Desinformación y negacionismo del coronavirus COVID-19
La información médica errónea sobre formas de prevenir, tratar y autodiagnosticar la enfermedad por coronavirus ha circulado en las redes sociales. Algunas de las falsedades comunicadas son estafas comerciales que ofrecen pruebas en el hogar, supuestos preventivos y curas «milagrosas». La Organización Mundial de la Salud ha declarado una «epidemia de información falsa» de información incorrecta sobre el virus, lo que plantea riesgos para la salud mundial.
Algunas piezas de desinformación afirmaban que el virus era un arma biológica con una vacuna patentada, un esquema de control de la población o el resultado de una operación de espionaje. Algunas de estas teorías de desinformación y conspiración pueden tener participación estatal. Algunos líderes mundiales también han minimizado la amenaza del virus y han difundido información errónea.
Negacionismo del coronavirus COVID-19
El negacionismo de la COVID-19 es la creencia de que la enfermedad infecciosa COVID-19 (causada por el virus SARS-CoV-2) y la pandemia que esta ha provocado en 2019 y 2020 (y aún en 2021) no son reales o la gravedad de las mismas no es elevada.
Algunos negacionistas rechazan directamente la existencia del COVID-19, mientras que otros aceptan que la enfermedad existe pero niegan su gravedad, afirmando que la alarma mundial está injustificada. Otros sostienen que el agente infeccioso fue creado en el laboratorio chino de Wuhan donde comenzó el brote, con la colaboración de gobiernos mundiales como China y EE. UU., producto de las empresas farmacéuticas o incluso del empresario multimillonario Bill Gates. Los supuestos motivos detrás de estas teorías van desde una guerra biológica entre potencias hasta una gran estrategia de publicidad.
Por otro lado, las recomendaciones de la comunidad científica frente a la pandemia del coronavirus fueron puestas en duda por algunos líderes mundiales como el presidente Donald Trump de Estados Unidos, Jair Bolsonaro de Brasil, Mauricio Macri de Argentina y López Obrador de México, entre otros, quienes llegaron a afirmar que el virus es una pequeña gripe o resfriado que desaparecería pronto, priorizando la estabilidad de la economía sobre las medidas de aislamiento. Bolsonaro calificó la emergencia sanitaria como «histeria» o «fantasía». El presidente Donald Trump también llegó a sugerir que tenía evidencias de que el coronavirus fue fabricado en un laboratorio chino pese a que el director de Inteligencia Nacional de EE. UU., John Ratcliffe, declaró que el virus «no era artificial ni genéticamente modificado» (en 2021, sin embargo, el gobierno estadounidense ordenó una investigación para aclarar la idea del origen en laboratorio, después de recibir informes que no descartaban este origen como posible). Antonio Pappalardo, exgeneral de los carabineros de Italia apareció en unas manifestantes en contra del gobierno de Giuseppe Conte, declarando que «el problema de nuestro planeta no es esta especie de estúpida gripe llamada coronavirus, utilizada por las grandes potencias para someternos. Son las radiaciones electromagnéticas, hay demasiados radares, demasiadas antenas”.
En Bolivia, algunas autoridades ligadas al partido Movimiento Al Socialismo como la exdiputada Juana Quispe afirmaron que el coronavirus era un invento de EE.UU. y del gobierno transitorio de la presidenta Jeanine Áñez para evitar la realización de las elecciones presidenciales de 2020; del mismo modo, el líder indígena Felipe Quispe «Mallku» declaró que el coronavirus no afectaba a los indígenas. Durante la vacunación contra el Covid-19, ciertos grupos religiosos rechazaron la vacunación esgrimiendo argumentos políticos y religiosos.
En España, la revista Discovery Salud publicó un artículo titulado: «No hay pruebas de la existencia del ‘coronavirus chino’ «. El cantante español Miguel Bosé declaró que la pandemia fue “la gran mentira de los gobiernos” y una estrategia de Bill Gates para inyectar microchips a la humanidad y poder controlarla por medio de la red de telefonía 5G. El 11 de junio se realizó una manifestación antivacunas y anticoronavirus en la plaza del Callao de Madrid.
En abril de 2021, la Real Academia Española (RAE) aceptó el uso del término «covidiota» (calco del anglicismo «covidiot»), término surgido en redes sociales de Internet para referirse peyorativamente a personas que niegan de la existencia del virus, o también para quienes no cumplen con las normas establecidas por las autoridades locales para hacer frente a la pandemia.
Fuente: Wikipedia