Disposición Derogatoria de la Constitución Española
1. Queda derogada la Ley 1/1977, de 4 de enero, para la Reforma Política, así como, en tanto en cuanto no estuvieran ya derogadas por la anteriormente mencionada Ley, la de Principios del Movimiento Nacional, de 17 de mayo de 1958; el Fuero de los Españoles, de 17 de julio de 1945; el del Trabajo, de 9 de marzo de 1938; la Ley Constitutiva de las Cortes, de 17 de julio de 1942; la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, de 26 de julio de 1947, todas ellas modificadas por la Ley Orgánica del Estado, de 10 de enero de 1967, y en los mismos términos esta última y la de Referéndum Nacional de 22 de octubre de 1945.
2. En tanto en cuanto pudiera conservar alguna vigencia, se considera definitivamente derogada la Ley de 25 de octubre de 1839 en lo que pudiera afectar a las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
En los mismos términos se considera definitivamente derogada la Ley de 21 de julio de 1876.
3. Asimismo quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta Constitución.
Explicación de la Disposición Derogatoria de la Constitución Española
La Disposición Derogatoria de la Constitución Española es una parte específica del texto constitucional que establece qué normas o disposiciones legales anteriores quedan derogadas, es decir, dejadas sin efecto, como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva Constitución. Su objetivo es garantizar que la nueva Constitución tenga supremacía y que todas las leyes y normativas que sean contrarias a los principios y disposiciones de la Constitución queden anuladas.
En el caso de la Constitución Española de 1978, la Disposición Derogatoria establece que quedan derogadas todas las normas que se opongan a lo establecido en la Constitución o que contradigan su contenido. Esto significa que cualquier ley, reglamento u otra disposición legal que sea incompatible con los principios y valores de la Constitución pierde su validez legal y deja de ser aplicable.
La Disposición Derogatoria es una herramienta importante para garantizar la coherencia y la consistencia del ordenamiento jurídico con la nueva Constitución, permitiendo que esta última prevalezca sobre cualquier disposición legal anterior que no esté en conformidad con ella. Esto asegura que la Constitución sea la norma suprema y que las leyes y regulaciones posteriores se ajusten a sus preceptos.
La Disposición Derogatoria de la Constitución Española cumple la función de eliminar cualquier normativa previa que entre en conflicto con los principios y disposiciones de la nueva Constitución, contribuyendo así a la consolidación del nuevo marco legal y constitucional.
La Disposición Derogatoria de la Constitución Española de 1978 establece la anulación de ciertas leyes y disposiciones que eran incompatibles con la nueva Constitución.
Aquí se detallan las derogaciones:
Derogación de leyes anteriores:
La Ley 1/1977, de 4 de enero, para la Reforma Política, queda derogada. Asimismo, quedan derogadas las siguientes leyes y disposiciones, en la medida en que no hubieran sido derogadas ya por la Ley para la Reforma Política:
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- Ley de Principios del Movimiento Nacional, de 17 de mayo de 1958.
- Fuero de los Españoles, de 17 de julio de 1945.
- Fuero del Trabajo, de 9 de marzo de 1938.
- Ley Constitutiva de las Cortes, de 17 de julio de 1942.
- Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, de 26 de julio de 1947, modificadas por la Ley Orgánica del Estado, de 10 de enero de 1967.
- Ley de Referéndum Nacional, de 22 de octubre de 1945.
Derogación de leyes en términos específicos:
En cuanto a las leyes de 25 de octubre de 1839 y 21 de julio de 1876, se consideran definitivamente derogadas, especialmente en lo que pudieran afectar a las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
Derogación de disposiciones contrarias:
Además de las leyes mencionadas, quedan derogadas todas las disposiciones que sean incompatibles con lo establecido en la nueva Constitución. Esto asegura que cualquier norma previa que contradiga los principios y disposiciones de la Constitución sea anulada.
En resumen, la Disposición Derogatoria de la Constitución Española establece la anulación de ciertas leyes y disposiciones anteriores que no son compatibles con los valores y principios de la nueva Constitución. Esto contribuye a garantizar la coherencia y la aplicabilidad del nuevo marco legal y constitucional.