Críticas y controversias de la Guardia Civil
A lo largo de su historia, la Guardia Civil ha sido criticada y ha estado involucrada en numerosas situaciones o actuaciones polémicas. Durante todo el siglo XIX, el ejército español se convirtió en un actor regularmente involucrado en política, y la Guardia Civil no fue una excepción. Por esta razón el cuerpo ha sido a menudo descrito históricamente como una fuerzas reaccionaria. Manuel Buceta, comandante de la Guardia Civil, participó activamente en el pronunciamiento militar de 1854, conocido como Revolución de 1854 en España o Vicalvarada que dio inicio al bienio progresista (1854-1856). Nuevamente la Guardia Civil participaría en un golpe de Estado en 1874, durante el Golpe de Estado del general Manuel Pavía, que convirtió a la Primera República Española de una república democrática a una república unitaria dictatorial. Durante este golpe, agentes de la Guardia Civil y del Ejército entraron en el edificio del Congreso de los Diputados en Madrid, disparando tiros al aire por los pasillos.
En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, España vivió una época de gran agitación política. Durante este periodo, caracterizado por crecientes huelgas y protestas por parte del movimiento obrero y sus organizaciones, la Guardia Civil fue utilizada para restablecer el orden por los regímenes establecidos, a los que el cuerpo se mantuvo leal. Esto supuso las denuncias constantes de las organizaciones obreras, que acusaban a los agentes de abuso de fuerza, montajes y asesinatos. Uno de los casos más célebres es la de la «organización anarquista secreta» Mano Negra, operativa supuestamente en la década de 1880 en Andalucía y a la que se atribuyeron todo tipo de crímenes, incluyendo asesinatos; esto justificó una gran persecución a las organizaciones clandestinas anarquistas y socialistas, con miles de detenidos. Algunos historiadores sostienen que, aunque la violencia estuvo muy presente en la Andalucía agraria, está organización no habría existido nunca, sino que sería un montaje policial y una operación de falsa bandera del gobierno, donde la Guardia Civil se habría encargado de la detención de miembros del movimiento obrero y la fabricación y manipulación de «pruebas». Por esta razón los ‘guardias’ fueron retratados negativamente durante esa época en la literatura popular y la historia, sobre todo por los artistas expatriados españoles y escritores. Ya en el siglo XX, pueden citarse acontecimientos como al Semana Trágica de Barcelona de 1909 o la Huelga general de 1917.
Los mandos de la Guardia Civil apoyaron la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930), pero también a la Segunda República Española. Como ya se ha indicado, durante la Guerra Civil Española, el cuerpo prácticamente se dividió al 50 % entre los dos bandos enfrentados y en ambos los agentes se dedicaron en su mayoría a labores de orden público en la retaguardia. Tras el final de la contienda, durante la dictadura de Francisco Franco la oposición clandestina denunció numerosos casos de brutalidad policial debido a la lealtad de la organización al régimen.
En la década de 1980, tras la vuelta de la democracia a España, la Guardia Civil se vio involucrada en el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, donde uno de sus cabecillas fue el teniente coronel del cuerpo Antonio Tejero, que asaltó el Congreso de los Diputados junto con unos 200 agentes de la Guardia Civil. También en esa década, agentes de la Guardia Civil participaron en el terrorismo de Estado del GAL contra ETA, sacado a la luz por Diario 16 y El Mundo, gracias a los llamados «papeles del CESID». El director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, se fugó de España en 1994 tras dimitir por ser imputado en casos de corrupción. Pocos años después se entregaría en Tailandia y sería condenado a prisión. En 1990, El Mundo también publicó que el comandante de la Guardia Civil, Rafael Masa, reclamado por la Justicia por el caso GAL, había sido sacado de España por el gobierno y enviado a Bolivia, donde habría participado en una operación policial que mató a cuatro miembros de la organización comunista peruana Sendero Luminoso.
En el siglo XXI, el cuerpo se ha visto involucrado en actuaciones polémicas en las fronteras de España con Marruecos., si bien no han derivado en consecuencias penales. Aun así la Guardia Civil es de momento la institución mejor valorada, situándose en primer lugar con una nota de 6.02 puntos, seguida de la Policía Nacional con una nota de 5,95 puntos y de las Fuerzas Armadas con 5,51 puntos, así lo refleja la valoración de los españoles en 2015 que supera la del año pasado cuando la Guardia Civil obtuvo una nota de 5,78 y la Policía Nacional de 5,70 según un estudio realizado por CIS.
Fuente: Wikipedia