Seguro de coche a todo riesgo
El seguro de coche a todo riesgo, también conocido como seguro de coche a todo riesgo sin franquicia, es una modalidad de seguro que brinda la cobertura más amplia para tu vehículo. A diferencia del seguro a terceros, el seguro de coche a todo riesgo cubre tanto los daños causados a terceros como los daños sufridos por tu propio vehículo, incluso en casos de accidentes en los que seas considerado responsable. Aquí te explico qué incluye generalmente un seguro de coche a todo riesgo:
- Responsabilidad civil: Al igual que el seguro de coche a terceros, el seguro a todo riesgo cubre los daños y lesiones que puedas causar a terceros en un accidente de tráfico.
- Daños propios: Una de las principales características del seguro de coche a todo riesgo es la cobertura de los daños sufridos por tu propio vehículo. Esto incluye los gastos de reparación o la indemnización en caso de pérdida total del vehículo debido a un accidente, robo, incendio u otros eventos cubiertos por la póliza.
- Robo y hurto: Este seguro cubre los daños o pérdidas causados por el robo o el hurto de tu vehículo. Si tu coche es robado o sufre daños como resultado de un intento de robo, la aseguradora te indemnizará según los términos de la póliza.
- Incendio: La cobertura de incendio protege tu vehículo en caso de daños causados por incendio, ya sea por incendio accidental o intencional. Si tu coche resulta dañado o destruido debido a un incendio, la aseguradora cubrirá los costos de reparación o te indemnizará de acuerdo con los términos de la póliza.
- Daños propios por accidente: El seguro a todo riesgo también cubre los daños sufridos por tu vehículo como consecuencia de un accidente, incluso si eres considerado responsable del mismo. Esto incluye los gastos de reparación o la indemnización en caso de pérdida total.
- Daños por vandalismo: Algunas pólizas de seguro a todo riesgo cubren los daños causados por actos de vandalismo en tu vehículo. Esto puede incluir rayones, rotura de lunas, pintura dañada, entre otros.
Es importante tener en cuenta que las condiciones y las coberturas exactas pueden variar según la compañía de seguros y la póliza específica. Por lo tanto, es recomendable leer detenidamente los términos y condiciones para comprender exactamente qué está cubierto y qué límites se aplican en tu caso específico.
Los seguros de coche a todo riesgo ofrecen una completísima gama de coberturas, asistencias y servicios para el conductor y su vehículo. Incorporan, por supuesto, las obligatorias como el seguro de responsabilidad civil, pero también todas las que completan las pólizas a terceros como la rotura de lunas o el robo del vehículo.
Las pólizas a todo riesgo incluyen coberturas que sí cubren tanto al conductor, como al propio coche asegurado en caso de verse involucrado en un accidente con independencia de que sea o no el causante; igualmente, aunque no haya terceros, como en el caso de golpes o daños durante un estacionamiento, el coche asegurado a todo riesgo está protegido en estas circunstancias también.
Servicios prácticos y de uso habitual por los conductores, como el vehículo de sustitución o la defensa de multas de tráfico, son también facilidades que disfrutan los titulares de seguros de coche a todo riesgo.
Hay dos modalidades básicas dentro del seguro a todo riesgo. Puedes encontrar pólizas a todo riesgo con o sin franquicia. Los seguros con franquicia pueden ser más baratos en principio, pero tienen como desventaja que sólo cubren una parte de los gastos relacionados con el siniestro. Siempre que los costes de reparación o asistencia sean inferiores a la cantidad fijada –prima- en el contrato – por ejemplo 300 euros- es el titular del seguro el que tiene que hacerse cargo de las facturas.
Los seguros a todo riesgo sin franquicia son los más completos y efectivos que se pueden contratar para proteger un vehículo, la responsabilidad sobre la protección del coche asegurado cae de manera exclusiva e integra sobre la compañía aseguradora. Las máximas coberturas ante cualquier eventualidad o posibilidad quedan recogidas en este tipo de seguros que dan respuesta a todas las necesidades y demandas de los conductores con independencia de cuáles sean sus circunstancias.
Seguros a Todo Riesgo y Todo Riesgo con Franquicia
Este tipo de seguros son los más completos que puedes encontrar a la hora de elegir las mejores coberturas para tu coche. En los seguros a todo riesgo están cubiertos tanto los ocupantes del vehículo como el conductor, pasando por ambos vehículos y los ocupantes de terceros. Es la opción más completa aunque también la más costosa pero si tu vehículo es nuevo o tiene poco tiempo es la opción más recomendable debido a la gran cantidad de coberturas extra que nos ofrece.
A diferencia de los seguros a terceros, este seguro nos cubre nuestro vehículo íntegramente ya tengamos un accidente en carretera o alguien nos raye la carrocería del coche, siempre podemos dar un parte al seguro para que nos busquen la mejor manera de solucionar el problema. También estaremos cubiertos en caso de rotura de lunas, robo e incendio y en caso de siniestro total, la aseguradora nos pagará la indemnización pertinente que está estipulada para nuestro vehículo.
Los Seguros a Todo Riesgo con Franquicia se diferencian con los seguros a todo riesgo en que en caso de sufrir daños el vehículo la resolución del problema se haría una parte por el asegurado y una parte por una franquicia que estipula el precio máximo de reparación. Este tipo de seguros suele ser más utilizado por gente que tenga coches de lujo o que nunca tienen accidentes en carretera ya que si sufres siniestros leves con frecuencia, este seguro a la larga no te compensa.
Esperamos que después de estas líneas sepáis elegir que seguro se adapta más a vuestras necesidades y que recordéis que un seguro con muchas coberturas nos da la tranquilidad de poder movernos en el día a día con nuestro coche sin tener que ir preocupados por el bienestar de nuestro vehículo.