas y desalojaran los edificios gubernamentales ocupados, y también establecieran un diálogo político que podría conducir a una mayor autonomía para las regiones de Ucrania. Cuando se hizo evidente que el candidato Poroshenko había ganado las elecciones presidenciales, la noche electoral del 25 de mayo de 2014, Poroshenko dijo: «mi primer viaje presidencial será a Donbás», donde los rebeldes prorrusos armados habían declarado la autonomía de las repúblicas separatistas de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, y tomado el control de una gran parte de la región. Poroshenko también se comprometió a continuar con las operaciones militares de las fuerzas gubernamentales para poner fin a la insurgencia armada, afirmando que «la operación antiterrorista no puede y no debe durar dos o tres meses y no tendrá una duración de más de una hora».

También comparó a los rebeldes prorrusos armados con los piratas somalíes. Poroshenko además solicitó la presencia de intermediarios internacionales en las negociaciones con Rusia. Rusia respondió diciendo que no necesitaba un intermediario en sus relaciones bilaterales con Ucrania. Como presidente electo, Poroshenko prometió perseguir el regreso de Crimea a la soberanía de Ucrania.

La BBC informó: «Cientos de personas han muerto desde que la rebelión prorrusa comenzó en el este de Ucrania». Según las Naciones Unidas, 1.780.946​ refugiados ucranianos han huido a otras partes de Ucrania y 760.000​ han huido a otras países desde el comienzo de 2014. Tras el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania el 17 de julio de 2014 por misiles antiaéreos, y debido a las circunstancias siguientes, la Cruz Roja de Ucrania consideró que había un estado de guerra civil. Una serie de observadores consideraron la situación sociopolítica ucraniana establecida en 2014 como propia de un Estado fallido.

El 8 de julio de 2014 el Ministerio de Justicia ucraniano solicitó la prohibición del Partido Comunista de Ucrania por «prestar apoyo a los separatistas en el este de Ucrania». El 24 de julio el entonces presidente de la Rada Suprema, Oleksandr Turchínov, disolvió la formación parlamentaria del Partido Comunista, tras un cambio de reglamento que lo dejó sin suficientes diputados para constituir un grupo. Turchínov declaró que «espera que nunca más haya grupos comunistas en el Parlamento de Ucrania».

Invasión rusa de Ucrania de 2022

En la primavera de 2021, Rusia comenzó a aumentar sus efectivos a lo largo de su frontera con Ucrania.​ El 22 de febrero de 2022, Vladimir Putin ordenó a las fuerzas militares rusas que entraran en las repúblicas separatistas ucranianas de Donetsk y Lugansk, calificando el acto de «misión de mantenimiento de la paz». Putin también reconoció oficialmente a Donetsk y Lugansk como estados soberanos, totalmente independientes del gobierno ucraniano.​ En respuesta a estas decisiones, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el inicio de «fuertes sanciones financieras de Estados Unidos» contra Rusia y prometió sanciones financieras adicionales en caso de que las tropas rusas crucen Ucrania.​ Los servicios de inteligencia estadounidenses han calculado que el número de tropas rusas cerca de la frontera ucraniana es de ciento cincuenta mil.

En la madrugada del 24 de febrero de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una «operación militar especial» para «desmilitarizar y desnazificar» Ucrania. Más tarde, el gobierno ucraniano anunció que Rusia había tomado el control de Chernóbil.

El 28 de febrero de 2022, Ucrania solicitó su admisión inmediata en la Unión Europea como respuesta a la invasión.


​Fuente: Wikipedia

Deja un comentario