Historia de Terra Mítica


Historia de Terra Mítica

Los terrenos sobre los que posteriormente se asentaría el parque consistían en un área de unas 450 hectáreas de terreno no urbanizable de especial protección forestal, situada al norte de Benidorm y al sur de Finestrat y La Nucía, términos municipales de la comarca alicantina de la Marina Baixa. En agosto de 1992 se produjo en la zona un incendio muy sospechoso de grandes dimensiones que, en la opinión de una parte de la población local, fue intencionado, aunque a día de hoy no ha llegado a demostrarse judicialmente. Por entonces, el alcalde de Benidorm era Eduardo Zaplana.

En 1996 se creó la sociedad pública Sociedad Parque Temático de Alicante S.A., la cual sería beneficiaria de la expropiación de una superficie de alrededor de 10 millones de metros cuadrados. Esta sociedad gestionaría las concesiones de suelo a las diferentes empresas privadas que explotarían las diferentes instalaciones que se ubicasen, que en un primer momento fueron: el parque temático, que fue adjudicado a Terra Mítica S.A, dos grandes campos de golf, un parque de la naturaleza y una zona hotelera, (con cerca de 2500 plazas hoteleras).

El parque ha sufrido enormes cambios desde su apertura en el año 2000. Comenzó siendo el proyecto más ambicioso de Europa. La intención era hacer un parque espectacular a la vista y a los sentidos. Todo se estimulaba en aquel Terra Mítica de 2000 y 2001, la vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto. El parque se construyó de forma vertiginosa, y muchos proyectos quedaron en la recámara.

*La maraña de vías de la atracción Titánide.

Periodo Paramount

En 2002 se intentó dar un empujón al parque con la entrada y la contribución de Paramount Parks al accionariado.

El parque estaba diseñado para albergar 3 millones de visitas anuales, y en aquellos momentos rondaba los 2 millones, así que en 2003 se tomaron decisiones drásticas que cambiarían el futuro del parque.

El proyecto de montaña rusa invertida que se tenía pensado construir para 2002 y que poseería 5 récords mundiales (mayor altura, 75 metros; mayor caída con la base soterrada, 75 metros; montaña rusa invertida más larga del mundo, 1200 metros; montaña rusa invertida más rápida, 115 km/h; y montaña rusa invertida con mayor cantidad de inversiones, 9 en total), tuvo que ser cancelada por su excesivo coste, pues el parque ya comenzaba a notar el peso de la deuda acumulada, y se optó por un modelo estándar (SLC+ de Vekoma), que tiene muy buena acogida por el público de otros parques del mundo. Existen varias copias en todo el globo. Es un modelo que ocupa poco espacio, pues es compacto, pero alcanza los 33 metros y una velocidad máxima de 88 km/h. El recorrido tiene una longitud de 689 metros, en el que se dibujan 5 figuras en las que los usuarios viajan bocabajo. Fue inaugurada en 2003 con el nombre de Tizona, pero en 2009, coincidiendo con el cierre parcial de la zona de Iberia, fue trasladada a Grecia y renombrada como Titánide.

Suspensión de pagos

En 2004 se decidió reducir la temporada de apertura de marzo a noviembre, y fue el año en el que el parque entró en suspensión de pagos para evitar la quiebra, ya que arrastraba deudas de unos 100 millones de euros. Aun con la imagen de Paramount, que se embolsaba una importante suma de dinero solo por el uso de su imagen, no por la gestión, el parque no remontaba, por lo que los accionistas decidieron rescindir el contrato con la cinematográfica un año antes de su expiración. En ese año se construyó una nueva atracción: Synkope, cuya apertura se retrasó hasta el final de la temporada, por lo que se optó por celebrar la gran inauguración en 2005 y aprovechar el tirón con una campaña agresiva que tuvo como imagen al humorista Florentino Fernández.

El objetivo de 2006 fue reflotar el parque. Se hicieron recortes en el gasto y varios cambios respecto a los espectáculos. También se decidió construir una nueva atracción en el área de Las Islas: La Cólera de Akiles. Finalmente, en 2006 el parque consiguió beneficios operativos por valor de 600.000 €. Un acuerdo entre cajas y acreedores permitió levantar la suspensión de pagos y con ella la losa de 260 millones, hasta dejarlos en 20 con la venta de los terrenos de expansión del parque.

En 2007, Terra Mítica ingresa 19 millones de euros gracias a la venta de terrenos. Se inauguró Inferno, una montaña rusa 4D, única en España,​ e Infinito, una torre de 100 metros de altura con impresionantes vistas panorámicas. El propósito de la directiva era alcanzar como mínimo el millón de visitantes. Además, se creó una división para organizar eventos y celebraciones de todo tipo: bodas, cenas de empresa y todo tipo de banquetes, para explotar también el potencial del parque cuando este estaba cerrado.

Con todo ello, se pretendía que Terra Mítica quedara consolidado como el parque temático de la Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Castilla-La Mancha, con un futuro sólido y estable.

A principios del año 2009, el director general de Terra Mítica, John Fitzgerald, anunció su dimisión desde Estados Unidos a través de un e-mail, lo que derivó en que la décima temporada del parque fuera un tanto improvisada. La junta directiva decidió contratar al economista Juan José de Torres, quien anteriormente había dirigido l’Oceanogràfic de Valencia y Parque Warner Madrid. De Torres se incorporó en el verano de 2009 y empezó a movilizar el parque para así conseguir beneficios operativos a corto plazo, añadiendo nuevos espectáculos, abriendo atracciones cerradas y lanzando promociones.

El 6 de marzo de 2010 comienza una nueva temporada en la que se confirma la llegada al parque de nuevos personajes que se unirían a Mític, Cuca y Babá, las actuales mascotas. Los personajes que se incorporaron fueron: La abeja Maya , Vickie el vikingo, Heidi y sus amigos. Sin embargo, el parque seguía arrojando pérdidas y se plantea la idea de ponerlo en venta.​ Finalmente se alquila durante 10 años al grupo Aqualandia-Mundomar,​ dejando de lado otras opciones como Parques Reunidos y Aspro.

Venta a Aqualandia

En 2012, Terra Mítica fue vendido a la empresa Aqualandia por 67 millones de euros. El complejo costó a las arcas públicas y el sector financiero valencianos un mínimo de 377 millones.


​Fuente: Wikipedia

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