Hipoteca en garantía de créditos con interés: límites legales
La obligación garantizada por la hipoteca tiene que estar perfectamente determinada, así como su responsabilidad máxima, pero el efecto de dicha responsabilidad puede variar según que la misma opere frente al deudor o frente a terceros. Es preciso por ello definir previamente al tercero hipotecario como aquel sujeto que ha inscrito su derecho que previamente ha adquirido a título oneroso, de buena fe, y trae causa de titular inscrito.
- Límites frente a terceros: La responsabilidad máxima de la finca hipotecada se limita por la Ley o por los pactos establecidos en la escritura de hipoteca que, a su vez, la ley limita, y que se concreta en lo siguiente: – principal más 3 años de intereses (si no se pacta expresamente el límite); – principal y hasta 5 años de intereses (si se pacta expresamente).
- Límites en ausencia de terceros: El deudor hipotecario responde hasta donde alcance el valor del inmueble, por toda la deuda, tanto por principal como por todos los intereses sin límite cuantitativo.
Elementos y extensión de la hipoteca
- Elementos personales: (a) El acreedor hipotecario: Titular beneficiario de la hipoteca como derecho real de garantía al que se le exige únicamente tener personalidad y capacidad de obrar en derecho, ya sea persona física, o sea persona jurídica. (b) El deudor hipotecario: Sujeto pasivo obligado a cumplir la obligación garantizada por la hipoteca. (c) Dueño de la finca hipotecada: Normalmente es el deudor hipotecario el dueño pero, en algunos casos, también puede ser dueño un tercero no deudor de la obligación garantizada por la hipoteca, figura esta última que se conoce como el hipotecante no deudor. La ley exige al que constituye la hipoteca que sea propietario de la cosa hipotecada y que tenga libre disposición sobre la misma. Carecen de libre disposición y no pueden hipotecar sus bienes, los menores de edad, los incapacitados por sentencia judicial firme, los cónyuges en régimen económico matrimonial de gananciales si actúan por separado, incluso aunque no sea propietario. Excepción a estos requisitos de capacidad es la hipoteca testamentaria mediante la que el testador grava sus bienes con efectos a partir de la fecha de su muerte, pues téngase en cuenta que la capacidad para testar se adquiere a los 14 años con lo que se daría lugar a constituir hipoteca un menor de edad en el caso que falleciera. Con carácter general, a la constitución de la hipoteca tendrán que concurrir, presentes o representados, todos los sujetos necesarios para completar el pleno dominio y disposición de la cosa hipotecada, lo que significa, por ejemplo, que se necesita concurran todos los titulares proindiviso, del nudo propietario y del usufructuario, o del cónyuge no dueño cuando la finca constituye el domicilio conyugal.
- Elementos formales: Básicamente dos: 1. Constitución en escritura pública autorizada por notario. 2. Inscripción en el Registro de la propiedad. Excepcionalmente se entienden tácitamente constituidas, sin más requisito que las disposiciones legales hipotecas a favor de personas o instituciones merecedoras de especial protección como por ejemplo el estado, las provincias o los pueblos en garantía de la anualidad corriente y de la última vencida y no satisfecha de las contribuciones o impuestos que graven los inmuebles, o por ejemplo la hipoteca legal tácita a favor de los aseguradores por el importe de la prima de los dos últimos años del seguro de los bienes inmuebles.
- Elementos reales: Como contrato accesorio cuya existencia se fundamente en que es garantía del contrato principal, la hipoteca tiene los siguientes elementos reales: 1. La obligación garantizada. 2. La cosa o derecho hipotecable. (a) La obligación garantizada: Pueden garantizarse toda clase de obligaciones, puras, condicionales y a término, sujetas a condiciones suspensivas y resolutorias, obligaciones futuras, e incluso, desde la introducción del art. 153-bis, obligaciones inexistentes meramente indicadas. (b) Cosas o derechos gravables por hipoteca. Sólo pueden hipotecarse los bienes inmuebles y los derechos reales enajenables con arreglo a la Ley impuestos sobre los bienes inmuebles.
Bienes susceptibles de hipoteca inmobiliaria
Sin dejar cerrado su número total, el art. 107 de la Ley Hipotecaria enumera, y concreta en doce, los bienes y derechos hipotecables:
- 1. El derecho de usufructo. La hipoteca se extinguirá si el usufructo concluye por acto ajeno a la voluntad del usufructuario.
- 2. La nuda propiedad. Al consolidarse con el usufructo la hipoteca se extiende a éste, salvo pacto expreso en contrario.
- 3. Los bienes anteriormente hipotecados. Segundas y sucesivas hipotecas sobre un mismo bien, incluso aunque existiera un pacto anterior de no volver a hipotecar.
- 4. El derecho de hipoteca. Se puede hipotecar la hipoteca. Esta figura se conoce con el nombre de subhipoteca.
- 5. El derecho de superficie, de pastos, de leña, de aguas y otros semejantes de naturaleza real.
- 6. Las concesiones administrativas. (De conformidad con el art. 228.f de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos de las Administraciones Públicas) La hipoteca durará mientras dure la concesión y se atendrá a sus términos, necesitando -en su caso- autorización administrativa del Órgano que otorgó la concesión.
- 7. Los bienes vendidos con pacto de retro o carta de gracia. Supuesto en el que el vendedor enajena una cosa pero se reserva el derecho a volver a adquirirla. La hipoteca se extingue si el bien hipotecado se retrajere al vendedor inicial. El acreedor hipotecario conserva un derecho a cobrarse sobre el precio de la retroventa.
- 8. El derecho de retracto convencional. Pasado el plazo para retraer la hipoteca se extingue por desaparición de su objeto.
9. Los bienes litigiosos. En todo caso la hipoteca quedará pendiente de la resolución del pleito.
- 10. Los bienes sujetos a condiciones resolutorias expresas. La hipoteca se extingue si se resuelve el derecho sujeto a condición del hipotecante.
- 11. Los pisos o locales de un edificio en régimen de propiedad horizontal conforme a lo que determina el art. 8 L.H.
- 12. El derecho de remate sobre los bienes inmuebles subastados en un procedimiento judicial. Una vez inscrita la transmisión en el Registro, la hipoteca sobre el derecho de remate se trasladará, por subrogación real, al inmueble rematado. Únicamente operativo en subastas judiciales pues la ley, por omisión, excluye de esta posibilidad el remate en subastas notariales o administrativas.
Otros derechos hipotecables no contemplados en el art. 107 L.H.:
- 13. El derecho de opción de compra, que como derecho temporal se verá tratado del mismo modo que el derecho de retracto convencional citado en el anterior punto 8.
- 14. El derecho hereditario: Se efectuaría una inscripción en cada finca englobada en el caudal hereditario del causante.
- 15. El derecho al aprovechamiento urbanístico sólo en los supuestos de inscripción en folio real independiente, particularmente en los sistemas de expropiación a cambio de finca futura o en las transferencias coactivas de aprovechamiento.
Cosas o derechos que no se pueden hipotecar: El art. 108 de la L.H. los enumera y deja concretados en tres:
- 1. Las servidumbres. Salvo las de aguas en los términos del punto n.º 5 anteriormente descrito.
- 2. Los usufructos legales, excepto el del cónyuge viudo establecido en el Código Civil como cuota legal en la herencia del cónyuge premuerto.
- 3. Los derechos de uso y habitación. No son derechos enajenables pues se otorgan ad personam.
- Tampoco se pueden hipotecar (aunque sean derechos reales):
- 4. El derecho de posesión en cuanto que el título de posesión no es inscribible en el Registro de la Propiedad.
- 5. El derecho de retorno arrendaticio porque no figura en el Registro en asiento de inscripción sino como aviso en mera nota marginal.
Extensión de la hipoteca
Además del inmueble hipotecado, la hipoteca se extiende, de manera natural (extensión natural), por disponerse en la ley, a la accesiones naturales, a las mejoras y a las indemnizaciones al propietario por razón de la cosa hipotecada. Si se produce un exceso de cabida en la finca hipotecada, la hipoteca se extenderá también a la superficie del exceso . Asimismo se puede extender por acuerdo expreso entre las partes (extensión pactada) a los muebles e instalaciones colocados permanentemente en la finca, y a los frutos y a las rentas vencidas. Caso especial de extensión de la hipoteca a los intereses, gastos y costas: Si la hipoteca garantiza una obligación que produce intereses, también queda garantizada la obligación accesoria de pago de éstos, salvo que expresamente se haya pactado lo contrario. Ahora bien, si la finca hipotecada pasara a propiedad de un tercero o estuviera gravada de algún modo a favor de tercero, entonces dicha finca hipotecada responderá únicamente de los intereses de dos años, más la parte vencida de la anualidad corriente (art. 114 de la L.H.). Esta disposición admite pacto en contrario y así, el propio art. 114 L.H., establece que se podrá pactar que la hipoteca asegure intereses que en ningún caso superen plazo superior a cinco años. Se podrá extender la hipoteca también a las costas y gastos, asimismo mediante pacto expreso, especificando una cantidad alzada y separada y que en ningún caso podrá ser comprensiva de intereses.
Cesión del préstamo. Subrogación del deudor
Este negocio jurídico se encuadra dentro de las características del llamado contrato de asunción de deuda, que consiste en la sustitución de la persona del deudor, sin extinción de la primitiva relación obligatoria. Esta cesión no opera de manera unilateral sino que tiene que ser consentida por el acreedor (banco prestamista) que caso contrario no se vería perjudicado por la insolvencia del cesionario. Cuando el préstamo sea hipotecario, la cesión se tiene que formalizar en escritura pública e inscribirse en el Registro de la Propiedad. Cuando el acreedor ha aceptado la cesión de la deuda o subrogación, la insolvencia del nuevo deudor no le permitirá regresar y revivir la acción contra el deudor primitivo.
Fuente: Wikipedia