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Clases de empleo en España, modalidades y condiciones

En España la última década ha sido especialmente intensa en materia de empleo, las cifras de personas contratadas y desempleadas han vivido momentos de ascensos y descensos debido a la influencia de la crisis económica.

El término empleo hace referencia a un oficio o actividad que realiza una persona que es contratada a cambio de una prestación económica.

Para que un estado se sostenga económicamente es necesario que la población ocupe un puesto de trabajo, de esta forma se mueve el dinero y la administración obtiene recursos que emplea para mantener las infraestructuras y pagar las pensiones.

Las últimas cifras publicadas por la Encuesta de Población Activa (EPA) indican que a día de hoy en España hay 19,56 millones de personas trabajando y 3,3 millones en búsqueda de empleo.

¿Cuáles son las clases de empleos?

En España existen dos tipos básicos de empleo, el público y el privado. El primero es generado por el estado es decir, la administración es la que contrata a las personas que ejercerán su actividad profesional en las ofertas de empleo.

Mientras que el privado corresponde a las ofertas de empleo que crean las empresas que no son públicas al incorporar a trabajadores que aportan sus servicios a la entidad.

Características del empleo público

Normalmente el estado es el principal creador de empleo, sus trabajadores se denominan funcionarios que pueden ser elegidos por la población para ocupar un puesto, que es lo que ocurre con los cargos gubernamentales.

Dentro de las clases de empleo, otra modalidad es el empleo político que está formado por personas que eligen los gobernantes para ocupar un puesto en su administración, y los de carrera que corresponden a los trabajadores que ocupan un área dentro del organigrama estructural de un territorio.

La mayoría de puestos de trabajo que se crean en el sector público están relacionados con la educación, la sanidad y la seguridad, aquí es donde ejercen su actividad médicos, profesores o policías. Para acceder a una plaza de empleo pública en algunas de estas áreas es necesario superar unas pruebas específicas u oposiciones.

El estado del empleo público varía según las circunstancias de la economía y de las decisiones que tome el gobierno central. Normalmente en los momentos de crisis se produce un descenso ofertas de empleo público, el motivo es que la administración no cuenta con suficientes recursos para lanzar plazas y pagar posteriormente a los trabajadores que las ocupen.

El empleo público y la población extranjera

El acceso a una plaza pública de empleo requiere el cumplimiento de una serie de condiciones, una de ellas es tener la nacionalidad española, aunque las personas que procedan de otro país también tienen la posibilidad de acceder a estos puestos de trabajo aunque para ello tendrán que cumplir una serie de requisitos.

El primero de ellos es que hayan nacido en uno de los estados miembros de la Unión Europea (UE), también se valora que sean personas afectadas por el contenido de los tratados internaciones que establezca la UE y que posteriormente hayan sido certificados por España en materia de circulación de trabajadores.

También podrán acceder a una plaza de empleo público las personas que estén casadas con un hombre o mujer que sea de nacionalidad española así como los descendientes de españoles y de personas que hayan nacido en alguno de los estados miembros de la UE.

Los nativos en países que no formen parte de la Unión Europea también podrán acceder a un empleo público que sea de personal laboral, para ello tendrán que estar en posesión de una autorización para residir y trabajar en el país, estar en una situación de residencia temporal o permanente o que se les reconozca la condición de refugiado.

Rasgos del empleo privado

El empleo privado es que se compone de la contratación de un trabajador por parte de una empresa que no es gestionada por un ningún área de la administración del estado, es decir, una entidad privada que se encarga de comercializar unos bienes y servicios determinados para obtener un beneficio económico.

Aunque lo más beneficioso para un país sería que la administración pública fuera la principal fuente de contratación actualmente el sector privado ha adquirido mucha fuerza en la creación de empleo.

En España la mayoría de entidades son pequeñas y medias empresas (PYMES). Se trata de compañías que tienen entre 10 y 250 trabajadores, estas compañías son una de las principales fuentes de creación de puestos de trabajo.

Las formas de acceso a un puesto de trabajo en una empresa privada son muy diversas. Las decisiones correspondientes a la contratación son tomadas por el equipo de dirección en consonancia con el área de Recursos Humanos.

El procedimiento habitual para formar parte una empresa es la entrega de un curriculum y la demostración de habilidades en una prueba o entrevista. En ocasiones las contrataciones se producen de forma directa impulsadas por la decisión de un cargo de peso.

¿Cuáles son las diferencias entre privado y público?

El hecho de que los puestos de trabajos sean lanzados y gestionados por administraciones de diferentes características provoca que las condiciones varíen entre unos y otros. Ambas partes presentan ventajas e inconvenientes.

En el apartado de la estabilidad las empresas privadas suelen contar con directivos que permanecen largos periodos de tiempo en sus puesto, esto hace que la plantilla de trabajadores experimente pocas variaciones en los apartados de altas y bajas.

Mientras que algunas clases de empleo del sector público pueden variar en función de la administración que esté en el poder, aunque esta última circunstancia generalmente se da en los cargos políticos.

En cuanto a los horarios, los trabajadores públicos suelen tener unos tiempos de trabajo fijos que deben ser respetados en su totalidad, mientras que los empleados privados pueden aumentar su jornada en momentos determinados. En ambos casos las jornadas laborales suelen ser de 7 u 8 horas.

Respecto a la actividad realizada, la labor de un asalariado del sector público normalmente tiene una menor carga de presión, a excepción de algunos puestos como los médicos de urgencias o los bomberos, mientras que en un empleado privado suele tener más intensidad en su día a día sobre todo si las necesidades de la producción lo requieren.

En la mayoría de los casos los periodos vacacionales son más beneficiosos para los empleados públicos que tienen acceso a más días de descanso o asuntos propios, mientras que los trabajadores del sector privado tienen sus 15 días hábiles de vacaciones. Aunque todo esto depende del equipo gestor de la entidad para la que trabajan.

El salario experimenta diferentes variaciones en cada tipo de empleo, el cargo que se ocupe es un factor de mucho peso.

Normalmente los directivos y gestores de una empresa privada reciben un sueldo más alto que los de sus homólogos públicos, pero en los cargos medios y bajo los empleados de la administración generalmente reciben una remuneración mayor.


Estadísticas de empleabilidad

Las estadísticas publicadas por el Ministerio de trabajo en el último trimestre del pasado año indicaron que el sector público contaba con 13,7 millones de empleados, mientras que el privado tenía empleadas a 13 millones de personas. Una cifras que igualan a un nivel muy alto a ambos sectores.

Estos datos han experimentado importantes variaciones en la última década. Aspectos como la crisis económica, la bajada y posterior reactivación del empleo junto con el envejecimiento progresivo de la población activa han provocado que actualmente trabajen 700.000 personas más en el sector público que en el privado.


¿Cuáles son los tres sectores de actividad?

En España la actividad económica se desarrolla sobre tres sectores denominados primario, secundario y terciario. Todos los empleos que se crean, sean de naturaleza pública o privada pertenecen a alguna de estas áreas.

Sector primario

Está formado por actividades económicas dedicadas al tratamiento y transformación de los recursos naturales en productos de uso y consumo. Este sector acoge labores como la agricultura, la ganadería, la acuicultura o la minería.

El hecho de utilizar a la naturaleza como fuente hace que las tasas de empleos de esta área sean más altas en zonas donde abundan las zonas vegetales o cultivables.

Sector secundario

Acoge toda la actividad industrial, artesanal y manufacturera. Está directamente relacionado con el primer sector ya que en estos trabajos se transforman los bienes que proceden de la explotación de los recursos naturales.

La industria es el principal motor de este sector, una actividad que se divide en dos vertientes. La primera se conoce como industrial extractivo que recoge labores de minería o petrolífera.

Mientras que la segunda es denominada como industrial transformadora que engloba trabajos de embotellado, manipulación y transformación de materias primas.

Sector terciario

Es el que aporta bienes o servicios a la sociedad y contiene el mayor número de actividades que van desde el pequeño comercio hasta las altas esferas de la administración estatal. En líneas generales su labor consiste en proporcionar a la población todos los productos que se desarrollan en las labores realizadas en los sectores primarios y secundarios.

Sectores cuaternarios y quinarios

Estos dos sectores se han creado recientemente y hay un debate establecido en torno a su existencia. El cuarto sector se encargaría de complementar a los tres anteriores e incluiría actividades de innovación, investigación o desarrollo.

Por su parte el quinto englobaría actividades de entretenimiento, arte o cultura. Aunque todo esto depende del autor que desarrolle estos conceptos.


La Formación profesional como alternativa

El sistema educativo español ofrece una amplia variedad de oferta formativa. El objetivo de toda formación es dotar a la persona de las competencias necesarias para desarrollar una actividad y encuentre un empleo relacionado con la misma en el menor tiempo posible.

La Formación Profesional (FP) es una opción muy interesante, este tipo de enseñanza tiene la finalidad de crear personal cualificado en una determinada tarea que corresponde a las demandas del mercado laboral.

Se busca que la persona formada, una vez que obtenga su título, pueda trabajar en su área forma casi instantánea. Esta formación incluye tres tipos de ciclo. Básico, medio y superior.

El Ministerio de Educación avala este tipo de formación argumentando que tiene una gran carga práctica y en el aprendizaje se incluyen calores de cohesión e inclusión social.

Además, muestra todo lo relacionado con las características y la organización del sector correspondiente incluyendo la legislación bajo la que se rige. También pone en conocimiento de los alumnos cuales son los derechos laborales que les amparan.

El portal de este ministerio indica que se utilizan técnicas de enseñanzas relacionadas con la creatividad, la innovación y el autoaprendizaje fomentando el uso de las Tecnologías de la Información y comunicación (TIC) y se apuesta por el dominio de lenguas extranjeras para favorecer la movilidad de trabajadores por los países miembros de la Unión Europea.


Datos de futuro alentadores

Las necesidades del mercado laboral no son fijas, los ciclos de la economía influyen en ellas de forma directa y las últimas estadísticas indican que la Formación Personal es una opción muy interesante de cara al futuro.

Se estima que desde este año y hasta el 2030 la mayor parte de las ofertas de trabajo estarán relacionadas con el sector terciario, también denominado sector servicios, y los empleadores buscarán personas que cuenten con Formación Profesional, la mayoría de ellos en grado medio.


El valor del reciclaje profesional

En ocasiones en clases particulares de empleo ocurre que la persona que ocupa un determinado puesto de trabajo no se siente realizada con la actividad que lleva a cabo. También se da la circunstancia de trabajadores que son despedidos o finalizan contrato en una empresa y se quedan sin empleo teniendo una edad en la que es difícil encontrar otro puesto.

En estos casos adquiere protagonismo el reciclaje profesional, se trata de dar una nueva orientación a la vida profesional para encontrar un empleo que cumpla con las expectativas del trabajador, para llevarlo a cabo es importante realizar algunas acciones.

La primera es definir por escrito un nuevo perfil profesional aportando un enfoque en el que la persona se sienta cómoda y analizando las competencias que requiere el puesto de trabajo que se espera.

El siguiente paso será estudiar la situación del mercado laboral al que se pretende acudir para elegir una formación acorde al mismo. También es positivo crear contactos en el nuevo sector, analizar las clases de empleo presentes y aprovechar la oportunidad en el momento que surja.


Tipos de trabajo (y sus características)

Vamos a clasificar los diferentes tipos de trabajo según cinco parámetros, obteniendo un total de 13 tipos de trabajo que existen en el mundo laboral.

1. En función de la herramienta principal

La primera clasificación que haremos de los tipos de trabajo existentes se basa en la herramienta principal en cada uno de ellos. Es decir, en función de si se utiliza primordialmente las manos, la creatividad o el intelecto.

1.1. Trabajo manual

El primero de los tipos de trabajo que vamos a describir es el trabajo manual. Este tipo de trabajo implica el uso primordial de las manos.

Muchos lo consideran el trabajo más antiguo del mundo; de hecho, antes de la llegada de la Revolución Industrial, el trabajo manual era el que preponderaba, y de hecho, el único que se conocía. Ejemplos de profesiones que desarrollan un trabajo manual son: albañiles, carpinteros, mecánicos…

1. 2. Trabajo artesanal

El trabajo artesanal en realidad es un tipo de trabajo manual, aunque en este caso, es necesaria cierta creatividad y originalidad para poder desarrollarlo.

1. 3. Trabajo intelectual

Otro tipo de trabajo es el trabajo intelectual; el trabajo intelectual podría considerarse “contrario” al anterior, ya que en este caso es la mente la que resulta imprescindible para su desarrollo. Es decir, se requiere el uso del intelecto y de las ideas, por lo que suelen ser trabajos donde se requieren un mínimo de estudios.

Generalmente, los trabajos intelectuales tienen que ver con profesiones del terreno de la ciencia y la tecnología. Estos tipos de trabajo surgieron de forma posterior a la Primera Guerra mundial, momento en el que empiezan a aparecer empresas de turismo, servicios, seguros, etc.

2. En función de la cualificación necesaria

Los diferentes tipos de trabajo también pueden clasificarse según la cualificación necesaria para acceder a ellos (o para su correcto desempeño).

En este caso encontramos: los trabajos poco cualificados (o no cualificados), los semi-cualificados, los cualificados y los altamente cualificados.

2.1. Trabajo poco cualificado

Es aquel tipo de trabajo donde la persona que lo desarrolla no necesita tener un mínimo de estudios o de conocimientos sobre un determinado tema. Suelen ser trabajos más mecánicos, con un nivel de exigencia menor en el sentido intelectual (por ejemplo: camareros/as, dependientes/as, personal de limpieza, etc.).

2.2. Trabajo semi-cualificado

El siguiente de los tipos de trabajo es el trabajo semi-cualificado. Se diferencia del anterior en que aquí sí es necesario un mínimo de conocimientos sobre una temática concreta para el correcto desarrollo del trabajo.

Sí que es cierto, pero, que dichos conocimientos no suelen ser muy específicos (de ahí la denominación de “semi-cualificado”). Ejemplos de ellos son: los/as azafatos/as de vuelo, los/as esteticistas,

2. 3. Trabajo cualificado

Tenemos también el trabajo cualificado, donde sí es necesaria cierta formación académica y profesional para el correcto desarrollo del trabajo. Es decir, se requiere tener una serie de conocimientos para optar a este tipo de trabajo.

Normalmente son trabajos que exigen tener, como mínimo: un grado superior, una carrera, un máster, etc. Ejemplos de profesionales que desarrollen un trabajo cualificado son: enfermeros/as, médicos/as, farmacéuticos/as, ingenieros/as, psicólogos/as, etc.

2. 4. Trabajo altamente cualificado

En este caso, se trata de un trabajo parecido al anterior, aunque aquí el nivel de exigencia (en cuanto a formación y experiencia) es aún superior.

Hablamos de la necesidad de disponer de másteres y doctorados, muchos años de experiencia, y requisitos similares para poder acceder a ellos. Ejemplos de ellos serían: determinadas especializaciones, ciertos trabajos de ingeniería, altos cargos directivos, profesores de universidad, etc.

3. En función de la legalidad

Los diferentes tipos de trabajo también se pueden clasificar en función de si están registrados o no. ¿Qué quiere decir esto? Vamos a verlo:

3. 1. Trabajo registrado

El trabajo registrado es aquel en el que el empresario (o empleador) paga una serie de cargas tributarias por cada empleado que tenga. (es decir, debe dar de alta a la Seguridad Social al empleado).

Es decir, el empleador debe cumplir con la normativa vigente y las leyes correspondientes a su sector. El trabajador o empleado, en este caso, al estar cotizando a Hacienda, dispone de una serie de derechos, como por ejemplo: vacaciones pagadas, paro, jubilación, etc.

3. 2. Trabajo no registrado

Por contra, el trabajo no registrado (también denominado trabajo informal o no formal) sería, en realidad, el trabajo que se realiza “en negro”, donde el empleador no da de alta a la Seguridad Social a sus empleados.

Es decir, el empresario o la persona que contrata no pagaría nada a Hacienda por contratar a sus empleados. Se trataría, pues, de un trabajo ilegal, que no cumple con la normativa. Además, los trabajadores en este caso no tienen derecho a paro, vacaciones pagadas, bajas laborales por enfermedad o accidente, etc.

Ejemplos de este tipo de trabajo son: la prostitución, el personal de limpieza en algunos casos (generalmente, cuando trabajan para un particular), las clases de refuerzo, las canguros o niñeras, etc.

4. En función de para quién se trabaja

Según si trabajamos por cuenta ajena (para otra empresa) o para nosotros mismos (disponiendo de diferentes clientes, es decir, por cuenta propia), encontramos dos tipos de trabajo:

4. 1. Trabajo por cuenta ajena

El trabajo por cuenta ajena es el más común; implica trabajar en una determinada empresa (o varias), a cambio de una nómina (salario) a final de mes. Existe un contrato laboral de por medio, y el trabajador dispone de sus vacaciones pagadas y de otros beneficios anteriormente mencionados.

4. 2. Trabajo autónomo

También denominados trabajadores por cuenta propia, las personas autónomas, a nivel de Hacienda, están dadas de alta en un régimen diferente al régimen habitual de las personas que trabajan en una determinada empresa.

Pagan una cuota mensual además de los impuestos típicos que pagamos todos (es decir, se pagan su propia Seguridad Social).

Así, son personas empleadas y jefas al mismo tiempo (de ellas mismas), ya que escogen sus propios clientes y suelen tener mayor flexibilidad (horaria, salarial…). Generalmente tienen varios clientes y en lugar de tener nómina a final de mes, emiten facturas a los mismos.

5. En función del lugar de realización

Finalmente, según si el trabajo se realiza de manera presencial (por ejemplo en la propia oficina) o de manera telemática (por ejemplo en casa o en una cafetería, con un ordenador), encontramos los siguientes dos tipos de trabajo:

5. 1. Trabajo presencial

El trabajo presencial, como su propio nombre indica, es aquel que se da en la propia empresa o centro de trabajo. ¿Ejemplos de trabajo presencial? Cualquier trabajo que se desarrolle en la oficina de una empresa; administración, marketing, economía…

5. 2. Trabajo telemático (online)

El trabajo telemático u online, en cambio, es aquel que se puede desarrollar desde cualquier sitio que disponga, generalmente, de conexión a Internet y un ordenador.

Se trata de un trabajo cada vez más recurrente; muchas empresas, de hecho, optan por una modalidad de trabajo que combina el trabajo presencial y telemático (sobre todo las empresas del sector tecnológico). Ejemplos de profesionales que suelen desarrollar este tipo de trabajo son: los/as informáticos/as, los/as redactores/as freelance…