¿Qué son los seguros?


¿Qué son los seguros?

Los seguros son contratos mediante los cuales, a cambio del cobro de una prima, la entidad aseguradora se compromete, en caso de siniestro, a indemnizar el daño producido o satisfacer un capital o renta. Antes de contratar uno, conviene saber qué tipos existen y qué suponen para nuestras finanzas.

El seguro es un medio para la cobertura de los riesgos al transferirlos a una aseguradora que se va a encargar de garantizar o indemnizar todo o parte del perjuicio producido por la aparición de determinadas situaciones accidentales.

Es una fórmula eficaz de cobertura que implica pagar una cierta cantidad por una prestación o indemnización futura en caso de que se presente una situación adversa, que en algunos casos, puede ser extrema (por ejemplo, si se incendia un coche).

Un seguro es un contrato, denominado póliza de seguro, por el que una Compañía de Seguros (el asegurador) se obliga, mediante el cobro de una prima y para el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura a indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido al asegurado; bien a través de un capital, una renta, o a través de la prestación de un servicio.

En el contrato se seguro intervienen:

  • El asegurador, que siempre ha de ser una compañía de seguros, que es la entidad responsable de la cobertura en caso de siniestro,
  • El tomador, que es el propietario de la póliza de seguro y responsable del pago de la prima correspondiente,
  • El asegurado que es la persona a la que se asegura (bien a ella o a sus propiedades o intereses),
  • El beneficiario que es la persona que cobrará la indemnización correspondiente en caso de siniestro.

No siempre estas tres figuras han de ser la misma persona pudiendo ser todos distintos. A modo de ejemplo: Una empresa (tomador) que paga un seguro de vida su empleado (asegurado) para que cobren sus hijos (beneficiarios) en caso de fallecimiento de este.

También puede existir una figura más, el mediador, que es la persona que intermedia entre el Tomador y la compañía de seguros antes de la compra de la póliza de seguro, en el momento de la formalización (compra) y después de la compra (modificaciones que sean necesarias, tramitación de siniestros, etc).

La cantidad de dinero que se cobra por el seguro se llama prima. La prima garantiza que el asegurador esté obligado a cumplir con las prestaciones que le ha prometido al Tomador.

La gestión del riesgo, que es la práctica de la evaluación y control del mismo, se ha desarrollado como un campo discreto de estudio y práctica.

La transacción implica que el asegurado supone una pérdida relativamente pequeña y conocida en la forma de pago de una prima a la aseguradora a cambio de la garantía de la compañía de seguros para compensar (indemnizar) al asegurado en el caso de una pérdida financiera o comercial.

El asegurado recibe un contrato, denominado la póliza de seguro, que detalla las condiciones y circunstancias en las que el asegurado será compensado.


Los seguros, ¿qué son y cómo funcionan?

Una gestión adecuada de los riesgos implica una combinación de diversas acciones dirigidas a la protección de las personas y de su patrimonio. Algunas de estas acciones que se pueden llevar a cabo son:

  • Prevenir la aparición de situaciones que causen daños.
  • Mantener los bienes en las condiciones adecuadas.
  • Ahorrar para subsanar los posibles daños futuros.
  • Tener unos hábitos de vida saludables.
  • Etc.

El seguro forma parte de las acciones que se pueden realizar para la gestión de los riesgos, de hecho, es la opción más económica y eficaz. Pero no hay que olvidar que ninguna de ellas, por sí sola, ofrece una seguridad completa.

Además, la actividad empresarial no podría funcionar si no existiera el seguro, que transforma los costes impredecibles y variables derivados de los riesgos en costes fijos asumibles, como son las primas.

El seguro se basa en el reparto del daño entre un número muy elevado de personas con las mismas o similares necesidades de protección. Así, cuando ocurre un suceso que produce daños concretos a una de estas personas, todas las demás también participan en la reparación del mismo.

Para el buen funcionamiento de este mecanismo, las entidades de seguros deben realizar adecuadamente las siguientes labores:

  • Reunir a un gran número de personas para garantizar el sistema.
  • Calcular correctamente la siniestralidad prevista, para tener estabilidad.
  • Gestionar el proceso, atendiendo al asegurado en todo momento..

Seguros para particulares

Seguros para empresas


 

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