Fiestas, tradiciones y cultura popular de Valencia


Fiestas, tradiciones y cultura popular de Valencia


Fiestas de Interés Turístico de Valencia

En la ciudad de Valencia existen muchas y variadas fiestas, algunas conocidas en todo el mundo y otras en cambio desconocidas incluso por algunos residentes de la ciudad, pero no por ello menos importantes o significativas. De entre todas ellas se pueden destacar algunas, tanto por haber sido declaradas como fiestas de interés turístico​ o por la importancia de dichas festividades para el conjunto de la ciudad.

Las Fallas de Valencia

Desde el 15 de marzo hasta el 19 de marzo los días y noches en Valencia son una fiesta continua, pero ya desde el 1 de marzo se disparan todos los días a las 14 horas las populares mascletás. Las fallas son una fiesta con una arraigada tradición en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana, que se ha convertido en un atractivo turístico muy importante tanto para la ciudad como para el conjunto de localidades donde se celebran. Sus orígenes son realmente sencillos, ya que originalmente la noche de San José se realizaba una simple quema de desechos de los talleres de carpintería, pero la inventiva del pueblo valenciano le ha ido aglutinando todos los rasgos propios de su cultura e historia, aunque cabe destacar el carácter satírico sobre temas de actualidad de los monumentos falleros.

La Semana Santa Marinera

La Semana Santa Marinera recibe el nombre de «marinera» porque se celebra en el distrito de los Poblados Marítimos, concretamente en los barrios del Grao, el Cabañal y el Cañamelar. En la actualidad, la Semana Santa Marinera cuenta con 32 cofradías, hermandades y corporaciones, de las que cinco ostentan el título de Real.

Las Fiestas de San Vicente Ferrer

La Semana Santa tiene su prolongación con la festividad en honor de san Vicente Ferrer, patrón de la Comunidad canonizado por el setabense Calixto III. Este día es costumbre visitar la casa natal del santo (actualmente una capilla), donde se encuentra «El Pouet de Sant Vicent» del que se da de beber a los niños «para que hablen pronto, no padezcan de anginas, no juren en falso ni sean blasfemos». Dentro de la fiesta se representan por grupos de niños, siempre en lengua valenciana (la que el Santo siempre habló), hechos prodigiosos atribuidos al santo dominico, los denominados miracles. Las representaciones se llevan a cabo en los trece altares que se levantan en los distintos barrios de la ciudad, los cuales están siempre presididos por la imagen del patrón.

La Festividad de la Virgen de los Desamparados

El segundo domingo de mayo la ciudad de Valencia celebra la festividad de la Virgen de los Desamparados, conocida popularmente como «la Geperudeta», alusión cariñosa a la postura ligeramente encorvada de una de las imágenes de esta advocación de la Virgen.​ Esta festividad cuenta con los momentos más esperados de un día especialmente emotivo, en el que miles y miles de valencianos se vuelcan para rendir homenaje a su patrona.

La víspera de la festividad se celebran en la plaza de la Virgen varios actos, como la «Nit d’Albades» o la «dansà» (bailes tradicionales), y finalmente, entre los actos que se celebran durante el día destacan la misa de Descoberta, la misa de Infantes, el traslado de la Virgen (acto multitudinario donde los valencianos tocan y gritan salvas a la patrona) y la procesión general.

La Procesión del Corpus Christi de Valencia

Históricamente se ha considerado a la procesión del Corpus Christi como la fiesta grande de Valencia, especialmente desde el último tercio del siglo xiv. La historia de esta fiesta comienza en el año 1355, siendo obispo Hugo de Fenollet. Este año se realizó una solemne procesión general, en la que las autoridades civiles y religiosas de la ciudad acompañan al Santísimo Sacramento, siguiendo el itinerario previsto por los Jurados, del cual se conserva buena parte hoy en día. Esta fiesta se ha celebrado desde entonces cada año, con la excepción de algunos años, como los de la II República española (entre los años 1931 y 1935), cuando el gobierno obligó a que la fiesta se realizase solamente en el interior de las iglesias, así como en los años de la posguerra, cuando la fiesta se limitó únicamente a la parte religiosa. Por lo que no fue hasta los años 50 y 60 del siglo xx cuando un grupo de vecinos volvió a impulsar la procesión para recuperar el viejo esplendor de esta fiesta, a través del llamado «Grup de Mecha», siendo este el predecesor de lo que en la actualidad es la Asociación de Amigos del Corpus de la Ciudad de Valencia.

La Feria de San Jaime o Feria de Julio

Durante el mes de julio para animar la capital y atraer a los forasteros, el Ayuntamiento propuso celebrar una feria anual y una exposición de toda clase de productos. De este modo, el 21 de julio de 1871 se inaugura la primera Feria de Julio con una vistosa cabalgata, pabellones, exposiciones de plantas y venta de productos en general. En 1891 queda establecida la Batalla de Flores que se desarrolla el último domingo de julio en la Alameda sobre las 20h. Se celebran también importantes certámenes de bandas de música, festejos taurinos, conciertos de música y muchas otras actividades.

El 9 de octubre

Tal y como recoge el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana en este día se celebra el día de la Comunidad Valenciana, para rememorar la entrada triunfal del rey Don Jaime I a la ciudad y la dedicación de la Mezquita Mayor como Iglesia-Catedral. Esta celebración tiene una larga tradición en la ciudad, ya que se celebra desde el siglo xiv, cuando la instauró el rey Jaime II de Aragón. Los actos más significativos de esta festividad son el canto del «Te Deum» en la Catedral, la procesión cívica de la Señera y el homenaje al rey Jaime I, quién otorgó los Fueros a la ciudad y su reino, estando todos estos actos presididos por la Real Señera.

Este día, también se celebra la fiesta de San Dionisio, conocida también como el día de los enamorados valencianos. En esta celebración el enamorado suele regalar a su amada la típica mocaorà, unas figuras de mazapán, con forma de frutas y artefactos pirotécnicos (la piruleta y el tronador), envueltas en un pañuelo.

Indumentaria tradicional de Valencia

El traje tradicional de mujer valenciana, tiene una larga tradición en la historia. Apareció en el siglo xvi y empezó siendo un traje de trabajo de las labradoras valencianas, pero con el paso del tiempo se fue transformando, y derivó a una indumentaria más elegante que se usaba en ocasiones especiales. En definitiva, el traje actual es el traje de fiesta que usaban las valencianas siglos atrás. Entre sus variantes encontramos el traje del siglo xviii, más afrancesado; los de coteta, más cercanos a los de huertana; y el surgido en el siglo xix, denominado de farolet por sus mangas con forma de farol. En el pelo, la mujer puede llevar un moño o tres. En la parte trasera de la cabeza se lleva uno más grande, mientras que en la sien se llevan dos más pequeños, los «rodetes». Los moños se cogen con agujas pasaderas y se adornan con las peinetas, la pinta para el moño trasero y los rascamonyos para los rodetes.

Mientras que la vestimenta tradicional masculina es el traje de saragüell, el cual aparece bajo la denominación sarawil en textos musulmanes andalusíes del siglo x. Este vestido se coloca directamente sobre el cuerpo y sobre él se puede colocar o no otras prendas. El tejido de esta vestimenta es el lienzo para los días de trabajo, y en los festivos se cubre con un segundo calzón de lana o seda, conocido como negrilla. Otra de las vestimentas masculinas tradicionales es el traje de torrentí, que se caracteriza por tener un pantalón más ceñido a la pierna y un xopetí, una especie de chaleco y/o chaquetilla. En la cabeza, el hombre suele llevar un mocador (pañuelo), una cofia o un casquete, estos últimos hechos de ganchillo, los cuales se complementan con diferentes gorros y sombreros, como la rodinael cossiol o la montera.

El Tribunal de las Aguas

El Tribunal de las Aguas de Valencia, conocido también como Tribunal de la Vega de Valencia es un tribunal consuetudinario de riego, el cual es el encargado de dirimir los conflictos por el agua de riego entre los agricultores de las Comunidades de Regantes de las acequias que forman parte de la Vega de Valencia, exceptuando a la acequia Real de Moncada. Su origen es totalmente desconocido, pese a que lo más probable es que sea una evolución, basada en tradiciones andalusíes anteriores, aunque algunos historiadores como José Vicente Gómez Bayarri sitúan sus orígenes en la época romana. En septiembre del año 2009 fue declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Este tribunal está formado por un representante de cada una de las Comunidades de Regantes que forman parte de la Vega de Valencia, los denominados síndicos. Uno de los síndicos es el presidente, el cual es elegido por un tiempo indeterminado. Tradicionalmente los presidentes del Tribunal son alternativamente los síndicos de Favara y el de Tormos.

Cada jueves del año se reúne el Tribunal con sus asesores en la Casa Vestuario de la plaza de la Virgen, pero a las 12 en punto del mediodía el Tribunal se constituye formalmente en la Puerta de los Apóstoles de la catedral de Valencia. Es entonces cuando el alguacil, con el permiso del presidente, llama a los denunciados de cada una de las acequias, con la tradicional frase: «denunciats de la sèquia de…!». El juicio se desarrolla de forma rápida, oral e íntegramente en valenciano.

Tauromaquia

El toreo moderno comienza a desarrollarse en el siglo xiv, momento en que la fiesta de los toros empieza a configurar las bases de lo que más tarde serán las corridas de toros conocidas en tiempos contemporáneos, considerada como arte y liturgia. Las primera corridas de toros celebrada en Valencia datan del año 1085.

En el siglo xviii se consolida el toreo como un arte sujeto a una serie de reglas y normas. Los toreros se profesionalizan y comienzan a rivalizar con los picadores, que hasta ese momento gozan de mayor relevancia en los carteles. Las ganaderías empiezan a cobrar protagonismo y las ciudades se dotan de nuevas plazas estables, como la Plaza de toros de Valencia la cual fue construida entre los años 1850 y 1860​ en el solar de una plaza anterior que por problemas de presupuesto nunca llegó a terminarse.

En Valencia también exíste un museo Taurino, el cual se fundó en 1929 con fondos procedentes de la donación de Luis Moróder Peiró y del picador de toros José Bayard Badila, que durante años recogieron un significativo número de materiales y objetos de la tauromaquia valenciana del siglo xix y de principios del siglo xx.

Hay que destacar que Valencia alberga uno de los primeros festivales taurinos del año, la Feria de San José, en la que se realizan corridas, novilladas y rejoneo con los mejores carteles de toreros, y la Feria de San Jaime o Feria de Julio,​ la cual se estrenó el 21 de julio de 1871 como una alternativa propuesta por el Ayuntamiento de la ciudad para atraer turistas y evitar que los vecinos dejaran vacía la ciudad por el calor del verano valenciano.

Valencia es cuna de conocidas figuras del toreo como Manuel Granero, Manolo Montoliu, la torera María de los Ángeles Hernández Gómez, Luis Francisco Esplá, José Mari Manzanares, Vicente Ruiz el Soro, Enrique Ponce, José María Manzanares o Román Collado.

Gastronomía

En la gastronomía tradicional de la ciudad, la famosa dieta mediterránea, tiene un peso especial el uso del arroz,​ el aceite de oliva, las verduras de la huerta y los pescados y mariscos de la costa mediterránea.

El plato más internacional de Valencia es la paella (nombre del recipiente donde se cocina), el cual en origen era un plato humilde que cocinaban los habitantes del marjal de la Albufera. Este plano tiene como base el arroz, aunque se complementa con los productos de la zona, fundamentalmente pollo, conejo, pato, caracoles, legumbres y verduras frescas. A lo largo del tiempo han aparecido varias variantes de la paella, como la realizada a base de marisco, la que únicamente lleva verduras, o la que sustituye el arroz por fideos, la denominada fideuá. Todos los tipos de paellas y fideuás se suelen aderezar con limón y no con alioli, como se suele hacer en los otros arroces de pescado típicos (el arroz a banda o el arroz negro).

Otro plato cuya base es el arroz es el arroz al horno, elaborado en cazuela de barro y en el horno, y cuyos ingredientes principales son el tomate, los garbanzos, el pimentón, varios tipos de embutido, las patatas, la panceta y las costillas de cerdo. Este plato pese a no ser muy conocido fuera de la Comunidad Valenciana, es uno de los más tradicionales y populares en la zona.

Finalmente el resto de platos elaborados con arroz son el arroz a banda con base de pescado; o el arroz negro, una variante del anterior, al cual se le añade tinta de calamar para conseguir su típico color negro; el arroz con acelgas, el cual además del arroz y de las acelgas lleva alubias blancas, patatas, bacalao seco y caracoles; o el arroz con alubias y nabos, un arroz caldoso más propicio para la temporada invernal.

El all i pebre es una típica salsa valenciana utilizada para cocinar pescados. La variante más famosa de este plato es la que utiliza anguilas en su elaboración, la cual ha conseguido una total supremacía sobre el resto, por lo que actualmente lo usual es referirse con el nombre de all i pebre, al all i pebre de anguilas.

En Valencia también hay una gran tradición en pasteles y dulces, destacando por su variedad los bizcochos y las tortas, como son la coca de llanda, la coca de sachí, la coca cristina, la coca de pasas y nueces, la mona de Pascua o el panquemado, aunque la variedad de dulces también incluye a los fartones, los buñuelos, los mazapanes, las peladillas o las rosquilletas, entre muchos otros. Los ingredientes principales son casi siempre la almendra, el azúcar y la miel, debido a que muchos de los dulces que forman parte de la cultura gastronómica valenciana son de origen andalusí.

Por lo que respecta a las bebidas, hay que destacar que la horchata de chufa (preparada con agua, azúcar y chufas) es la bebida tradicional por antonomasia de Valencia. Otra bebida típica es la mistela de moscatel, un vino de licor dulce pero de alta graduación (Vol. 15 %), el cual se elabora añadiéndole al mosto alcohol vínico o aguardiente para interrumpirle la fermentación.​ También es destacable el cóctel originario de la ciudad conocido como agua de Valencia, cuyos ingredientes fundamentales son el cava, el licor triple seco y el zumo de naranja.


 

Deja un comentario