Capitalidad de Madrid


Capitalidad de Madrid

La capitalidad, con sus efectos espaciales, funcionales y fisonómicos, constituye el factor de diferenciación de Madrid con respecto al resto de ciudades españolas. La capitalidad favoreció el aumento demográfico y la prosperidad económica y cultural de la villa. A pesar de que desde 1561 el establecimiento permanente de la Corte en Madrid otorgara a la Villa la condición de capital (de la Monarquía Católica y del Imperio español entonces), el reconocimiento jurídico de la función de capitalidad hubiese de esperar más tiempo. En concreto, no fue hasta 1931, con el advenimiento de la Segunda República Española, que se oficializaba constitucionalmente este hecho. De igual modo, fue reconocida oficialmente como capital de España durante el franquismo en la Ley de Régimen Especial de Madrid del 11 de julio de 1963, un hecho que fue sancionado después en la Constitución de 1978. Hasta 2006 no se promulgó una ley, la Ley de Capitalidad y de Régimen Especial de Madrid,​ por la que el Parlamento desarrolló legislativamente las consecuencias de esta especificidad.

Desde 1561 perdió la condición de capital de España, y consiguiente sede del Gobierno y la administración del Estado, durante una serie de etapas históricas: la primera de ellas entre los años de 1601 y 1606, cuando la capitalidad pasó a Valladolid; posteriormente, de 1729 a 1733, en el llamado lustro real, la corte se trasladó a Sevilla por decisión de Isabel de Farnesio, que buscaba cura para el estado depresivo de su esposo, el rey Felipe V;​ también durante la Guerra de la Independencia la Junta Suprema Central, opuesta a José Bonaparte, se estableció en Sevilla, en 1808, y en 1810, como Consejo de Regencia, en Cádiz; finalmente, durante la Guerra Civil, aunque Madrid no dejase de ser la capital de la República conforme al artículo 5º de la Constitución española de 1931, el Gobierno republicano se trasladó en noviembre de 1936 a Valencia y a Barcelona en noviembre del año siguiente, hasta la caída de Cataluña en febrero de 1939, cuando una parte del Gobierno encabezada por su presidente, Juan Negrín, se trasladó a Alicante. El Gobierno del bando sublevado, por su parte, se estableció en Burgos y, tras finalizar la guerra, se fijó allí la capital hasta el 18 de octubre de 1939 en que se volvió a trasladar a Madrid.


Fuente: Wikipedia

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